EL PREMIO NOBEL DE LA PAZ OTORGADO A UN BUCHÓN DE LA CIA EN APUROS



Por Javier Llorens    ***

El premio Nobel de la Paz recayó este año en el actual presidente y primer ministro de Etiopía, Abiy Ahmed Ali. La gran prensa occidental salió a hablar loas de él, disimulando su grado de teniente coronel, y haber sido el jefe de inteligencia de ese país.

Que es un apéndice de la CIA en la guerra contra el terrorismo, con el objetivo de vigilar el santuario fundamentalista en que se ha convertido el vecino país de Somalia. Por eso Etiopía ha sido acusada de graves crímenes contra los derechos humanos. Además su gobierno se encuentra en serios aprietos con motivo de las medidas de corte occidental y neoliberales que implementó, como un menem africano. Poniendo en evidencia todo esto, el sesgo incluso bélico que tienen los premios Nobel de la Paz, en guerras promovidas desde Occidente, y la degradación de la información por parte de la gran prensa.

En el siglo XIX Alfred Noble fue un gran fabricante de armas sueco, que en la tarea de hacerlas cada vez más eficaces y mortales, ideó la forma de estabilizar la nitroglicerina. Un explosivo de incontrolable potencia descubierto por el químico italiano Ascario Sobrero, que incluso le había quitado la vida a su hermano Emil Noble.

Así patentó la dinamita, un explosivo más estable y manejable que la nitroglicerina, que consistía simplemente en mezclarla con tierras de diatomeas u otro sucedáneos. Lo que hacía que para su detonación requiriera un detonador o fulminante, haciéndola así muy segura. Por lo que pasó a ser el explosivo estratégico hasta muy entrado el siglo XX, reemplazando a la antigua pólvora negra.

Que se considera que ha masacrado a centenas de millones humanos, muchos más que la energía atómica, y por eso ha sido calificado como “el invento más cruel de toda la historia de la humanidad”. A su vez las ganancias obtenidas de la fabricación de armas y explosivos, la familia Nobel las reinvirtió en la explotación del petróleo ruso en Baku. Siendo uno de los pioneros en esta actividad, que también es una de las grandes impulsoras de las guerras en el mundo.

El premio Nobel de la Paz

Al morir Nobel testó buena parte de su fortuna no a sus familiares, sino a la Fundación Nobel. Con el encargo -con espíritu escandinavo para evitar la rivalidad entre Suecia y Noruega- que Suecia otorgará premios Nobel a la ciencia y a la cultura, y que por su parte Noruega otorgara un premio Nobel por la Paz, a través de Comité Nobel Noruego.

Existe una historia doméstica respecto la razón por la que el señor de los explosivos y las armas, decidiera generosamente crear esos premios, antes de fallecer a fines del siglo XIX. Destinados a “aquellos que hayan realizado el mayor beneficio a la humanidad” en las materias de Literatura, Medicina, Física, Química, y por la Paz. A los que luego en homenaje a Nobel, se agregó en el año 1968 la Economía.

Esa historia doméstica refiere que un periódico francés se equivocó al publicar un obituario suyo, cuando falleció su hermano Ludvig dedicado a la industria del petróleo. Ante el cual Alfred quedó impactado por su título y contenido, que decían “El mercader de la muerte ha muerto” – El Dr. Alfred Nobel, quien se hizo rico al encontrar maneras de matar a más gente más rápido que nunca antes, murió ayer”.

En consecuencia egoístamente, para que no ser recordado de esa oprobiosa manera, optó por la filantropía, instituyendo los Nobel. Decisión en la que había pesado el consejo y la relación que tenía con la pacifista y novelista austríaca y premio Nobel de la Paz, Baronesa Bertha von Suttner.

Quién había trabajado brevemente como su secretaria, con la que habría mantenido una relación sentimental, y con quién siguió en contacto hasta el día de su muerte. Habiendo ordenado en su testamente que se le otorgara un premio Nobel de la Paz a ella, siendo así la primera mujer y el primer austriaco en recibirlo.

La saga bélica latinoamericana tras el invento de la dinamita

El invento de la dinamita en 1866 por parte de Nobel, trajo como consecuencia un sustancial aumento de la demanda del Nitro de Chile. Que en realidad no era de Chile, sino de Bolivia y Perú, donde en él codo que conforman el litoral de esos países en el continente sudamericano, la corriente de Humboldt del océano Pacifico, se encargó durante millones de años de depositarlo allí en forma de sales.

En consecuencia el Reino Unido, se dispuso a monopolizar la base de ese explosivo estratégico que además servía como abono de la tierra. Y lo hizo a través de su tradicional aliado chileno, quien primero se encargó de obtener concesiones por parte de Bolivia a favor de empresas inglesas, para la explotación del mismo.

Con un turbio tratado firmado por el dictador de Bolivia el general Mariano Melgarejo, quién luego de ser derrocado se refugió en Chile, que estipulaba que Bolivia no podía aumentar los impuestos por su extracción. Y así luego en 1878, la pretensión de Bolivia de elevar esos impuestos, le suministró a Chile un motivo para declararle la guerra a Bolivia, ocupando su litoral marítimo.

Y seguidamente hizo lo mismo contra Perú, con la excusa de la alianza defensiva que tenía con Bolivia, ocupando así el resto de la costa que contenía el salitre. Dando así origen lo que se conoce como la trágica Guerra del Pacifico, de índole esencialmente marítima, en la que los barcos chilenos, y los capitanes y oficiales que los tripulaban, eran de origen inglés.

El monopolio del Nitro de Chile por parte del Reino Unido, aporta también una explicación a la estrategia de guerra de trincheras desplegada durante la primera Guerra Mundial a comienzos del siglo XX (1914-1918). A la espera por parte de la Triple Entente, conformada por el Reino Unido, Francia, y Rusia, que sus enemigos de la Triple Alianza, Alemania, Austria, y Hungría, agotarán el Nitro de Chile que tenían a su disposición.

Lo cual no sucedió, porque ínterin el químico alemán de origen judío Fritz Haber, había logrado la síntesis del nitrógeno, obteniéndolo del aire. Lo que desbarató no solo la estrategia de la Triple Entente, sino también el monopolio inglés sobre el Nitro de Chile, obtenido mediante la guerra fratricida entre iberoamericanos.

Convirtiendo a sus enormes instalaciones industriales en desvencijados museos, y provocando al debacle de Iquique, la ciudad peruana que tras pasar a manos de Chile, se había convertido en la más moderna de este país.

Por su lado el autor intelectual de esta debacle, el químico Haber, también fue una pieza esencial en la terrorífica guerra química, con la que en dicha guerra mundial se trató de superar la dinamita, y la estrategia defensiva de las trincheras. No obstante paradojalmente Haber fue premiado con el Nobel en Química por la Academia Sueca en el 1918. Siendo así un científico de origen judío premiado con un Nobel, el precursor de la “solución final” química a que se refiere la cuestión del Holocausto.

La batallas navales de Coronel y Malvinas por el Nitro de Chile

Por su parte la contra estrategia de la Triple Alianza en la mencionada Primera Guerra, consistió en tratar de cortar desde el Pacifico, la ruta de Nitro de Chile. Para de estar manera, a la inversa, privar a la Triple Entente, inglesa, francesa, rusa, de la base para elaborar el explosivo estratégico.

De esa manera se produjo la batalla naval de Coronel, frente las costas de Chile, donde se enfrentaron las escuadras del almirante alemán Maximilian von Spee, y la del almirante sir Christopher Cradock, que estaba apostada en las islas Malvinas. Resultando derrotado este último, quién además perdió la vida en el combate, en el que resultaron hundidos dos de sus cruceros, con sus 1.650 tripulantes, que no pudieron ser auxiliados por el gran oleaje existente. Siendo este desastre naval inglés, el primero en más de 150 años en su primacía marítima.

El plan del almirante Spee era tomar las islas Malvinas, pero se demoró en puertos chilenos para reabastecerse, y dejar claro que no habría exportaciones de Nitro hacia la Triple Alianza. Lo cual resultó fatal para él, porque le dio tiempo al Reino Unido a reapostar secretamente en las islas Malvinas, los buques más modernos de la Royal Navy. Que quemaban petróleo y tenían una superior performance bélica a los buques alemanes alimentados con carbón.

Así cuando el almirante Spee avanzó sobre las islas Malvinas con la intención de destruir Puerto Stanley, se encontró con que la poderosa escuadra encabezada por el vicealmirante Frederick  Doveton Sturdee  lo estaba esperando, con sus ocho buques en condición de marcha inmediata.

De tal manera, quemando petróleo proveniente de contrabando de Comodoro Rivadavia, conque se abastecía la base de carboneo y petróleo que era Puerto Stanley, la escuadra inglesa persiguió y hundió a cuatro buques de la escuadra de Graf Spee, y mando al Graf Spee, dos de sus hijos, y 1.600 alemanes al fondo del mar. A los que ni siquiera socorrió como náufragos, en venganza de las perdidas soportadas en la batalla de Coronel.

Por esa razón la batalla naval de Malvinas a comienzos de la Primera Guerra, en diciembre de 1914, puede considerarse la batalla estratégica decisiva en el curso de la Primera Guerra Mundial, en la pugna por controlar y privar al adversario del estratégico Nitro de Chile, que era la base de la dinamita patentada por Nobel.  Por eso resulta falsa la aseveración de Henry Kissinger, de que por el Sur no pasó la historia. La historia ha pasado reiteradas veces por el Sur, pero los sureños no la sabemos ver.

Los premios Nobel de la Paz otorgados a belicosos guerreros

Que los premios Nobel de la Paz no caen un cualquier lado, y tienen un notable sesgamiento geopolítico, lo puso en total evidencia el premio Nobel de la Paz otorgado prematuramente al flamante presidente Barck Obama en el 2009. Quien paradojalmente, a continuación se convirtió en el primer presidente de EE.UU. en pasar sus dos periodos completos de gobierno, sin un solo día sin guerra, o sea sin paz.

Como consecuencia de las que había iniciado el presidente que le precedió, George W. Bush, con sus intervenciones unilaterales. Y las intervenciones multilaterales de diversa índole que impulso su gobierno, con la secretaria de Estado Hillary Clinton, con las que sembró el caos en Libia, Siria, y Yemen, afectando a millones de personas.

También multiplicó los actos de guerra cobarde, acometidos mediante asesinatos selectivos ejecutados a través de drones, con sus consecuentes víctimas colaterales. Ejecutados por operadores situados en Texas, a miles de kilómetros de distancia, cómodamente sentados en poltronas frente a pantallas, con un jostick como gatillo en la mano.

Además desestabilizó a Ucrania,  lo cual derivó en su virtual participación, al invadir la tradicional zona de influencia rusa. En consecuencia lo menos que debería haber hecho el Comité Nobel Noruego, si realmente sus intenciones fueran honestas y genuinas, seria haberle revocado el premio Nobel por la Paz a Obama. Al que inexplicablemente le otorgó preventivamente, sin mérito alguno mostrado hasta ese momento, lo que de por sí habla de la inconsistencia del mismo.

El premio para el espía Abiy Ahmed

Una situación parecida sucede con el premio Nobel de la Paz otorgado este año al actual presidente y primer ministro de Etiopía, Abiy Ahmed Ali. Quien muy joven en 1991 se unió a las fuerzas insurrectas financiadas por EEUU, en contra del  régimen comunista de Mengistu Haile Mariam. A partir de allí, tras la caída de ese régimen y pasar ser integrante de las Fuerzas de Defensa Nacional de Etiopía,  Abiy Ahmed escaló y se perfeccionó en la rama de inteligencia y comunicaciones.

Así obtuvo diversas licenciaturas y posgrados relacionados con esas actividades, en las Universidades de Greenwich en Londres, y de Ashland en Ohio, EEUU, compenetrándose con el mundo occidental, llegando de esta manera al grado de teniente coronel. Para pasar a desempeñarse entre el 2008 y el 2015 como Director General de la Agencia de Seguridad de la Red de Información de ese país. Pasando a ser así una especie de Jaime Stiusso africano, llevado a la enésima potencia, por el grado de violencia existente en esa región.

Ver Memorandum con Irán: la prueba de la falsedad de la denuncia de Nisman y que todo es obra de Stiusso

Seguidamente en el mismo 2015, pasó a desempeñarse como ministro de Ciencia y Tecnología, en forma coincidente con la visita oficial que Obama hizo a Adhis Abeba, la primera de un presidente de EEUU. Lo cual revela la importancia que tiene para EEUU ese país del Cuerno de Africa. Asumiendo luego en marzo del 2018, la triple función de presidente, primer ministro, y presidente del Partido Demócrata Oromí. La etnia a la que pertenece, en ese país que tiene una organización federal étnica.

En el breve mandato cumplido hasta ahora, el ex espía prooccidental Aby Ahmed, cumplió fielmente con la agenda neoliberal, facilitando la inversión extranjera y  privatizando a favor de ellas sus principales empresas estatales, como la telefónica y la línea aérea. Además reconoció los límites fronterizos que había fijado en el 2002 la Corte Internacional de Justicia a favor de Eritrea, cuya separación de Etiopia dejó a esta sin acceso al mar.

Siendo esta la principal razón aparente del otorgamiento del  premio Nobel de la Paz. No obstante que la guerra con Eritrea finalizó en el 2000, y solo existía hasta ahora un estado de “sin guerra, sin paz”, tal como lo reconoció el Comité Noruego Nobel. Pero sin mencionar que los artífices tras las bambalinas de esas guerras eran EEUU y el Reino Unido por un lado, y la Unión Soviética y Cuba por el otro.

Dado que después de la Segunda Guerra Mundial, el emperador Haile Selassie de Etiopía, con el apoyo de Estados Unidos y el Reino Unido, anexó Eritrea a los efectos de contar con una salida al mar. Pero seguidamente aparecieron agrupaciones independentistas eritreas, apoyadas por Cuba y la Unión Soviética, que dieron origen  a una guerra que duro treinta años con mas de cien mil bajas.

La cuestión se invirtió cuando una agrupación marxista derrocó al emperador Haile  Selassie e instauró en Etiopía, que tiene veinte veces más habitantes que Eritrea, un régimen comunista. Razón por la cual EEUU y el Reino Unido pasaron a apoyar a los independentistas eritreos, y a la insurrección en Etiopia que finalmente provoco la caída del régimen comunista, en la que militaba el espía Abiy Ahmed. Mereciendo en consecuencia esas potencias no el premio Nobel de la paz, sino el de la Guerra.

El espía Abiy Ahmed y la guerra contra el terrorismo global

Pero hay una información elemental que se encuentra a mano en cualquier enciclopedia, que tanto los grandes medios como el Comité Noruego Nobel por la Paz se encargaron de ocultar. Que es la alianza estratégica existente entre Etiopía y EEUU, basada en la Guerra Global Contra el Terrorismo, que tuvo al laureado premio Nobel como intermediario principal.

Establecida con el objetivo de vigilar el santuario del islamismo fundamentalista en que se ha convertido Somalía, el vecino país de Etiopia. Que se volvió impenetrable para EEUU, tras la incursión militar que intentó en Somalia, que derivó en 1993 en la Batalla de Mogadiscio, y resultó una catástrofe militar para EEUU. Pero que este con Hollywood, se encargó de disimular con el film “La caída del halcón negro”.

Y en su reemplazo fue el ejército etíope, el que partir de allí concretó sucesivas intervenciones armadas en Somalía, conforme las necesidades de EEUU. Convirtiéndose así Etiopía en una aliado clave de esta potencia, para la contención del yihadismo no solo en Somalía, sino en todo el Cuerno de África.

La contraprestación a ello, consistente en la ayuda de EEUU a Etiopía para combatir la hambruna  por miles de millones de dólares anuales, se incrementó a partir del desempeño del hoy flamante premio Nobel de la Paz, como Director General de inteligencia. Existiendo acusaciones de que la CIA usó a Etiopía como base para sitios negros, con el objeto de interrogar secretamente mediante torturas, a prisioneros no declarados en la Guerra Global Contra el Terrorismo.

Por eso esa razón grupos de derechos humanos han acusado a EEUU de haberle dado al Gobierno «rienda suelta» para abusar de su gente. Lo cual lógicamente se hacía a través del aparato de inteligencia del laureado premio Nobel de la Paz Abiy Ahmed.

En el 2010, Human Rights Watch publicó un informe de autoría del periodista británico Ben Rawlence, que acusaba al partido gobernante de tener «control total de los administradores locales y de distrito para monitorear e intimidar a las personas a nivel familiar». Y de estar usando la ayuda extranjera “para construir un Estado de partido único».

Reprochando a los gobiernos extranjeros de haberse involucrado en la erosión de las libertades civiles y la democracia, al dejar que la ayuda humanitaria sea manipulada por el partido gobernante, que tenía al flamante premio Nobel de la Paz, como jefe de los espías.

En lugar de refrescar esta información, reveladora del perfil del premiado Nobel, la gran prensa argentina difundió el “briefing” elaborado por las grandes agencias de noticias occidentales. Aunque algunos de sus integrantes proclaman ejercer un periodismo “independiente” y “de investigación”.

O incluso recurrió a las notas de color, como hizo Perfil. Que informó a su audiencia que el laureado espía premiado con el Nobel de la Paz, se volvía loco con los sándwiches tostados de jamón y queso del bar Tortoni, durante su visita a Buenos Aires en el 2015, cuando pasó de jefe de un terrible espionaje, a ministro de  Ciencia y Tecnología. Abriéndose así paso hacia la presidencia, impulsado seguramente por sus pares, los espiones norteamericanos. Aportando esta información banal de Perfil, una explicación respecto los estúpidamente repetidos problemas que sufrimos los argentinos.

El premio Nobel de la Paz en ayuda del espía en apuros

Actualmente el gobierno del ex espía Abiy Ahmed, se encuentra en serios aprietos políticos y económicos. Con motivo de la agenda occidental que pretende llevar a cabo, y del descalabro que provocaron las medidas neoliberales que adoptó, como si fuera un menem africano.

Políticamente sus aliados de la etnia tigré, se quejan de que el primer jefe de Gobierno oromo de Etiopía, no consulta sus movimientos. El descontento prendió también en los militares, a tenor de la asonada de soldados registrada en octubre del 2018, que el primer ministro calificó de tentativa golpista para «abortar las reformas» y acabar con su vida. Que se sumó a un atentado con granadas dirigidas contra la multitud, en un acto que él presidía en junio de ese año, que costo dos muertos y numerosos heridos.

También enfrenta un resurgimiento de la violencia étnica, como consecuencia del federalismo étnico, que acorde con las premisas occidentales, el espía Abiy Ahmed procura modificar. Por el cual Etiopía distribuye el poder político con criterios étnicos, con las principales etnias del país representadas por partidos exclusivos, que gobiernan las regiones donde cada etnia es mayoría. Que acá en Latinoamerica en vez de calificarse como etnias, se denominan naciones.

Respecto la cuestión económica, el FMI al concretar el rutinario informe artículo IV, recientemente apuntó respecto Etiopía tópicos que parecen calcados al de nuestro país: “La misión apoya la ambiciosa agenda de reformas anunciada por el Primer Ministro con el objetivo de abrir partes importantes de la economía a la competencia y alentar la inversión del sector privado.”

“Al mismo tiempo, deben intensificarse las medidas para reducir los préstamos del sector público y devolver la inflación al objetivo, ya que los desequilibrios externos y el endeudamiento siguen siendo una fuente de riesgo macroeconómico.”

“La misión alienta a las autoridades a mantener una política monetaria y fiscal adecuadamente ajustada, junto con un régimen cambiario más flexible, e implementar reformas destinadas a desarrollar el sistema financiero y los mercados.”

“Estas políticas macroeconómicas, combinadas con las reformas anunciadas, mejorarán la competitividad, reducirán los desequilibrios externos y reconstruirán los amortiguadores, al tiempo que aumentan el potencial de crecimiento de la economía en el mediano plazo.”

Por su parte el Comité Nobel Noruego, al tratar de explicar el premio Nobel por la Paz otorgado al ex espía Abiy Ahmed, tras relatar sus realizaciones y las dificultades que enfrenta en su gobierno, paternalmente nos explica que en realidad el Premio Nobel por la Paz, igual que el de Obama, no sería un premio. Sino una palmada de aliento, para tratar de ayudarlo a hacer lo que Occidente quiera que haga. O sea otra forma de injerencia, realizada desde la superioridad cultural y étnica, disfrazada como premio, para impulsarlo que cumpla con la agenda occidental.

Al respecto, como se puede apreciar en la transcripción de los fundamentos de la premiación que seguidamente se transcriben, el Comité Nobel Noruego dice: “Sin duda, algunas personas pensarán que el premio de este año se otorga demasiado pronto. El Comité Nobel noruego cree que ahora los esfuerzos de Abiy Ahmed merecen reconocimiento y necesitan estímulo.”

«El Comité Nobel noruego espera que el Premio Nobel de la Paz fortalezca al Primer Ministro Abiy en su importante trabajo por la paz y la reconciliación. Etiopía es el segundo país más poblado de África y tiene la economía más grande de África Oriental.” Solo faltaba agregarle, y además es un aliado clave de EEUU y la OTAN.-

El Comité Nobel Noruego decidió otorgar el Premio Nobel de la Paz 2019 al primer ministro etíope Abiy Ahmed Ali por sus esfuerzos para lograr la paz y la cooperación internacional, y en particular por su iniciativa decisiva para resolver el conflicto fronterizo con la vecina Eritrea. El premio también está destinado a reconocer a todas las partes interesadas que trabajan por la paz y la reconciliación en Etiopía y en las regiones de África oriental y nororiental.

Cuando Abiy Ahmed se convirtió en Primer Ministro en abril de 2018, dejó en claro que deseaba reanudar las conversaciones de paz con Eritrea. En estrecha cooperación con Isaias Afwerki, el Presidente de Eritrea, Abiy Ahmed rápidamente elaboró los principios de un acuerdo de paz para poner fin al largo estancamiento «sin paz, sin guerra» entre los dos países. Estos principios se establecen en las declaraciones que el primer ministro Abiy y el presidente Afwerki firmaron en Asmara y Jeddah en julio y septiembre pasados. Una premisa importante para el avance fue la voluntad incondicional de Abiy Ahmed de aceptar el fallo de arbitraje de una comisión internacional de fronteras en 2002.

La paz no surge de las acciones de una sola parte. Cuando el primer ministro Abiy extendió la mano, el presidente Afwerki la tomó y ayudó a formalizar el proceso de paz entre los dos países. El Comité Nobel noruego espera que el acuerdo de paz ayude a lograr un cambio positivo para toda la población de Etiopía y Eritrea.

En Etiopía, incluso si queda mucho trabajo, Abiy Ahmed ha iniciado importantes reformas que dan a muchos ciudadanos la esperanza de una vida mejor y un futuro más brillante. Pasó sus primeros cien días como Primer Ministro levantando el estado de emergencia del país, otorgando amnistía a miles de prisioneros políticos, descontinuando la censura de los medios, legalizando grupos de oposición prohibidos, destituyendo a líderes militares y civiles sospechosos de corrupción, y aumentando significativamente la influencia de mujeres en la vida política y comunitaria etíope. También se ha comprometido a fortalecer la democracia celebrando elecciones libres y justas.

A raíz del proceso de paz con Eritrea, el Primer Ministro Abiy ha participado en otros procesos de paz y reconciliación en África oriental y nororiental. En septiembre de 2018, él y su gobierno contribuyeron activamente a la normalización de las relaciones diplomáticas entre Eritrea y Yibuti después de muchos años de hostilidad política. Además, Abiy Ahmed ha tratado de mediar entre Kenia y Somalia en su prolongado conflicto sobre los derechos a un área marina en disputa. Ahora hay esperanza de una solución a este conflicto.

En Sudán, el régimen militar y la oposición han vuelto a la mesa de negociaciones. El 17 de agosto, publicaron un borrador conjunto de una nueva constitución destinada a asegurar una transición pacífica al gobierno civil en el país. El primer ministro Abiy desempeñó un papel clave en el proceso que condujo al acuerdo.

Etiopía es un país de muchos idiomas y pueblos diferentes. Últimamente, han surgido viejas rivalidades étnicas. Según observadores internacionales, hasta tres millones de etíopes pueden ser desplazados internos. Eso se suma al millón de refugiados y solicitantes de asilo de los países vecinos. Como primer ministro, Abiy Ahmed ha tratado de promover la reconciliación, la solidaridad y la justicia social. Sin embargo, muchos desafíos siguen sin resolverse. La lucha étnica continúa aumentando, y hemos visto ejemplos preocupantes de esto en las últimas semanas y meses.

Sin duda, algunas personas pensarán que el premio de este año se otorga demasiado pronto. El Comité Nobel noruego cree que ahora los esfuerzos de Abiy Ahmed merecen reconocimiento y necesitan estímulo.

El Comité Nobel noruego espera que el Premio Nobel de la Paz fortalezca al Primer Ministro Abiy en su importante trabajo por la paz y la reconciliación. Etiopía es el segundo país más poblado de África y tiene la economía más grande de África Oriental.

Una Etiopía pacífica, estable y exitosa tendrá muchos efectos secundarios positivos y ayudará a fortalecer la fraternidad entre las naciones y los pueblos de la región. Teniendo en cuenta las disposiciones de la voluntad de Alfred Nobel, el Comité Nobel noruego ve a Abiy Ahmed como la persona que en el año anterior hizo más para merecer el Premio Nobel de la Paz para 2019.

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