«…QUE LOS MAS INFELICES SEAN LOS MAS PRIVILEGIADOS…» (ARTIGAS)

por Miguel Núñez Cortés   ***

En estos momentos, en que el vacío patrio se hace notar con la misma crudeza del frío patagónico, los vientos ululantes de la Cordillera, el bullicio animal oculto en los Esteros de la Mesopotamía o con la violencia potencial contenida en los ríos Paraná y Uruguay, es bueno recordar a los hombres de la Patria Grande. Es perentorio, decisivo, apremiante, ineludible.

Qué menos que entrar en el recuerdo amado de don José Gervasio Artigas. Para la oligarquía de entonces, no muy distinta de la actual y fecunda madre de nuestro sistema político, salvo ciertas interrupciones nacionales, populares y democráticas, don Gervasio fue para aquellos apropiadores alguien al que había que enterrar históricamente.

Hay una frase de Vicente Fidel López que define el odio de la clase dominante hacia el ilustre patriota; es la que señala que “antes de vivir bajo Artigas preferiríamos el dominio portugués sin ningún atajo”

Quienes manejaban el comercio en Buenos Aires a través de la Aduana, se convertían en amos y señores del intercambio con el mundo y fundamentalmente con la Gran Bretaña.

Ser dueños de la Aduana, era dejar olvidadas a las provincias entre los dolores de sus miserias, ya que la apertura indiscriminada de las importaciones destruían sus incipientes industrias y manufacturas artesanales.

Y con el patrocinio glorioso de Artigas volveremos a memorar una vez más aquello que signó para siempre  la matriz histórica con la que fuimos “moldeados” (sic)  a través de la enseñanza “publica, gratuita y obligatoria”. Fue un magistral plan político pergeñado para perpetuar a “cal y canto” esa concepción  fundacional, convertida en madre nutricia del pensamiento único, liberal y depredador, reavivado a partir del 2015.

¿qué es por caso el uso vil del símbolo patrio, dentro de un consulado argentino, formando parte de la pose escenográfica de Christine Lagarde, en un acto más de humillación a los principios de un país que hasta hace tres años fue soberano?

Se preguntará el lector qué relación hay entre la crítica situación de la Argentina y don Gervasio Artigas. ¡Muchas … tantas!

En el campamento de Artigas fueron electos los diputados orientales que debían concurrir a la Asamblea Nacional General Constituyente (Asamblea del año XIII), fijada en la Ciudad de Buenos Aires, y cuyas instrucciones dictadas el 13 de abril de 1813, para el desempeño de su encargo, reclamaban:

“Declaración de la Independencia absoluta de estas Colonias, para que ellas estén absueltas de toda obligación de fidelidad  a  la  Corona  de  España  y  familia de los Borbones y que cualquier conexión política entre ellas y el Estado de la España es y debe ser totalmente disuelta”.

Cada proyecto tiene una expresión política, que necesariamente ciñe con un grueso cordón las acciones vinculadas con el robustecimiento de la dignidad social y un encuadre asociativo con los demás  pueblos de la América del Sur. De ahí las citas a don José Gervasio Artigas.

En “Cosas de Artigas”, Víctor Lima, ha compuesto bellas estrofas:

Mi autoridad emana de vosotros”
—les dijo Artigas a sus patriotas—
y ante vuestra presencia soberana,
termina de inmediato, cesa sola.

“Seamos ilustrados y valientes
cayendo con la lanza entre las manos,
techando con estrellas nuestros sueños,
de corazón que maduró temprano […]”


¡Nos hacen tanta falta tus palabras, querido Oriental!

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