BOLSONARO PRESIDENTE DE BRASIL: ¿Y AHORA QUE?


Por La Izquierda Diario   ***

El ultraderechista Jair Bolsonaro asumió este martes 1 de enero la presidencia de Brasil. Abundan las incógnitas sobre el carácter de su gobierno, las alianzas internacionales y los límites internos de la coalición que lo llevó al poder.

En la tarde de este martes 1ro de enero el ultraderechista Jair Bolsonaro asumió oficialmente como el 38° presidente de Brasil, tras haber triunfado en segunda vuelta en las elecciones más manipuladas de la historia reciente del país.

Bolsonaro se impuso con el 55% de los votos en el balotage de octubre, en el cual enfrentó al candidato del Partido de Trabajadores (PT), Fernando Haddad. El excapitán ultraderechista se había convertido en las últimas semanas de la campaña electoral, y tras el fracaso del centro político del PSDB, en el candidato de una coalición poderosa que incluyó a la corporación judicial y mediática, el estáblishment económico, las iglesias evangélicas, los terratenientes y la cúpula militar.

Con una manipulación sin precedentes, el poder judicial llevó adelante todo tipo de arbitrariedades para encarcelar a Lula, el único candidato que podía ganar en primera vuelta, eliminando en ese acto el derecho democrático elemental del pueblo brasileño a votar a quién quiera.

A ese primer acto le siguió una serie de maniobras para evitar que Lula aparezca en las publicidades del PT e incluso que pueda dar reportajes o enviar mensajes a sus votantes.

A las arbitrariedades del partido judicial se sumó la injerencia directa de la cúpula del Ejército, que primero salió a amenazar a los jueces con intervenir en caso de que dejaran a Lula en libertad y luego dieron todo su respaldo público a Bolsonaro como candidato de la fuerza.

La manipulación se completó con la corporación mediática suavizando los rasgos más repudiables de Bolsonaro y dejando correr las «fake news» contra Haddad, mientras que los empresarios financiaban en forma ilegal una campaña multimillonaria de spam via WhatsApp para fortalecer la figura del excapitán y degradar la de sus opositores. Este delito de financiamiento ilegal fue encubierto por la justicia, que se negó a investigar, como así también lo viene haciendo con el reciente escándalo que involucra a varios miembros del clan Bolsonaro por depósitos y transferencias irregulares de parte del policía retirado Fabricio Queiroz, exchofer del hijo de Bolsonaro.

La escandalosa trama de apoyo de la corporación judicial a la candidatura del ultraderechista quedó en evidencia con el otorgamiento del Ministerio de Justicia al juez Sergio Moro. Moro es el principal responsable de la operación Lava Jato, que incluyó todo tipo de arbitrariedades como detenciones coercitivas, prisión preventiva y delación premiada, hasta llegar a la detención del propio Lula sentenciado en segunda instancia a 12 años de prisión. El razonamiento es bastante simple, el juez que deja fuera de juego al único candidato que puede ganar en primera vuelta y después allana el camino para el triunfo de Bolsonaro, es quién termina siendo premiado con el Ministerio de Justicia del próximo Gobierno.

Las preguntas sobre el carácter y los límites de la presidencia de Bolsonaro son múltiples, ya sea por los condicionamientos que pueda ponerle la coalición (heterogénea) que lo llevó al poder, por la falta de un cheque en blanco de parte de sus electores que lo votaron centralmente por sus promesas honestistas y securitarias (pero no por su perfil racista, misógino y xenófobo), por las adversas condiciones económicas internacionales, y sobre todo porque para poder pasar los brutales planes de ajuste y privatizaciones que anunció debe lidiar con la relación de fuerzas real entre las clases, y una clase obrera que no fue derrotada y viene de enfrentar la reforma previsional de Temer en 2017.

http://www.laizquierdadiario.com/Especial-Bolsonaro-presidente-de-Brasil-y-ahora-que?utm_source=newsletter&utm_medium=email&utm_campaign=Newsletter

Enlace permanente a este artículo: http://ellibertadorenlinea.com.ar/2019/01/02/bolsonaro-presidente-de-brasil-y-ahora-que/