EL SENADO Y LA DEMOCRACIA PARA RICOS


Por Sol Cheliz y Federico Puy   ***

De espaldas a millones, la casta reaccionaria de macristas, radicales y peronistas que pueblan el Senado rechazó el proyecto de ley sobre la legalización del aborto, tal como se lo exigió el mismísimo Papa Bergoglio. El Senado y su lugar dentro de la democracia para ricos.


Un verdadero Jurassic Park

La creatividad con que se manifestó la revelación del carácter reaccionario del Senado recorrió las redes sociales y las manifestaciones artísticas del mismo 8A, emparentando a la vetusta institución con un parque jurásico de dinosaurios.

No muy lejos de la verdad con el atinado apodo, el término Senado viene del latín “senex”, que significa anciano. Se trata de una institución arcaica que tiene su origen en la Roma antigua donde las familias acomodadas esclavistas encontraban su órgano de gobierno en el senado, o consejo de ancianos.

La función de la “cámara alta” o senado en la historia de la dominación burguesa ha sido la de ponerle un límite aún mayor al amañado sistema parlamentarista. Un organismo cuya función es parte de un “sistema de contrapeso y frenos” para balancear la representatividad más popular en términos relativos de la “cámara baja”, a favor de los sectores más privilegiados y conservadores.

En Inglaterra, cuna del “parlamentarismo”, aún se denomina la Cámara de los Lores que funciona junto a la Cámara de los Comunes, toda una declaración del título de nobleza que le dio origen.

En Argentina la composición y sistema de elección más reaccionario en este sentido fue el otorgado por la efímera Constitución de 1819, en la que el Senado se componía de los representantes de las provincias, junto a obispos y eclesiásticos, militares y hasta los rectores de las universidades mediante elección censitaria. La de 1853 y 1860 se basaron en una consideración federal, base de la actual Constitución reformada a partir del Pacto de Olivos, aunque se trata de un federalismo no en beneficio del pueblo trabajador de las provincias que lo componen sino de los gobernadores y sus benefactores burgueses (“nacionales” e imperialistas) manteniendo la esencia del carácter cuasi feudal del Senado.

¿Alguien se atrevería a afirmar por ejemplo que los senadores de las provincias del nordeste representan los intereses de la enorme población de trabajadores rurales en condiciones de semiesclavitud?
¿o que los patagónicos no son los legítimos herederos de Roca y Chevrón antes que del pueblo mapuche y los trabajadores petroleros?

El régimen político argentino está diseñado para sub-representar a los distritos más numerosos, donde se concentran los principales batallones de la clase trabajadora, los pobres urbanos y la juventud estudiantil. Esto ya ocurre en la Cámara de Diputados porque la división por distritos provinciales hace que, por ejemplo, haya un diputado de la provincia de Buenos Aires por cada 220 mil habitantes mientras que en Tierra del Fuego hay uno cada 25 mil. Sin embargo, los votos de los diputados “valen lo mismo” a la hora de decidir cosas como el saqueo a los jubilados o el pago a los fondos buitres.

En el Senado esta subrepresentación aumenta porque todas las provincias eligen tres representantes, sin importar la cantidad de habitantes y electores que tenga cada una. Por lo tanto, un Senador por la provincia de Buenos Aires representa a 5 millones de habitantes mientras que un Senador por Tierra del Fuego representa a 42 mil. ¿Este es el juego de la representatividad de la democracia burguesa?

Un reducto de privilegiados con atribuciones

Actualmente luego de la reforma constitucional de 1994, el Senado se conforma de 72 miembros, “representando” a las 23 provincias y la ciudad de Buenos Aires. La duración del mandato es de seis años (un período mayor al de cualquier cargo), y la cámara se renueva a razón de un tercio cada dos años.

Para ser senador se requiere “tener la edad de treinta años, haber sido seis años ciudadano de la Nación, disfrutar de una renta anual de dos mil pesos fuertes o de una entrada equivalente, y ser natural de la provincia que lo elija, o con dos años de residencia inmediata en ella” (Art. 55 C.N.). La reaccionaria constituyente del ´94, cuyo único fin esencial fue dar al presidente la reelección, ¡ni siquiera guardó las formas en quitar de este artículo el requisito de una renta!

Un senador hoy puede alcanzar un sueldo neto de $ 200.000, entre salario, canje de pasajes y plus por desarraigo, como es el caso de Valverde. Veinte veces más que el salario mínimo, vital y móvil, que hoy está en $10.000. Un contraste contundente. Sería imposible de entender esta actitud sino es porque los senadores forman parte de una casta política de sueldos exorbitantes y privilegios inusitados, como obtener $ 70.000 de más a cambio de canjear pasajes no utilizados.

En cuanto a las atribuciones del Senado, entre otras, cuenta con la de dar autorización al Presidente para declarar el Estado de Sitio en caso de ataque exterior, ser cámara de origen en la Ley Convenio sobre coparticipación federal de impuestos, y la de prestar acuerdo al Poder Ejecutivo para la designación de magistrados judiciales y de oficiales superiores de las Fuerzas Armadas.

Por su composición, restricciones y atribuciones el Senado compone una verdadera casta cuasi feudal, poblada de apellidos patricios además de un lugar de “retiro” de ex presidentes y gobernadores (sin ir más lejos actualmente hay tres ex presidentes: Cristina Fernández, Adolfo Rodríguez Saa y Carlos Menem).

Una institución para reforzar la representación y “gobernabilidad” de los partidos tradicionales

El mecanismo por el cual se eligen los senadores, tres por provincia correspondiendo dos bancas al partido político que obtenga el mayor número de votos, y la restante al partido político que le siga en número de votos, facilita la representación de los partidos burgueses tradicionales y dificulta aún más que la cámara de diputados el acceso de representantes de los intereses del pueblo trabajador. Incluso en la Provincia de Buenos Aires y la ciudad homónima, más aún por la subrepresentación.

El caso de Pino Solanas por ejemplo, quien apareció como un “plebeyo” para los ojos del público juvenil pero no de los mayores con algo de memoria, ingresó al senado nada más y nada menos que a través de la, ya fracturada, alianza UNEN con Elisa Carrió.

Oficialismo y oposición burguesa, con alternancia entre los partidos tradicionales, han sostenido la gobernabilidad de los empresarios para atacar los intereses del pueblo trabajador. Ejemplos pasados, y que fueron gestando el “que se vayan todos”, se pueden encontrar en el escándalo de la ley “Banelco” como se bautizó a la reforma laboral de la ruista parida con la coimas en el senado, la ley de superpoderes a Cavallo y el recorte de los salarios estatales y jubilaciones en el 2001 con la venia del peronismo. Actualmente, el macrismo no tiene mayoría en el Senado ni en el Congreso y para las diferentes leyes de ajuste contó siempre con los votos del peronismo. Ayer contra los jubilados, hoy contra las mujeres.

Miguel Ángel Pichetto, jefe de la bancada del Peronismo Federal que representa a los gobernadores, operó sobre las grandes leyes con el macrismo. Recordemos que el ahora flamante candidato a presidente, fue protagonista en la bochornosa contrarreforma jubilatoria que se consumó en diciembre del año pasado, donde junto a su bloque otorgó los votos necesarios para consagrar por ley el saqueo.

También el Consenso fiscal y la ley de Responsabilidad Fiscal fueron acordados por el gobierno nacional y los mandatarios de todas las provincias, a excepción de San Luis. Un acuerdo que congela el gasto de las provincias que impactará en la salud, la educación, y medidas que desfinanciarán la ANSES.

Cabe señalar también que muchos de los senadores y senadoras que votaron en contra del derecho al aborto habían ingresado a la Cámara Alta en años anteriores como candidatos del Frente para la Victoria, cuando era la propia Cristina Kirchner, todavía como presidenta, la que tenía una influencia importante en la elección de los candidatos para las listas. Algunos de ellos se destacaron por hacer los discursos más retrógrados como Rodolfo Urtubey.

La abolición del Senado y el llamado a la movilización por una Asamblea Constituyente Libre y Soberana

La división de poderes es una farsa, siendo que se trata una subdivisión y reparto del poder de una misma clase explotadora. Inspirado en la experiencia de la Comuna de París de 1871, Marx sacaba la conclusión de la necesidad de poner fin a las instituciones emanadas de la división de poderes, por medio de la fusión entre las funciones ejecutivas y legislativas en una Cámara única y que todos los jueces y funcionarios de Estado ganen como un trabajador y sean revocables.

León Trotsky a mediados de 1934 durante la ola de huelgas en Francia que surgía como respuesta a la ofensiva de la burguesía, pero donde aún sobrevivían fuertes ilusiones democráticas por influencia de las direcciones obreras reformistas, planteaba: “Somos, pues, firmes partidarios del estado obrero campesino, que arrancará el poder a los explotadores. Nuestro objetivo primordial es el de ganar para este programa la mayoría de nuestros aliados de la clase obrera. Sin embargo, y mientras la mayoría de la clase obrera siga apoyándose en las bases de la democracia burguesa, estamos dispuestos a defender tal programa de los violentos ataques de la burguesía bonapartista y fascista. Sin embargo, pedimos a nuestros hermanos de clase que adhieren al socialismo “democrático”, que sean fieles a sus ideas: que no se inspiren en las ideas y los métodos de la Tercera República sino en los de la Convención de 1793.”

Y sobre esta base establecía un programa de acción que junto a medidas para que la crisis no la pagaran los trabajadores, incorporaba una serie de consignas democráticas radicales: «¡Abajo con el Senado, elegido por sufragio limitado, y que convierte la potencia del sufragio universal una mera ilusión! ¡Abajo la presidencia de la República, que sirve como punto oculto de concentración para las fuerzas del militarismo y de la reacción! Una asamblea única debe combinar los poderes legislativo y ejecutivo. Sus miembros serían elegidos por dos años, mediante sufragio universal de todos los mayores de dieciocho años, sin discriminaciones de sexo o de nacionalidad. Los miembros serán elegidos sobre la base de las asambleas locales, constantemente revocables por sus electores, y reciben el salario de un trabajador calificado.» (Un programa de acción para Francia)

Frente a la naturaleza reaccionaria del Senado, como hemos visto, planteamos como parte de un programa su abolición, junto a la figura presidencial que tiene poderes de “monarca”, y reemplazarlo por una cámara única con miembros elegidos por sufragio universal entre todos los mayores de 16 años, con lista conformada por distrito único combinada con una proporcionalidad para que todas las provincias tengan su representación. Todas las decisiones que atañan en forma directa a los estados provinciales deberán votarse con una mayoría especial en ésta cámara.

Para imponer esta demanda democrática, junto a la separación de la iglesia y el Estado, conquistar el derecho al aborto legal, seguro y gratuito, para terminar con la justicia corrompida y la casta judicial reemplazándola por la elección directa de los jueces y por jurados populares, y por un programa de salida de fondo a la crisis para que no la paguen los trabajadores empezando por el no pago de la deuda, es que llamamos a las mujeres, los trabajadores y la juventud a luchar por imponer una Asamblea Constituyente Libre y Soberana. Electa en todo el territorio nacional como distrito único, a razón de un diputado constituyente cada 20.000 habitantes mayores de 16 años.

Esta experiencia chocará con la resistencia del gran capital, su Estado y agentes políticos, que buscan dar una salida por derecha a la crisis actual, y permitirá comprender más claramente a millones la necesidad de la lucha revolucionaria por un gobierno de los trabajadores.

Como socialistas revolucionarios, estamos por expropiar a los capitalistas y por una democracia directa basa en consejos de los trabajadores, con diputados revocables para decidir todas las medidas políticas y económicas. Siendo que aún somos una minoría, pero dada la situación actual de decadencia económica y política, es que llamamos a la mayoría del pueblo trabajador pelear codo a codo por imponer esta Asamblea Constituyente que funcione como una gran cámara única deliberativa y ejecutiva para resolver estas medidas en forma urgente y acabar con los padecimientos mayores que se preparan.

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