Enfoques cooperativos, Hoy: La base transformadora de toda sociedad anquilosada por otra sociedad mejor, es el cooperativismo.

Por Jośe Yorg, el cooperario.

 

“Tenían tras ellos la terrible experiencia de las condiciones de vida y trabajo que habían prevalecido durante y después del periodo de la Revolución Industrial. Eran conscientes, por experiencia, que los más pobre de los pobres eran esquilmados por los intermediarios quienes le cobraban precio de usurero para entregarles productos adulterados, robarles en el peso y extorsionarlos con los precios a cambio de sus miserables salarios. Esta fue la moral perversa que les dio fuerza y coraje para comenzar a luchar contra esas condiciones adversas y continuar hasta lograr un resultado satisfactorio. Esta fue también la razón por la que se esforzaron por analizar las causas de las injusticias económicas en la que vivían y buscar los medios de terminar con ese viejo orden perverso en sus causas”. G. D. C. Gohedart. El aspecto moral de la cooperación-Revista de la Cooperación Internacional. Vn 28-N° 2- 1995.

 

 

Muchas veces lo hemos dicho y lo más seguro es que lo sigamos proclamando por largo tiempo, el cooperativismo debe adecuarse a las nuevas y apremiantes necesidades del pueblo, puesto que esa es la conciencia que acompañó a los Probos Pioneros de Rochdale en el  Siglo XIX en la Inglaterra industrial.

Ese capitalismo industrial que conocieron y  padecieron los primeros cooperativistas, acompañados por sus intelectuales, hoy ya no existe más, estamos en plena decadencia de la última etapa de ese perverso orden productivo, capitalismo financiero.

El cooperativismo anquilosado, burocrático, economicista, neutro, es perjudicial asímismo, basta comprobar cómo los medios de comunicación les niega espacios, el pueblo no siente ni ve cómo ese cooperativismo puede terminar con un orden de cosas que lo somete y humilla día con día.

Ese cooperativismo se mueve en un círculo pequeño ante la inmensidad de la población mundial, puesto que no tiene un mensaje acorde a los requerimientos tan siquiera del tipo animal, como alguien lo señaló: comer, vestirse, reposar, su mensaje no es utópico, es estratosférico. En fin, en esto, no estamos solos.

Volvemos a decir que nos sentimos acompañados en nuestra labor de años por el “mensajero del cooperativismo transformador”  y por otros tantos, animados a construir un cooperativismo Latinoamericano del Siglo XXI acorde a las necesidades objetivas de nuestros pueblos, en razón a ello, somos críticos sobre la actual  práctica cooperativa inerme, porque, nos asumimos al igual que lo señalan  sus biógrafos a Don Antulio:

“La crítica certera, indomable e implacable, fueron características distintivas de Monseñor Parrilla en toda su labor cooperativista y literaria”.

“Monseñor Parrilla-Bonilla estuvo inmerso  en numerosas contiendas internas del quehacer cooperativista.  Combatió la incomprensión, la envidia, el orgullo y la insensibilidad de muchos voluntarios que fungían ser defensores de los ideales cooperativistas, cuando en realidad eran oportunistas y trepadores”.

Vamos a lo nuestro.

Afirmamos y proclamamos que los dos elementos substanciosos para la  transformación social son de base cooperativa.

La civilización actual  transita su peor crisis, a nuestro modesto criterio, esa crisis es  definitiva,  potenciada por la pandemia. Es prudente e inteligente entonces, pensar, reflexionar y debatir sobre la manera de encarar el tránsito de un tiempo de transición y de construcción de una nueva organización socio-económica mejor que la actual.

En el  newsletter  Mercosurabc que nos enviaran recientemente, contiene  un interesante artículo sobre el libro  “Geopolítica, Soberanía y Orden Internacional” en la “Nueva normalidad”, de Miguel Ángel Barrios y Enrique Feyodo Acedo, cuya prologuista   Mónica Bruckman, señala, entre otros conceptos que  “Más que un análisis acabado, esta obra plantea un conjunto de preocupaciones y desafíos teóricos, metodológicos, así como la necesidad de construir un enfoque para comprender de manera más apropiada la complejidad del mundo contemporáneo…

Sin embargo, opinamos desde TECNICOOP que, más que comprender la nueva normalidad capitalista, se debe pensar en superar al capitalismo, teniendo en cuenta que la base de transformación de toda sociedad anquilosada-y el capitalismo actual lo está-por otra sociedad mejor, son la educación y un modelo productivo en acción, los dos elementos substanciosos para dicha transformación social, son de base cooperativa.

Educación y  modelo productivo cooperativo

Nosotros partimos de la profunda convicción de que esos dos elementos son potentes al entrelazarse bajo la consigna peronista “Unidad de concepción, unidad de acción” en cuanto a que el cooperativismo se afiance en ello y dispute la superación del capitalismo

Esas consignas permitirán alcanzar la conciencia de que el conjunto de cooperativas pueden y deben ser consideradas el modo de producción prevaleciente, es decir, afirmar el  modo cooperativo de producción como organizador de las relaciones humanas en la sociedad.

El rol de la educación tiene que ver con alcanzar un nivel de conciencia más elevado, despojado de egoísmos, individualismo y mezquindades, coincidentes con el modo cooperativo de producción, una educación, por tanto, teórica-practica y forjando voluntades en la bondad que despierta el compañerismo-cooperativo.

¡En la fraternidad, un abrazo cooperativo!

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