LAS CONCLUSIONES DEL PROYECTO «COOPERACIÓN TRIANGULAR URBANA: CONSTRUYENDO DESARROLLO RESILENTE AL CLIMA EN LA CUENCA DEL PARANÁ» YA ESTÁN DISPONIBLES

La implementación de políticas conjuntas ante el impacto del clima en la región y el  desarrollo de las ciudades de la Triple Frontera y su adaptación conjunta al cambio climático, fueron los temas de estudio de un proyecto internacional que llegó a su fin.

Ayer la parlamentaria del Mercosur, Cecilia Britto junto al secretario general de Extensión Universitaria de la Universidad Nacional de Misiones, Miguel López, analizaron el informe surgido de la investigación. El trabajo estuvo a cargo de un grupo de investigadores de Argentina, Brasil y Paraguay, en conjunto con la Universidad de Leeds (Reino Unido) y la Iniciativa para Ciudades Resilientes.

El objetivo específico fue evaluar las vulnerabilidades de la región, identificar soluciones costo-efectivas y que generen co-beneficios, así como explorar rutas de implementación y opciones de financiamiento; con la intención de crear sinergia entre las tres ciudades involucradas fomentando la cooperación, manteniendo las economías sanas y mejorando la calidad de vida de todos. Todo esto teniendo en cuenta que actualmente ya se experimentan efectos del cambio climático, como son las inundaciones, sequías, vendavales, etc.

Cecilia Britto sostuvo que “ha sido una gran satisfacción recibir ya el documento final de lo que se denomina Cooperación Triangular Urbana-Construyendo Desarrollo Resiliente al Clima en la Cuenca del Paraná, un proyecto donde tuve la oportunidad,  gracias a Miguel López y la UNaM  de participar, formando parte de la mesa académica”.

“Esta iniciativa que se concreta es única y excepcional; donde el desafío verdaderamente es trabajar desde la integración; teniendo en cuenta que cada uno de los integrantes tiene tres ordenamientos jurídicos diferentes;  buscando la articulación y homogenización de leyes que puedan generar acciones de índole política y publica; como para que estas ciudades se trasformen en resilientes; es decir que sean capaces de solucionar los problemas graves y urgentes provocadas por el clima, como ser las granizadas, sequías, incendios forestales, inundaciones, etc,  y que ante estas circunstancias puedan contar con las herramientas necesarias para mitigadas”, explicó la parlamentaria.

“Esta es una propuesta de gran envergadura, que ha logrado financiación de un país como Canadá por el excelente nivel del proyecto. Acorde a los parámetros actuales que propician políticas para un mundo con desarrollo sustentable”
, agregó.

En ese mismo sentido López indicó que “en el informe se da a conocer la evolución de los datos meteorológicos, como precipitaciones o tormentas severa; el grado de integración que existe entre los organismos o fuerzas vivas de los tres países, y fundamentalmente la identificación de la infraestructura con la que se cuenta; al igual que el registro de aquellas situaciones que pueden ser vulnerables y que ante eventualidades extremas puedan ser resueltas”.

 “Ha sido un trabajo con un fuerte liderazgo local, del cual y como consecuencia, estas tres ciudades (Foz de Iguazú, Ciudad del Este y Puerto Iguazú) en un futuro no muy lejano serán consideradas resilientes al cambio climático y reconocidas por Naciones Unidas”, destacó secretario general de Extensión Universitaria de la UNaM.

“Por otra parte junto a la legisladora del Mercosur conversamos y planificamos actividades comprendidas en el campo de la educación de toda la región; en el marco del convenio entre la UNaM;  y donde la Secretaría General de Extensiones es la responsable en establecer el vínculo con la presidencia de la Comisión de Derechos Humanos del Parlasur, en la persona de Cecilia Britto».

Antecedentes

Alrededor del 40% de la población del planeta, y casi el 30% de América del Sur, vive en cuencas transfronterizas. Muchas de estas personas, además, viven en zonas urbanas dentro de esas cuencas. Sin embargo, los aspectos transfronterizos rara vez se abordan en los planes nacionales de adaptación al cambio climático. Este es un asunto preocupante ya que, entre otras cuestiones, el rápido crecimiento urbano puede intensificar los efectos adversos del cambio climático en las cuencas hidrográficas. Estudios a nivel nacional indican que se necesita buena gobernanza, gestión y cooperación sólida para lograr la adaptación en cuencas transfronterizas. Sin embargo, existe una falta de comprensión de estos problemas transfronterizos a nivel de las ciudades.

El desafío es de especial importancia para las ciudades pequeñas y medianas. Debido a su tamaño, crecimiento y nivel de desarrollo, estas ciudades pueden estar en muchos casos menos “equipadas” que los grandes centros urbanos para hacer frente a los impactos climáticos y pueden mostrar mayores vulnerabilidades (por ejemplo, falta de infraestructura y financiamiento). Sin embargo, debido a su etapa de desarrollo, también están en condiciones de evitar quedar atrapadas por decisiones negativas de infraestructura y tecnología mediante la realización de inversiones limpias y resistentes al clima.

En el caso de las ciudades vecinas, las vulnerabilidades del cambio climático pueden ser compartidas entre ellas, lo que lo convierte a este tema en un desafío común. Mejorar la cooperación ciudad-ciudad en estos casos es de suma importancia, ya que los esfuerzos y los recursos pueden ser agrupados, proporcionando resultados más eficientes.

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