ECONOMÍA NACIONAL PARA NO ECONOMISTAS

 

Por Mauro Aguirre, Lic. Mario Codoni, Fabricio Grosso

El propósito es ofrecer un panorama a nuestros lectores en el aspecto económico nacional, elaborado para cualquier ciudadano común, que comprende a grandes rasgos que hoy el gobierno de Mauricio Macri nos está saqueando a los argentinos y argentinas.

Este documento tiene plena vigencia en la actualidad, apunta a esclarecer la forma en que se despoja económicamente a Argentina y América Latina, brindando información que sirva de instrumento para cada uno que tenga el compromiso de defender los intereses de la patria.

El Ingreso Nacional Neto.

«Estos asuntos de economía y finanzas son tan simples que están al alcance de cualquier niño. Sólo requieren saber sumar y restar. Cuando usted no entiende una cosa, pregunte hasta que la entienda. Si no la entiende es que están tratando de robarlo. Cuando usted entienda eso, ya habrá aprendido a defender la patria en el orden inmaterial de los conceptos económicos y financieros».  Raúl Scalabrini Ortiz.

“Robar un banco es un delito, pero más delito es fundarlo.”  ​Bertolt Bretch.

Muchos autores clásicos del pensamiento nacional escribieron acerca de la naturaleza de la dominación ejercida sobre la Argentina y el resto de los países latinoamericanos por parte de la extranjería. La lectura de estos autores nos permite decir que, si bien nuestro país tiene una independencia política formal, esto no deja de ser una fachada que esconde los motivos  de los sufrimientos y la desazón de muchos de nuestros compatriotas.

La Argentina ingresa dentro de la categoría “semi-colonia”. Esto quiere decir que no somos una colonia, en la medida en que no hay presencia de un ejército extranjero en nuestro territorio que impone un gobierno de ocupación, sino que la dominación se realiza a través de mecanismos más sutiles, como la Colonización Cultural y una especie de ésta que es la Colonización Pedagógica. Como decía Hans Morgenthau, es el imperialismo cultural la forma más sutil – y por lo tanto más eficaz — de dominación.

Se trata entonces de colonizar mentes y espíritus de millones de argentinos para dominar sin disparar una sola bala. Instrumentos de esta colonización pueden ser los medios de comunicación manejados monopólicamente y la Universidad, encargada específicamente de la Colonización Pedagógica. En este último punto nos queremos detener.

La llamada “Ciencia Económica”
En el caso del estudio de la Economía, nos enseñan en las aulas universitarias un solo enfoque o teoría económica como si fuera  una ciencia objetiva, despojada de subjetividad y de intereses defendidos. Es más parecido a una ciencia exacta que a una ciencia social. El resto de las doctrinas y teorías económicas se enseñan como eso: doctrinas y teorías; no “ciencia”.

Sintéticamente, ya que no es el objeto de este escrito, podemos afirmar que no existe la Ciencia Económica. Lo que existe es la Economía Política, puesto que la política y el Estado son quienes fijan las reglas de juego o “marcan la cancha” al desarrollo o subdesarrollo económico. Siempre. Cuando el Estado decide dejar que el precio del dólar lo fije el “mercado” (es decir, los monopolios que manejan el mercado) está tomando una decisión política (la de darle el manejo del precio del dólar a los monopolios u oligopolios). Los mismo ocurre cuando el Estado decide desregular determinada actividad económica, como puede ser la financiera o cualquier otra. Estas son decisiones políticas, por lo tanto, EL ESTADO SIEMPRE INTERVIENE EN LA ECONOMÍA, lo importante es conocer qué intereses defiende cuando interviene.El verso de la llamada “Ciencia Económica” se sostiene con un conjunto de sub-versos, repetidos de manera incansable por los medios monopólicos de comunicación y la cátedra, transformándolos en aparentes verdades. Algunos de éstos son mencionados por Alfredo Eric Calcagno en su obra “Versos para no pensar” y son los siguientes: “El mercado lo resuelve todo del mejor modo posible”, “La solución es la inversión extranjera”, “Tenemos que insertarnos en el mundo”, “Para desarrollarnos hay que desregular el sistema financiero”, etcétera. Cabe aclarar que el libro fue escrito en 1989 y sin embargo estos “versos” son repetidos actualmente por el Presidente y sus ministros. Vale decir que, a pesar del nombre de la alianza gobernante, nada ha cambiado.

Un conjunto de estudiantes de la Agrupación Universitaria Nacional, se está dedicando a estudiar los fundamentos de estos versos y refutarlos uno por uno. Estos documentos se pueden encontrar en el anexo del presente escrito. Aplaudimos este esfuerzo, ya que el simple hecho de buscar la comprensión de estos asuntos para no repetir versos como loros sin fundamentos, es ser un poco más libres.

Puesto que, entonces, la ardua tarea de la descolonización cultural requiere revisar y reelaborar todos los conceptos y categorías, hemos decidido comenzar por uno de los conceptos centrales de la Economía:

EL INGRESO NACIONAL NETO.
No sería extraño que algún colonizado se rasgue las vestiduras al leer este escrito. Es que es muy probable que lo que digamos aquí no coincida con lo señalado en manuales universitarios. Consideramos que ese es justamente el mérito. Más que los manuales nos guía el buen sentido y la convicción de que, como dice nuestro padrino Scalabrini Ortiz, «estos asuntos de economía y finanzas son tan simples que están al alcance de cualquier niño”. Advertimos esto porque sabemos, como decía Martín Fierro, que

“Canta el pueblero y es poeta,
canta el gaucho, y ¡ay Jesús!,
lo miran como avestruz, su inorancia los asombra, 
más siempre sirven las sombras  para distinguir la luz”

El “verso” del Ingreso Nacional y su contracara: el Ingreso Nacional Neto.

En la Universidad nos enseñan que el Producto Bruto Interno, o Ingreso Nacional, es “la sumatoria del valor de los bienes y servicios finales, no intermedios, producidos por una economía determinada en un período dado, generalmente un año”. Se supone entonces que, en la medida que el PBI de un país crece, ese país progresa; y se desprenden otras categorías a partir de ésta, como el PBI per cápita, que realiza una división del PBI por la cantidad de habitantes de esta economía, sin tener en cuenta las desigualdades en el reparto de ese Ingreso Nacional.

Cuando estudiamos la historia económica de nuestro país, vemos que la característica principal es la permanente transferencia de una parte importante del Ingreso Nacional al exterior. Dirían los inteligentes “la Argentina es un país exportador neto de capitales” o, dicho de otro modo, el valor de lo producido por el trabajo de todos los argentinos no se queda en su totalidad en nuestro país para ser reinvertido en su desarrollo, sino que una parte importante se va al exterior mediante mecanismos legales e ilegales. La contracara de la transferencia de la renta nacional al exterior es el permanente endeudamiento externo, cuyos montos anuales suelen ser casi simétricos. Este es un rasgo característico de los países semi-coloniales: transferencia y endeudamiento.

El concepto que sirve para pensar nuestro desarrollo económico, no es el de Ingreso Nacional o PBI, sino lo que hemos denominado “Ingreso Nacional Neto”. Esta categoría poco explicada en la academia se elabora a partir de restarle al Ingreso Nacional las transferencias al exterior, de manera tal de conocer realmente cuál es la renta que queda en el país para ser aprovechada por nosotros.

Luego de realizar esta cuenta, debemos necesariamente conocer de qué manera se distribuye ese ingreso nacional neto entre asalariados, profesionales, y los distintos sectores del capital (PYMEs, monopolios u oligopolios nacionales y extranjeros, industriales, exportadores, bancos, etc.) Pasando en limpio, se trata de saber cuánto queda en el país y cómo se distribuye.

Concentración y Extranjerización: una de las causas de la transferencia.

Según Martín Schorr, investigador del CONICET y especialista en Industria, la característica principal de la economía argentina, en particular luego del golpe de 1976, es la concentración y extranjerización económica. En su libro “Concentración y extranjerización” (2012) realiza un estudio sobre el comportamiento económico y la composición de las 500 empresas más grandes del país; y dice que, a partir de datos de la Encuesta Nacional de Grandes Empresas elaborada por el INDEC, el valor bruto de producción generado por las 500 empresas más grandes, nacionales y extranjeras, en relación al valor bruto de producción del total de la economía, creció del 21,9% promedio en el período 1993–2002 al 31,9% en 2012. Esto quiere decir que un tercio del PBI se explica a partir de lo que producen estas 500 empresas.

Algunos rasgos principales del comportamiento de estas empresas son:

1)      La permanente remisión al extranjero de utilidades y dividendos  2)      El pago de honorarios y royalties por la compra y/o la utilización de tecnologías y patentes. 3)      Vocación por la fuga de capitales. 4)      La fijación de precios de transferencia en sus transacciones intracompañía.[1]

La composición de esas empresas entre capital nacional y extranjero era, en 2012, de 179 para el capital nacional y 321 para el extranjero. El 64,2% de las empresas más grandes del país, que explican un tercio del PBI, es de propiedad extranjera. Para dar un dato más, que resulta ilustrativo del peso del capital extranjero en el funcionamiento de nuestra economía, el autor señala que el 81% de las utilidades de esas 500firmas más grandes, corresponde al capital extranjero; mientras que el 18,6% restante al nacional. Esta concentración y extranjerización explica gran parte de la transferencia de la renta nacional al exterior.

Si bien existen otras formas por las cuales la renta nacional se va del país, tomamos algunas que explican el grueso del fenómeno: servicios de la deuda, remisión de utilidades y dividendos al exterior, fuga de capitales y pago de royalties y patentes. A partir de estos indicadores, podemos calcular el monto total de la transferencia de la renta nacional al exterior y sacar algunas conclusiones. Cada uno de estos indicadores se encuentran definidos en el pie de página anterior para que sea mas accesible al lector la comprensión del fenómeno que estamos planteando.

Todos estos son mecanismos legales de transferencia. Luego podemos hacer cálculos sumando los montos transferidos por vías ilegales. Esto lo haremos a partir de un estudio supervisado por Jorge Gaggero sobre la evasión por precios de transferencia entre 2003–2012 (también definido en el pie de página anterior).

El período kirchnerista 2003–2012
En los siguientes cuadros hemos analizado, a partir de datos del Banco Central, INDEC, CEPAL y otros; el PBI, el porcentaje de participación de los asalariados en ese PBI, la transferencia de renta nacional al exterior (calculada como sumatoria de remisión de utilidades, servicios de la deuda externa, royalties y patentes y fuga de capitales; ya que explican el grueso de esta transferencia); y finalmente el Ingreso Nacional Neto:

Mas allá de que el gobierno de Cristina terminó en el 2015, creemos que el período analizado en el cuadro es representativo de lo ocurrido durante esta época.En el período 2003–2012, sumando la renta obtenida por la inversión extranjera directa girada al exterior, la fuga de capitales, el pago del servicio de la deuda externa, más royalties y patentes; se transfirieron 309.898 millones de dólares del país legalmente.

De manera ilegal, bajo la forma de precios de transferencias y otras maniobras, según un estudio realizado por J. Gaggero, se fueron 170.000 millones de dólares, que sumado al monto anterior nos da un total de transferencias (legal e ilegal) de aproximadamente 480 mil millones de dólares.

Para darle al lector una idea de la magnitud de la cifra, el Presupuesto Universitario Nacional para el año 2017 es de aproximadamente 5 mil millones de dólares. Vale decir, que durante este período se transfirió al exterior el equivalente a 96 presupuestos universitarios nacionales.

Sin embargo, es necesario destacar que durante la era del kirchnerismo se pagó en concepto de servicio de deuda un monto de aproximadamente 135 mil millones de dólares correspondiente a deuda tomada por otros gobiernos casi en su totalidad.

Si hacemos los porcentajes que representan los servicios de deuda en relación al PBI vemos que este se fue achicando:

2003: 11%                          2008: 3%

2004: 8%                             2009: 4%

2005: 5%                             2010: 4%

2006: 8%                             2011: 3%

2007: 3%                             2012: 2%

Esto quiere decir que se destinó un porcentaje menor del Ingreso Nacional para el pago de deuda dejando más recursos liberados para su inversión en otras áreas de la economía.

También es posible observar que el porcentaje que representa la transferencia total de renta nacional en relación al PBI o Ingreso Nacional  fue disminuyendo:

2003: 15%                           2008: 12%

2004: 12%                           2009: 12%

2005: 8%                             2010: 9%

2006: 13%                           2011: 9%

2007: 9%                             2012: 6%

Vale decir, que en términos relativos la transferencia de renta nacional al exterior disminuyó, tal como lo indican los gráficos anteriores, el Ingreso Nacional Neto creció y también lo hizo la participación de los trabajadores en la Renta Nacional, como lo indica el tercer cuadro.

Sin embargo, tal como señala Martin Schorr, la tendencia a la concentración y extranjerización de la economía se profundizó durante esta década. En honor a la brevedad, enunciamos algunas de las causas de la extranjerización, concentración y transferencia durante el período kirchnerista; como pueden ser la vigencia de la Ley de Inversiones Extranjeras de la dictadura cívico-militar de 1976, la vigencia de los 56 tratados bilaterales con rango constitucional firmados durante el menemismo que concedían amplias ventajas al capital extranjero por sobre el nacional y que incorpora a la Argentina al CIADI.

Macri: una bici que nos deja sin salario.
Veamos los números de la era macrista, siguiendo el análisis hecho para el período anterior:

Como primera conclusión, podemos afirmar que el Ingreso Nacional Neto se contrajo a niveles inferiores al del año 2011; es decir que en un año perdimos seis de crecimiento. Pero además, el nivel de participación de los asalariados en el PBI se redujo al 34,3%; también por debajo del mismo índice en 2011. Esto, por sí solo, ya puede explicar la conflictividad social que hay en la era del macrismo.

El modelo macrista es el retorno de la bicicleta financiera. Tres medidas sostienen esto: dólar barato y fijo, altas tasas de interés y libre ingreso y salida de capitales del país (¿libre de quién?). Por ejemplo: un inversor que pide 1.000 dólares en el mercado internacional, supongamos al 3%, traduce esos dólares en pesos al tipo de cambio actual ($16.000, para redondear); y coloca ese capital en LEBAC, que hoy ofrecen aproximadamente 26% de ganancia. Al cabo de un año, obtuvo $20.160 y debe pagar su crédito de U$S 1.030 ($16.480). Sólo con esta operación, se embolsó $3.680 sin hacer ningún esfuerzo ni ninguna inversión que genere puestos de trabajo, salarios o consumo. Multipliquemos esta bicicleteada por los exorbitantes números que maneja el mercado de las LEBAC en el país y comprenderemos la naturaleza de la estafa a la que es sometido el pueblo argentino.

Esto implica un endeudamiento permanente por parte del Estado argentino para abastecer al sistema financiero de dólares, que pueden ser comprados y transferidos por los protagonistas de la bicicleta. Los resultados son 39 mil millones de transferencia al exterior, 80 mil millones de dólares de endeudamiento externo, contracción de la industria, aumento del desempleo, y caída del poder adquisitivo del salario.
Esto último se produce porque hoy es más rentable, en la Argentina, la especulación financiera (bicicleta) que la inversión en producción de bienes y servicios. En las paredes del país se lee, escrito con aerosol o con lo que se tenga a mano, “MACRI GATO”.

Poder de síntesis. Esto demuestra que no hay negocio más rentable en el mundo para el sistema financiero mundial que gobiernos como el de Macri.

En síntesis, nos interesa que de todo esto queden dos cosas claras: comprender la categoría de Ingreso Nacional Neto significa entender la importancia de defender el valor socialmente producido por el pueblo argentino, evitando su transferencia al exterior; y analizar la distribución de éste entre los distintos sectores de la producción, nos permite observar cuánto de ese valor queda en manos de los asalariados. Como señala la Doctrina Social de la Iglesia, no hay mejor vara para medir el grado de justicia de una sociedad, que la remuneración del trabajo humano. Con estos dos conceptos, ya podemos defender a la patria en el orden inmaterial de los conceptos económicos y financieros; porque sabemos que la clave de una sociedad más justa y con mayor posibilidades de desarrollo, se encuentra en la acumulación y la distribución de la Renta Nacional.

[1] Remisión al extranjero de utilidades y dividendos: transferencia a casas matrices en el exterior de la ganancia obtenida por la empresa, o por la posesión de las acciones de las mismas.

Royalties: el pago que se efectúa al titular de derechos de autor, patentes, marcas o knowhow (saber hacer) a cambio del derecho a usarlos o explotarlos.

Fuga de capitales: figura en el Banco Central, en un balance que contempla la Formación de Activos Externos del sector privado no financiero, y se trata de los dólares remitidos al exterior mediante mecanismos legales.
Precios de transferencia: Operaciones de manipulación de precios que se generan cuando las filiales locales sub-facturan sus exportaciones y sobrefacturan sus importaciones, realizadas intra-compañía (Cargill Argentina con Cargill Uruguay) para hacer figurar menores ingresos y mayores costos.  Es la manera de disminuir utilidades, o aparentar pérdidas para evitarse el pago del impuesto a las ganancias. Esto es Ilegal.

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