La etapa de Gabriel Boric en Chile ¿Seguirá los pasos de los procesos de gobiernos progresistas Latinoamericanos?

¿Qué rol jugarán las cooperativas en ese pensado “Estado de Bienestar”?

 

Por José Yorg, el cooperario.

 

“El fomento estatal de las cooperativas no necesariamente implica un compromiso de la clase política por modificar el modo de producción existente, sino que tiene lugar como herramienta de ejecución de políticas estatales”. José Tomás Labarca

“Sabemos a ciencia cierta lo difícil que es, tan siquiera soñar con un mundo cooperativizado, pero no es menos cierto que  si no se logra, el riesgo de extinción de la especie humana es  cercana”. J.Y.

Extrajimos este párrafo de Página 12 “Boric propone un cambio de modelo basado en el Estado de Bienestar de los países europeos, al considerar que el actual modelo chileno está «absolutamente estancado». «Un Estado de Bienestar para que todos tengan los mismos derechos, sin importar cuánta plata tienen en la billetera», señaló recientemente en una entrevista. Y días atrás, en su cierre de campaña en el Parque Almagro de Santiago, dejó un anticipo de lo que será su gestión: «Es difícil hablar de la primera cosa que vamos a hacer si llegamos al gobierno, pero de lo que sí tenemos certeza es que ese día no entramos solos, con nosotros entra el pueblo».

Sin embargo, la crisis estructural socioeconómica de los países Latinoamericanos y de  Chile en especial, clama transformaciones. Por otra parte, no es de extrañar pensar en la réplica del círculo vicioso de gobiernos progresistas que luego terminan abriendo las compuertas neoliberales, ya aburren, por decir lo menos.

El actual modelo chileno está «absolutamente estancado«, en verdad, desde hace cuánto menos 10 años que entró en agotamiento inexorable, los neoliberales no se animaron a producir ciertas reformas, “tal vez los progresistas si lo hagan y así después volvemos”, parecieran decir, en fin.

Afirma el sociólogo chileno Carlos Ruiz Encina   que “este pueblo ha decidido enfrentar las contradicciones propias del neoliberalismo avanzado”.

Y nos ilustra en su libro Conflicto social en el “neoliberalismo avanzado”. Análisis de clase de la revuelta estudiantil en chile”:La creciente desigualdad de ingresos y oportunidades viene generando un malestar en vastos sectores medios y de trabajadores, que se acumula desde fines de los noventa, que no sólo gana cada vez más notoriedad, sino que se aparta progresivamente del clivaje dictadura-democracia y el temor a la regresión autoritaria que lo contiene en sus inicios”.

 «Un Estado de Bienestar para todos para que todos tengan los mismos derechos, sin importar cuánta plata tienen en la billetera”, ya no alcanza. Se trata de estructuras perimidas que deben ser removidas y reemplazadas por otro Estado y otro modo de relación productiva.

La contradicción fundamental de los gobiernos es con el pueblo y dicha contradicción no se soluciona con parches progresistas, pues el capitalismo global reseteado es abiertamente incompatible con la vida misma en el mundo, es crucial, la especie humana se juega su existencia, junto a las demás especies animales y vegetales.

Norberto Galasso en su escrito  Manuel Ugarte y la unidad latinoamericana [Selección]  replica lo afirmado por el viejo Ugarte “No hay nada más peligroso que una revolución a medias”.  Gabriel Boric ¿Seguirá los pasos de los procesos de gobiernos progresistas Latinoamericanos? Una incógnita en Chile.

Cooperativismo chileno.

En este entrecruzamiento sugerimos plantar la mirada en el cooperativismo como modelo de producción, en realidad, hablamos de la cooperativización socio-económica.

Interrogantes sobre el rol que jugará en los planes de gobierno el cooperativismo, y el desafío interno de las cooperativas en cuanto a ajustar sus conductas institucionales en un nuevo escenario político, que se espera sea  en verdad democrático, y si así resultase, las prácticas neoliberales que permearon esas nobles entidades  deberán sacarse de sí esa infección, encarando procesos también democráticos y participativos.

Esfuerzos muy destacables se realizan para la integración del cooperativismo en la futura Constitución.

Chile posee una historia temprana con la cooperación, así nos narra José Tomás Labarca en su artículo “Las cooperativas y el Estado en el Chile de 1900-1973: ¿Una relación evidente?”, en su introducción:

“En 1887, Fermín Vivaceta emplazaba a los artesanos de Valparaíso a no esperar que el gobierno solucionara sus paupérrimas condiciones de vida. Desde su punto de vista, los obreros tenían en sus manos “un tesoro inagotable que no podemos usarlo aisladamente” (Vivaceta, 1877, p. 6). La asociación colectiva y la creación de sociedades cooperativas, eran, según Vivaceta, los medios más adecuados para conseguir la prosperidad de los trabajadores. Por otra parte, en 1907, en la publicación feminista La Alborada, se anunciaba la creación de una cooperativa para la asociación de costureras, con la cual esta organización esperaba independizarse “del despotismo del capital”.

 “Estas citas dan cuenta de dos elementos fundamentales para el estudio del cooperativismo chileno. Por una parte, muestran la maduración incipiente de la organización obrera, de la que el surgimiento de las cooperativas es un elemento importante; y por la otra, la direccionalidad anticapitalista de esa organización”.

¡En la fraternidad, un abrazo cooperativo!

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