DECISIÓN Y PÉRDIDA

Por Florencia González   ***

Decisión y pérdida son los significantes que resuenan a la hora de hablar del aborto. Este artículo tiene la intención de pensar una y solo una de las aristas de esta ley, aquella donde se pone en juego la decisión de abortar.


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Kala Moreno Parra

No pretendo que reflexionemos sobre las pibas que no acceden a un aborto porque la Ley no lo permite, por las diferencias en las clases sociales, ni los privilegios que de allí se pueden imponer o en su vertiente opuesta, las condiciones de precariedad y miseria donde se producen los abortos.

Tampoco me propongo hacer una regla universal sobre la Ley del Aborto, ni sobre la temática de ¿cuándo comienza la vida? No obstante, aclaro, el tema no es una cuestión metafísica, tal como dijo en el 2018 Darío Sztajnszrajber.

Muchas conversaciones en estos días entre colegas, amigxs, conocidxs, desconocidxs, pacientes, me llevaron a plasmar por escrito una de las preguntas que más iban resonando o afirmaciones que se hacían que no tomaban el carácter de una pregunta, por lo tanto no se podían formalizar.

“¿Es traumático el aborto?”, “Las mujeres que abortan quedan traumadas” “¿hay “daño psíquico” en el aborto?”,
estas son algunas de las que fui recogiendo y que me han llevado a profundizar aún más el tema, pensar y escribir.

Una de las personas con las que hablé en lo que podríamos llamar “la semana verde” me dio una pista: ¿qué se puede decir de la pérdida y la decisión? ¿qué incidencias tiene el aborto en el aparato psíquico de una mujer?

Y entonces pensé que hay dos palabras que toman la delantera: decisión y pérdida. ¿Cómo inscribe el aparato psíquico la pérdida? Esta pregunta está en relación al significado de abortar: algo que se cancela.

La mirada metafísica al respecto, acompañado de ciertos psicologismos que hablan universalmente de lo traumático, ubican a la mujer que aborta en un lugar criminal. Alguien que abortó me comentó una vez que su mejor amiga, a la hora de opinar del tema, le dijo “ojalá Dios te perdone”.

La moral aquí se imprime por sobre la ética, abortar entonces queda orientado desde esta perspectiva al campo de lo cruel y lo traumático. Al día de hoy -e incluso personas que desean esta ley- continúan teniendo dudas al respecto.

Desde el psicoanálisis, como siempre, pensaremos en el caso por caso, las singularidades y las coordenadas del deseo de cada quien. En relación con lo traumático recorramos un poco y a grandes rasgos lo que pensó Freud cuando desarrolló la teoría del trauma, la cual revisa años más tarde, demostrando que la verdad del padecimiento de un episodio no siempre pertenece a la realidad efectiva. Unos años más tarde dirá que la sexualidad universalmente tendrá un carácter traumático y también sobre lo traumático dirá que es un exceso de excitación que irrumpe en el aparato anímico generando una desregulación en su economía.

Siguiendo esta línea, ¿podríamos pensar un “universal traumático”? ¿Por qué habría para la especie humana un universal traumático? Ahí tenemos un punto clave, hablamos de la especie humana, las mujeres que abortan, y no de la especie animal. Lo traumático quizás este mas en relación a lo criminal del acto, en términos de cómo están dichas las cosas según la Ley (desde lo jurídico). Que exista una Ley que penalice una práctica como la del aborto deja a las mujeres que abortan en el lugar de “culpables”, “en falta” -faute-. Lacan juega con esta palabra en francés “faute” (que en castellano sería “falta”) y nos hace observar la ambigüedad significante: estar en falta podría remitir a estar cometiendo una falta, un delito. Y a su vez, estar en falta otorga un lugar a la castración, a un espacio de vacío, a un no saber, desde donde se puede dar paso al deseo.

Que sea “la Ley” quien instale la falta en el sentido del delito implica necesariamente que aquellas mujeres que deciden abortar tengan que resignificar y realizar un trabajo psíquico enorme para poder transitar la pena (sea que se efectivice o no). Entonces tenemos un nuevo significante que tomado desde “la Ley” podemos hacer jugar, pena. La pena que le cabe por abortar y la pena que podría generarle el hecho de tomar esa decisión.

Cuando no contamos con una ley que garantice la despenalización del aborto y que no asegure que sea legal, seguro y gratuito, me pregunto ¿qué lugar habrá en cada mujer para inscribir la pérdida? Una pérdida que es además vehiculizada desde una decisión. Inscribir una pérdida que no necesariamente debe ser traumática, aunque sí, recolectando las experiencias a posteriori de mujeres que han abortado, tiene su marca. No toda marca es traumática, una marca puede ser también un lugar desde donde comenzar, una marca puede ser el punto un punto de origen, un espacio que propicia un recorrido, para dejar nuevas huellas.

Por último, en los últimos días, escuché también muchas mujeres a favor de la Ley que en conversaciones con otres se preguntaban “¿quién garantiza que esto no se desregule y vayan todas a abortar?”. Primero pensé que la pregunta no podría tener asidero alguno, luego volví a escucharlo y recapitulé, si de esto se está hablando, habrá que pensarlo. La pregunta que me surge como respuesta es ¿qué mujer iría a abortar a puro gusto? Y me llevó a recapitular un poco la historia de mujeres a las que acompañé en abortos -como todas- fue entonces que me topé con el borde de la pregunta que de primera mano se me tornó irrisoria: la maternidad será deseada o no será. Es ese el borde, es esa la regulación. Porque si hablamos de deseo también hablamos de Ley, y en este sentido la Ley será -ya en lo simbólico- un acto regulatorio; parafraseando a Lacan, la castración (el estar atravesado por la falta y no en falta -cual delito-) es lo que regula el deseo, es ese “no saber”, es eso que “me hace falta” lo que propicia que un sujeto pueda rechazar el goce “para que pueda ser alcanzarlo en la escala invertida de la Ley del deseo” (Lacan, 1960, p. 786). El deseo y la Ley, las dos caras de la misma moneda, no hay uno sin el otro.

*** Florencia González  – Psicoanalista. Docente UBA. Investigadora UBACyT.  

 

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