MODELO ECONÓMICO INVIABLE Y GENOCIDA

Por Carlos Andrés Ortiz    ***

Déficit comercial muy abultado y creciente. Déficit fiscal, no solo el primario (ingresos corrientes menos egresos corrientes), sino también muy acentuado el déficit fiscal general, a consecuencia de la enorme y creciente magnitud de los intereses de la deuda externa (en muchos casos contraída a valores usurarios), más la descomunal deuda interna de los diversos bonos emitidos por el Banco Central, cuya “solución” pírrica ya ideada es transformarla en más deuda externa.

Déficit creciente y ya a montos impagables, de la Balanza de Pagos, a consecuencia de la sumatoria de medidas predatorias que conforman el accionar básico del modelo neoliberal, de tan nefasta consecuencias en cuantos lugares fue aplicado.

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Por dos años y medio ese déficit fue “tapado” con el endeudamiento como única “política de Estado” de este desmadre presentado como “plan de gobierno”, que además de groseras improvisaciones, marchas y contramarchas, incurrió en maniobras burdas de negociados impresentables exhibidos como “hechos naturales” o “inocentes acciones”, en un listado que completo sería ya de volumen enciclopédico.

Fuga de divisas exacerbada por la falta total de controles a las entradas y salidas de divisas al como sea, permitiendo e incluso promoviendo actividades especulativas desenfrenadas.

Apertura aduanera casi total, que nos ahoga a la industria nacional y profundiza el descomunal déficit comercial.
Verdadera orgía saqueadora, en las actividades extractivas (minería, petróleo, gas), en las que el “Estado ausente” es el cómplice para que se exporte prácticamente sin controles, para que se exporte y reimporte (en los casos de hidrocarburos con Chile y Shell y/u otras petroleras multinacionales), y que las divisas nunca lleguen a Argentina, o solo lleguen migajas, para luego permitir que vayan a la fuga de divisas o a la timba financiera.

Hiper utilidades de los Bancos y Financieras, con los negociados de las Lebacs, de los Botes y otros bonos de deuda con tasas astronómicas, con la compra venta de divisas, y con los servicios bancarios a costos enormes, impagables para cualquier actividad productiva que no sea meramente especulativa.

Acciones premeditadas con alevosía, para desindustrializar rápida y brutalmente a nuestro país, bajo la falacia de la “reconversión productiva”, perverso concepto que esconde el objetivo real, que es transformar a los industriales en meros importadores, haciendo desaparecer a quienes se nieguen o carezcan de espaldas financieras para eso,

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además de empujar a multitudes de obreros capacitados, a las calles, transformándolos en desocupados crónicos, y aumentando el drama social generalizado.

Desarticulación, o en algunos casos desguace total, o en otros ahogos presupuestarios y cancelaciones de valiosos proyectos en curso, en todos los institutos de desarrollo tecnológico del Estado Nacional, incluyendo a las Universidades Nacionales. Además del enorme daño a la ciencia pura y aplicada argentina, esto corta todas las exportaciones con alto valor agregado propio, y nos lleva al dependiente rol de importadores netos de tecnología, como lo fuimos hasta mediados del siglo XX.
El supuesto “mejor equipo de los últimos 50 años”, según se llenó la boca el mendaz presidente de la CEOcracia apátrida, resulta indudablemente ser el peor equipo de nuestros 200 años, con errores e improvisaciones a granel, además de claras luchas entre intereses corporativos, representados por diversos ministros y otros funcionarios. Pero en lo que no parecen equivocarse es en montar jugosas diferencias a favor de sus propios intereses, a costa del Estado (o sea de todos los argentinos), como en los casos de dólar futuro, de la casi concretada auto condonación de deuda en el bochornoso caso del Correo Argentino y el Grupo Macri, los beneficios tarifarios en servicios públicos y combustibles a favor de socios y amigos a costa del pueblo, y un largo etcétera.

Achicamiento y destrucción del mercado interno, a consecuencia de la brutal concentración de la riqueza a manos de las oligarquías y los sectores especulativos, con bajas de salarios, políticas de despidos masivos en el Estado (mientras lo llenan de “ñoquis gourmet” {*}), y de despidos en el sector privado, por caídas de la actividad a consecuencia de las políticas neoliberales de desguace económico masivo. Sin mercado interno, invadido además lo poco que queda de él con productos importados, la industria argentina no podrá recuperarse, además que incluso están afectando hasta la extinción, a productores lecheros, de cerdos, pollos, pequeños ganaderos, quinteros (productores de hortalizas), fruteros antes consolidados, como los del Alto Valle del Río Negro, y muchos otros.

Como si fuera poco, y como para dejar en claro a la gente, que vinieron para destruir todo y llevarnos a los empujones a la terrible realidad semi feudal oligárquica del siglo XIX, están cerrando escuelas primarias, secundarias, institutos de profesorados, volviendo inviables a las Universidades Nacionales, vaciando hospitales e incluso planificando desguaces para –con fuertes presunciones- perpetrar negociados inmobiliarios, como el emblemático Hospital de Clínicas (el mismo que atendió a las víctimas del “bombazo” en la AMIA), el Hospital Borda (parcialmente destruido previo apaleo a médicos, enfermeras y pacientes), el Jardín Zoológico de Bs. As, Campo de Mayo, etc.

Lo precedente implica, que los pobres no puedan estudiar y no se puedan curar, o sea un genocidio silencioso e implacable; y que las empobrecidas clases medias se arreglen como puedan, cada vez peor, mientras a los oligarcas con todos los servicios caros a su disposición, como élites ultra privilegiadas, nada les importa el pueblo común.
Como todo este perverso modelo solo “cierra” con una represión brutal y desalmada, están “adoctrinando adecuadamente” a las fuerzas de seguridad, con instructores especializados en represión (de los anglosajones y de Israel, según trascendió por los acuerdos que se difundieron casi a soto voce, así como en “el proceso” tuvieron instructores franceses especializados en técnicas de torturas, aplicadas en la cruenta guerra de Argelia).

El macrismo no cambiará su brutal lineamiento político económico crudamente neoliberal, pues claramente su objetivo es llevarnos al feudalismo oligárquico del siglo XIX, no importándole si el costo de ello será el desguace nacional, acorde a los dictados del neo Plan Morgenthau, en vigencia según todos los indicios, ordenado por las Potencias Atlantistas para balcanizar a Argentina.

Con esa mentalidad de “bestias sedientas de sangre” (como dice la parte omitida de nuestro himno nacional) están formateando a los represores, cuyas consecuencias se pudieron ver o constatar en hechos aberrantes, sin castigo e incluso con felicitaciones por parte de la ministra de seguridad y del propio presidente. Entre otros hechos seguramente menos difundidos, se pueden puntualizar:

  • ​la “dudosa” muerte del artesano en el operativo contra los mapuches, con el posterior ascenso al gendarme que habría inducido o provocado el hecho, aun sin solución judicial;
  • ​el asesinato por la espalda de Nahuel, el poblador de Bariloche, hecho perpetrado por fuerzas de choque de la Prefectura, con la felicitación de Bullrich;
  •  el jubilado atropellado con notoria saña por una moto policial, (hecho visto en TV), durante una masiva manifestación de protesta en Buenos Aires, con el agravante que el anciano agredido no formaba parte de la manifestación;
  • ​los bastonazos a un furgón que fue parado en medio de una avenida de Buenos Aires, por parte de policías o gendarmes motorizados (se vio en TV), en ocasión de la cumbre del G 20 y la odiosa visita de Lagarde, del FMI;
  • ​la culposa desidia en la búsqueda del ARA San Juan y los malos tratos a los dolidos familiares de las 44 víctimas del presunto ataque británico y de la desidia oficial en todo el operativo, con un gobierno preocupado solo en “hacer buenas migas” con GB y EEUU, mientras desprecia abiertamente a la soberanía y maltrata a los civiles, en este caso parientes directos de uniformados;
  • ​la feroz frase atribuida a Macri, de “dinamitar” el Astillero Río Santiago, como se dijo en TV, actitud que como sea se corrobora con la desembozada política de destrucción industrial, perpetrada por este gobierno, todo bajo un manto de blindaje mediático y con insensibilidad total, hasta con evidente sadismo respecto a los daños causados y con hipocresía para negarlo o distorsionarlo;
  • ​el desguace de Fabricaciones Militares, como pieza clave de la destrucción industrial y tecnológica de Argentina, comenzó con Cavallo – Menem (2 íconos del neoliberalismo apátrida), y hoy prosigue con ferocidad bajo el macrismo, sucesor directo del “proceso” y el noventismo; todo bajo el silencio cómplice de los patrioteros de bandera y los patrioteros de bolsillo (los que solo se preocupan si les tocan sus salarios y menguados privilegios de casta), muy lejos de la mentalidad señera de grandes patriotas militares que supimos tener;
  • ​presuntos negociados inmobiliarios en marcha, con valiosos inmuebles de propiedad de las FFAA, ante los silencios cobardes y cómplices de los uniformados retirados de mentalidad liberal procesera, muy vocingleros en otros temas y contra otro tipo de gobiernos no oligárquicos, a diferencia de este gobierno que nos lleva a la disolución nacional, al cual votaron y apoyan con tanto entusiasmo;
  • ​proyecto en marcha de desjerarquización programada de las FFAA, para subordinarlas a operaciones represivas de las FFSS, o sea para utilizarlas como instrumentos de represión, para imponer al como sea la destrucción nacional en curso de perpetración;
  • ​Vergonzosa subordinación a las genocidas recetas del FMI, de catastróficas consecuencias en la Argentina de los años ’90, en otros países de la región, en Grecia, España, en la Rusia de Yeltsin, etc.

El tema no se agota.

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( * )

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“Ñoqui” es el que cobra sueldo sin ir siquiera a trabajar. “Ñoqui gourmet” es aquel que además de ser “ñoqui” cobra sumas muy elevadas, lo cual es práctica usual del macrismo para “premiar” a militantes importantes, familiares, amigos, etc., incluso inventando cargos insólitos e indefendibles, como la “Dirección Nacional de Movilidad en Bicicleta”.

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​Carlos Andrés Ortiz​

Analista de Temas Económicos y Geopolíticos

 

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