Por Patricia López Espínola
Si algo caracterizó al XXXII Encuentro Nacional de Mujeres, fue la presencia mayoritaria de una nueva generación de mujeres que indefectiblemente tomará la posta de la militancia de la lucha por el género. Después de 19 años, y por segunda vez, la provincia del Chaco prestó su casa para hermanarnos.
En 1998, fueron diez mil mujeres, y en estos tres días de octubre fueron 72 mil las que se sororizaron en este encuentro único en el mundo, y en el que participaron miles de misioneras.
Un día después de la multitudinaria marcha de 35 cuadras, miles de mujeres se reunieron en el Estadio Sarmiento de la ciudad de Resistencia, y por votación mayoritaria, se decidió que Puerto Madryn, Chubut, será la sede del 2018 -que ganó la compulsa entre La Plata y Ciudad de Buenos Aires- interpelados por una mapuche que habló de la defensa del agua y de la tierra de su pueblo, cuya bandera flameó en el país y el mundo por la desaparición forzada y posterior muerte de Santiago Maldonado, y que permitió visibilizar aún más, la lucha de los pueblos originarios por las tierras que les pertenecen (hay 115 desaparecidos por esa lucha) y que pretenden subastar los poderosos que los reprimen e ignoran sus saberes y creencias ancestrales.
Feminización de la pobreza
«Nos autoconvocamos convencidas de que a partir de estos encuentros nace la construcción colectiva que nos refuerza para luchar contra el sistema explotador, patriarcal y opresor. Recibimos a nuestras hermanas en una provincia pobre y en una ciudad chica para la magnitud de estos Encuentros; pero rica en experiencias de unidad y de luchas, en la búsqueda de la equidad», señalaron las organizadoras en la apertura del XXXII Encuentro, que se realizó en el Estadio Sarmiento.
La elección del Chaco fue un acierto -destacaron- porque quiebra con el sistema de explotación basado en la centralización del poder. «No es casual que estemos juntas y en Resistencia, cuando en Argentina se vienen profundizando las desigualdades económicas y sociales que devienen en una escalada de la feminización de la pobreza».
En el XXXII hubo 71 talleres diseminados por toda la ciudad, la mayoría desbordados por mujeres deseosas de escuchar, hablar, aprender y enseñar.
«Encuentreras» resisten en la Región NEA
Las «encuentreras» locales resisten en la Región NEA, una de las más postergada del país, donde luchan trabajadoras, campesinas, mujeres de los pueblos originarios cuyos ancestros sobreviven a las campañas genocidas, las estudiantes, las desocupadas, amas de casa, sindicalistas, feministas, víctimas de femicidio y sus familiares, las mujeres trans, lesbianas, bisexuales y todo el arco de la diversidad sexual.
Luchan las mujeres en situación de encierro, las de organizaciones sociales y políticas, de derechos humanos y barriales, las de agrupaciones estudiantiles; las mujeres migrantes y afrodescendientes, las hacedoras culturales, las de agrupaciones por el derecho a la tierra y la vivienda, y las de todas las luchas que nos hermanan.
El ENM es un hecho político que plantea una forma distinta de hacer política, que tiene como base fundamental los siete pilares: autogestión, autoconvocatoria, democracia, pluralidad, autofinanciamiento, federalismo y horizontalidad.
«Apostamos a la construcción desde el consenso, la diversidad y la igualdad, porque queremos transformar lo aprendido, lo impuesto y lo establecido», remarcaron desde la Comisión Organizadora que cuenta con la primera subcomisión de interior en la historia, que recorrió todo el territorio difundiendo el Encuentro en cada rincón del Chaco.
Más de 30 cuadras detrás de tres banderas
La marcha masiva arrancó desde el Campus de la Universidad Nacional del Nordeste, encabezada por tres columnas; cada una portaba un estandarte central: el de la Comisión Organizadora del 32 ENM, y detrás, y en lo alto las otras dos columnas tenían las banderas de Mujeres Originarias del Chaco y Mujeres de El Impenetrable, que se sucedían con las banderas de la Campaña por el Derecho al Aborto, y carteles de organizaciones políticas, sociales, gremiales, etc., con una enorme marea de mujeres de todas las edades festejando estar juntas, unidas en una lucha popular y feminista.
La marchando se hizo a lo largo de 35 cuadras de la ciudad cantando y gritando consignas en un clima festivo: «Que momento, que momento, a pesar de todo, les hicimos el encuentro… ¡Qué momento!», fue una de ellas.
Las pibas reclamaban por el derecho al aborto, y contra los femicidios, la desaparición de mujeres y la trata para explotación sexual.
El final de la marcha desembocó en el amplio Parque de la Democracia, donde hubo baile, alegría, en un clima relajado festejando que no haya habido represión policial como sí ocurrió en San Juan, Mar del Plata y Rosario el año pasado. Un hecho para destacar es que la Secretaría de Derechos Humanos de la Provincia se encargó de garantizar el derecho a la manifestación, sin presencia de uniformados durante toda la marcha.
«Cacería de mujeres» en la plaza 25 de Mayo
Durante el ENM no hubo represión; pero el lunes por la tarde, mientras unas 70 mujeres y niños esperaban sus micros en los alrededores de la plaza 25 de Mayo y frente a la Catedral y la Casa de Gobierno, para volver a sus provincias, un grupo de vándalos apareció intempestivamente en motos y las agredió con palos y piedras ante la inacción policial de uniformados presentes en ese momento, para proteger a las mujeres, varias de ellas resultaron heridas.
La Secretaría de Derechos Humanos del Chaco denunció ante la Justicia, la activa participación de militantes y dirigentes de Cambiemos en la brutal “caza de mujeres”, que habían participado del Encuentro Nacional de Mujeres, y fueron agredidas al grito de “sucias, putas, tortas de mierda, negras, lesbianas, váyanse de la ciudad».
El secretario de DD.HH, Juan Carlos Goya evaluó que «esto tuvo una clara intencionalidad política de parte de la ex diputada provincial de la UCR e integrante de Cambiemos, Clelia Ávila, una referente “ultracatólica”, quien, convocó desde su Twitter y arengó a los agresores en la misma plaza central.»
Ese mismo lunes, organizaciones de mujeres y movimientos sociales realizaron una marcha de repudio a las agresiones.
Una de las más pobres
La provincia del Chaco, después de Formosa es una de las dos más pobres de la Argentina. El presupuesto depende en un 86% de los Fondos de Coparticipación Federal. Su distribución que ya era injusta por la concentración del 75% para la Nación y 25% para las provincias, ahora corre el riesgo -como Misiones- de quedar reducida, para dársela a Buenos Aires sin que la Nación resigne un centavo.
La Corte Suprema de la Nación desde hace diez años exige al Gobierno nacional y al provincial dar respuestas a los pueblos del norte y de El Impenetrable para detener lo que denominaron “el genocidio silencioso” de los pueblos originarios de esa zona, por desnutrición, tuberculosis, Mal de Chagas, entre otras enfermedades y muertes evitables. Muchas de las que dan batalla todos los días contra estas injusticias estuvieron presentes. Son parte de las economías regionales postergadas por un proyecto nacional y provincial que privilegia el avance sojero de los agronegocios.
Una agricultura que depreda montes favoreciendo inundaciones y contaminación, una agricultura sin agricultores que desangra a las poblaciones rurales en un éxodo que no se detiene. Hace crecer las villas y los asentamientos, situación que beneficia a los terratenientes. Sumado a la utilización de agrotóxicos, como el glifosato, de manera indiscriminada e irresponsable, provocando enormes daños en la salud de las poblaciones rurales.
El ajuste golpea a los sectores populares
Las políticas de opresión -en Latinoamérica, en el país y el Chaco- son ejecutadas apoyándose en la represión. El ajuste golpea a los sectores populares, y sobre todo perjudica a las mujeres, empeorando sus condiciones de vida. La Argentina se ubica como uno de los países con mayor índice de pobreza en América Latina, según el último reporte del Centro de Estudios de la Nueva Economía. La pobreza alcanza a más del 30% de la población.
En el contexto socio político actual crece la represión a los pueblos originarios y la desaparición forzada de quienes luchan en solidaridad con esos pueblos, como resultado de las disputas de 8 millones de hectáreas de poblaciones indígenas, donde hay 600 conflictos de tierras que no tienen respuestas. Ante esto los gobiernos nacional y provincial responden con “macroprogramas turísticos”, como es el Master Plan Impenetrable en Chaco, que devienen en un avasallamiento de las tierras y la soberanía de los pueblos ancestrales, con muertes dudosas de dirigentes líderes de éstos pueblos.
«Salimos juntas y en manada»
«La feminización de la pobreza es un hecho innegable. Mayoritariamente nos encargamos del trabajo doméstico no remunerado y tareas de cuidado, y somos las que sostenemos nuestros hogares, teniendo como agravante la desigualdad salarial, que hace que ganemos el 27% menos que los hombres. La variable de ajuste siempre recae en las mujeres.
Para revertir esta realidad injusta, necesitamos seguir organizadas y en la calle. Esa calle que muchas veces nos violenta, nos ultraja y nos denigra, ya que los acosadores callejeros tienen vía libre para ejercer su dominación y hacernos sentir su opresión. En respuesta salimos juntas en manada, apropiándonos del espacio público que también nos pertenece», manifestaron desde la Comisión Organizadora.
Todas las batallas de la Patria Grande latinoamericana tienen a las mujeres encabezando la lucha, a pesar de que el discurso de la historia oficial busca invisibilizar. Por eso invocaron a Juana Azurduy, Micaela Bastidas, Bartolina Sisa, Macacha Güemes, Melitona Enrique, Berta Cáceres, María Remedios del Valle, Juana Ramírez y Virginia Volten, entre otras.
Presupuestos con perspectiva de género
La justicia patriarcal avala la impunidad de violentos y femicidas. El Estado no destina recursos ni propone respuestas integrales para abordar la problemática. La falta de voluntad política de los distintos gobiernos, impidieron la implementación de la Ley de Erradicación de la Violencia contra las Mujeres.
Por eso exigieron la declaración de la Ley de Emergencia en Violencia de Género a nivel nacional y provincial que implique presupuestos con perspectiva de género, así como la declaración de emergencia por transfemicidios.
Recordaron que el Consejo Nacional de Mujeres suf recortes que alcanzaron los 67 millones de pesos, fue disuelto por decreto y transformado en un Instituto bajo la esfera del Ministerio de Desarrollo Social, esto implica en términos de pérdida de autonomía y federalismo.
Mientras que ya en el 2016 el Plan Nacional de Acción de Prevención, Asistencia y Erradicación de la Violencia contra las Mujeres, destinaba un presupuesto de menos de 5 pesos por mujer, el proyecto de Ley presupuestaria para el 2018 omite toda mención explícita de la asignación para el próximo año. La falta de transparencia delata la intención de incumplir compromisos asumidos, en un presupuesto sin ningún programa que se plantee cerrar las brechas de género.
Cinco femicidios y reclamo por libertad a Victoria Aguirre
«Cada día perdemos una hermana por el sólo hecho de ser mujer, la brutalidad de las violaciones, abusos y acosos sexuales dan cuenta de las conductas que fomentan los medios de comunicación presentando un estereotipo de mujer transformado en objeto, perpetuando la cultura de la violación», enfatizaron las mujeres chaqueñas.
En lo que va del año, en el Chaco se cometieron cinco femicidios: en febrero, Araceli González,18 años; en mayo, Isabel Sánchez, 50 años; en junio, Mariela Fernández, 25 años; en Julio, Elizabeth Solís Álvarez,13 años, fue asesinada por un policía de 30 años en un hotel del centro de Resistencia, que continúa funcionando con total normalidad e impunidad y en septiembre, Andrea Vera, mujer originaria de 25 años.
La violencia machista, patriarcal y racista se recrudece aún más contra las jóvenes mujeres originarias. Un ejemplo de esto es la violación y el femicidio de Juana Gómez, 15 años en Quitilipi en 2013. En 2007, Natalia Flores, 15 años en Fontana y en 2015, Liliana Ramírez, 17 años y Valeria Anríquez, 25 años en Castelli, y el transfemicidio de Aldana Palacios, en Resistencia en 2014.
En el acto de apertura también se nombró a la misionera Victoria Aguirre, víctima de la Justicia patriarcal, de la violencia de género y estigmatizada por ser madre. «Exigimos su inmediata libertad y absolución. También demandamos una Ley Nacional que ampare a los hijos e hijas de víctimas de femicidios«.
«¿Dónde está Maira Benítez?»
Entre el 2016 y en lo que va del 2017, en Chaco se denunció la desaparición de 22 mujeres. Las arrancaron de su existencia. La mayoría son jóvenes y del interior.
En unos días se cumplirán diez meses de la desaparición de Maira Benítez, 17 años, madre adolescente, oriunda de Villa Ángela. La violencia institucional de una Justicia sexista que promueve la impunidad de los agresores evitó que se encuentren pruebas que aporten a la causa. La policía obstruyó el acceso a la justicia, incumpliendo el protocolo en casos de desaparición de personas, más aún si se trata de mujeres de bajos recursos. Exigimos su aparición con vida. En Maira Benítez, queremos visibilizar a todas las mujeres desaparecidas del Chaco y del país, este encuentro también es de Maira.
Cupo Laboral Trans y repudio a la homo y transfobia
En el ENM repudiaron la agudización que se vive en términos de lesbotransbiodio, muchos de los últimos protagonizados por las fuerzas policiales, como el caso reciente de Dayana, increpada abusivamente por agentes de la Policía del Chaco en plena plaza 25 de Mayo por darse un beso con su compañera; así como el de Mariana y Rocío, detenidas por siete horas y maltratadas por agentes policiales, por la misma causa, en la Estación de Constitución.
En este contexto, hubo un claro un posicionamiento político de gran importancia al incluir el Festival y la Marcha «Orgullosamente Torta» que tuvo lugar del Encuentro, por primera vez en 32 años.
A pesar de que existen algunos marcos legales que reconocen derechos a las mujeres trans, lesbianas o bisexuales, esto aún no implica que socialmente se hayan producido los cambios necesarios para lograr la igualdad por la que se lucha.
Reclamo por Ley de Paridad
La opresión y discriminación se ve avalada por las diferentes instituciones como el sistema de salud que no garantiza la plena aplicación de la Ley de Identidad de Género, Educativo y Laboral, así como por una parte de la sociedad heteronormada, que sostiene y prolonga dicha discriminación. Un caso emblemático es el de Higui, presa por mujer y lesbiana, luego de defenderse de una violación correctiva y exigieron su absolución.
Otra situación bochornosa es la No reglamentación del cupo laboral trans en la Municipalidad de Resistencia, Ordenanza aprobada hace más de un año; pero nunca se allanó el camino para su aplicación. A nivel provincial, el proyecto ni siquiera fue tratado.
Tampoco fue reclamado por los sindicatos, constituidos como estructuras patriarcales y verticalistas, espacios discriminadores para las mujeres. En Chaco, alrededor del 90% de los sindicatos tienen conducciones masculinas. «Por esto, exigimos el tratamiento y la aprobación de la Ley de Paridad de cargos electivos en todos los niveles».
«Conquistar la soberanía de nuestros cuerpos»
El documento agrega: «No queremos más ni una mujer muerta por abortos ilegales, ni la impunidad de una sala clandestina en condiciones de precariedad. Aún cuando Chaco está adherido al Protocolo de Interrupción legal de un embarazo (ILE), según lo establece la Corte Suprema de Justicia de la Nación, las niñas y mujeres son obligadas a parir poniendo en riesgo su integridad física y psíquica. En la provincia, el caso de una docente de 42 años muerta este año en Charata, por un aborto clandestino, es la punta del iceberg de una problemática que todas conocemos y que se sigue invisibilizando«.
Recordaron que este año se concretó el primer juicio realizado a una médica de El Maitén por haber garantizado una interrupción legal del embarazo. A través de la lucha de las mujeres feminista en conjunto logró la efectiva liberación de Belén, en Tucumán.
«Ningún derecho nos fue otorgado sin una lucha previa. Exigimos la aprobación del Proyecto de Ley de Interrupción voluntaria del Embarazo presentado por sexta vez en el Congreso Nacional, reafirmando el carácter laico que debe tener el Estado.
Exigimos a legisladores y legisladoras dejar de mirar para otro lado y que salden esta deuda de la democracia. Conquistar la soberanía de nuestros cuerpos es un acto revolucionario. Educación sexual para decidir, anticonceptivos para no abortar, aborto legal, seguro y gratuito para no morir».
Repudio a la pérdida de derechos conquistados
Cuestionaron que el Programa de Educación Sexual Integral, clave para la educación y prevención de violencias, sufrió una reducción de un tercio del personal. Al igual que el Programa Nacional de Salud Sexual y Procreación Responsable y la Ley de Salud Mental, que son progresivamente desarticulados.
Tampoco tiene cumplimiento efectivo la Ley de Parto Humanizado, que pone de relieve los derechos de toda madre a la información, al trato digno, respetuoso e individual, propugnando su libertad de elección.
Los organismos dedicados a la atención y prevención de casos de violencia tanto a nivel nacional como provincial fueron vaciados y sus trabajadoras se encuentran enfrentando procesos de lucha en defensa de sus puestos de trabajo. Es el caso de la Línea 137 y el Centro de Atención a Víctimas de Violencias, que no cuentan con presupuesto y tienen a gran parte de sus trabajadoras de manera precarizada.
Precarización en todos los ámbitos
Las mujeres son las que más sufran el embate de la precarización de salud en la atención y prevención de casos de violencia, la brecha salarial y su impacto en las economías familiares o el acceso a derechos como la salud, el panorama se repite: vaciamiento de programas, partidas presupuestarias reducidas, precarización de las trabajadoras, amenazas al acceso a derechos básicos, un Estado cómplice y responsable.
«Las mujeres chaqueñas no podemos permitir que el sistema patriarcal siga sometiéndonos de todas las maneras posibles: física, psicológica, simbólica, sexual, económica y patrimonial, encerrándonos en estereotipos que cercenan nuestras libertades e imponen un único destino tanto en nuestros roles como en nuestros cuerpos».
Lucha y visibilización
En este marco, rechazaron el proyecto de “Ley de libertad religiosa” que impulsa el Poder Ejecutivo Nacional, para que las religiones tengan aún mayor injerencia en el ejercicio de los derechos ciudadanos y lo público.
Que el Chaco sea sede en este contexto proyecta una multiplicidad de oportunidades de frentes de lucha y visibilización de nuestras problemáticas. Un Encuentro Nacional que comenzó con 1000 mujeres, esta vez reunió a más de 70 mil de todas partes del país trascendiendo las fronteras de Latinoamérica.
«Somos protagonistas del mayor espacio de encuentro contra hegemónico actual: el movimiento de mujeres, donde podemos sentirnos hermanadas, unidas en este contexto de profundización de la violencia machista y el avasallamiento de los derechos de las mujeres e identidades femeninas.
Así como decimos que algo cambia en cada mujer que participa, sostenemos también que la provincia donde vivimos no puede volver a ser la misma a partir de ahora, en Resistencia continuarán todas nuestras luchas», enfatizaron las organizadoras del 32 ENM.
