Los sesgos que poseen los algoritmos de la plataformas como YouTube amplían las disparidades que ya existen en relación con el acceso a la salud, al conducir a los usuarios hacia contenido cuestionable o directamente falso.
Anjana Susarla, profesora de sistemas de información en la Universidad Estatal de Michigan (Estados Unidos), puntualizó que los videos más populares y atractivos son los que suelen contar con información fácilmente comprensible, al tiempo que remarcó que esos criterios no siempre están acompañados de la correspondiente verificación de la información.
En un artículo publicado en NiemanLab, Susarla destacó que un estudio sobre los videos más populares sobre COVID-19 encontró que una cuarta parte de los mismos no contenían información médicamente válida.
Si bien la docente resaltó que recientemente YouTube ajustó la forma en que muestran los resultados de búsqueda –lo que permite clasificar los mismos por “relevancia” y proporciona enlaces a información médica verificada-, enfatizó que las recomendaciones de los algoritmos de las plataformas de redes sociales están sesgados hacia la fidelización de las audiencias y la popularidad.
De acuerdo a algunas estimaciones, Google recibe más de mil millones de consultas sobre salud por día. En ese contexto, quienes poseen bajos conocimientos tienen un riesgo sustancial de encontrar información sin fundamentos, mitos populares y teorías conspirativas alejadas de toda evidencia científica.
