por Alejandro Mosquera ***
El sistema de persecución abierta por el gobierno y el poder real, en conjunto con la fracción derechista y aventurera del poder judicial y en colusión con los medios hegemónicos, es un monstruo que pide victimas todos los días para seguir vivo.
Es una dinámica que sus promotores no controlan, toma vida propia y exige devorarse nuevos cuerpos todos los días.
El gobierno no controla la economía, la políticas de endeudamiento masivo, tasas altísimas -ahora en el 45%-, achicamiento del gasto, ajuste y reducción de impuestos y retenciones a las corporaciones arruinaron el Estado. No solo vivimos un desastre en la economía real, en la producción y el trabajo, sino que han hundido al país en una vulnerabilidad que cualquier expresión de la crisis mundial producirá efectos devastadores hacia el país. Por supuesto hay que sumar la entrega de la soberanía política al FMI que ahora tiene que autorizar cada medida importante.
El plan de sobrevivencia del gobierno exige nuevas victimas de la guerra jurídica y la operaciones de inteligencia y así alimentar la gigantesca maniobra de manipulación de la sociedad.
Saben que no inciden en una gran parte de la población que reconocen las intenciones de construir una agenda pública por fuera de los problemas acuciantes que viven los ciudadanos.
Sin embargo conviene ver y analizar que uno de los umbrales comunes de la mayoría de los argentinos pos dictadura esta siendo destruido en una naturalización sobre que las garantías procesales, el debido proceso, puede ser vulnerados si coincide en sus victimas con los adversarios políticos o ideológicos. De ninguna otra manera puede entenderse como una parte de la sociedad democrática pueda ver como “justo” o por lo menos mirar para otro lado en la vulneración tan violenta del Estado de Derecho: prisiones preventivas como pena adelantada que quienes no tienen capacidad de entorpecer la causa y que siempre están a derecho presentándose ante cada citación judicial, sentencias sin pruebas, encarcelamiento para presionar sobre empresarios para convertirlos en arrepentidos, secretos de sumarios estrictos para defensores y públicos para toda la prensa adicta al régimen, oscuras tácticas para quedarse con causas que no van a sorteo para evitar que caigan en algún juez o fiscal imparcial.
Esta batalla por la libertad, por la Constitución, por la igualdad ante la ley, no solo es por Bonadío y los operadores del Gobierno en la Justicia y en la AFI, o por Morales en Jujuy, es por los cimientos de la democracia. El régimen macrista se torna cada día en mas autoritario.
Y en su debilidad acrecienta su salvaje ataque al estado de derecho. Es una batalla cultural que exige que todos participemos. Incluido aquellos que apoyaron a Cambiemos, de los partidos que no comparten ni las ideas y acciones del gobierno anterior pero que han sido parte de la lucha contra las formas represivas del estado. Es una exigencia para los periodistas y comunicadores incluso aquellos que sienten adversión del populismo pero que siempre han sido parte de las causas dem
Las acciones en espejo del Brasil golpista están destinadas a proscribir a CFK. Cual será la forma que tome es muy discutible, pero el objetivo está claro.mHay que estar muy intoxicado por la propaganda para no darse cuenta.
En su escrito presentado hoy la ex-presidenta trata de correr el velo, parte de ello es cuando vuelve a reiterar su pedido de que se audite toda la obra pública, la de su gobierno, la de otros , la de la ciudad y las provincias. Necesitamos investigar toda la corrupción eso exige una justicia independiente y eficaz. Necesita de la plena vigencia del Estado de derecho. Como ha sostenido el Manifiesto Argentino: el país, la República, la democracia exige una transformación profunda de la justicia, no hay parches, se necesita la valentía cívica para comenzar de cero, y será quizás la tarea mas urgente cuando los autoritarios y ajustadores dejen el gobierno por el peso de los votos y la resistencia de nuestro pueblo.
