MACRI NO TOMA VINO, NI TAMPOCO TOMA MATE

Por Julio Moyano

La actividad vitivinícola cayó en picada libre desde el inicio mismo del neoliberalismo argentino, etapa II. La actividad yerbatera también. Como no podía ser de otra manera el principal objetivo fue tumbar todo lo conseguido desde la recostrucción de la patria tras la crisis del 2001. Se destruyó el mercado interno y cayeron las economías regionales.

En el primer año del «Si se puede»  con Mauricio Macri en Balcarce 50, la comercialización de vino tinto en las góndolas argentas cayó un 9,4 %.
En los yerbatales misioneros la mano invisible del mercado decidió pagar el kilo de hoja verde muy por debajo de lo pautado por los funcionarios gubernamentales que dicen ser el mejor » equipo en 50 años» (Macri dixit)

Es verdad, Macri no toma vino, pero el año pasado en un reportaje para la televisión mendocina, Macri dijo:«Debo decirles a los mendocinos que ya no soy más abstemio». Y agregó que ese cambio fue gracias a su actual esposa, Juliana Awada.

Es cierto, Macri no toma mate, pero cuando comenzó su campaña como precandidato a presidente, comenzaron a circular variados spots con Mauricio prendido a la bombilla. Comenzaba a gestarse el producto publicitario Macri Presidente.

Ya en plena campaña presidencial, el ex diputado kirchnerista, Facundo Moyano, en un reportaje que le hiciera el diario Clarín, dijo que » en el PRO los dirigentes arreglan visitas a casas para mostrarse cerca de la gente y Macri conoció el mate hace dos años, a los 50″.

Volver en vino

El panorama vitivinícola esta complicado. Y las causas son muchas. Mala cosecha en 2016, la menor en los últimos 53 años. Y el desplome del mercado interno. El 80 % de la producción, tiene como destino el mercado interno. Pero de un tiempo a esta parte viene descendiendo el consumo per cápita. Según datos del Instituto Nacional de Vitivinicultura (INV) da cuenta que de los 77,2 litros que se consumían en 1974, se llegó a 23,6, cuarenta años mas tarde.

Algo paso. Y si. El neoliberalismo que comenzó a desandar con la dictadura civico-eclesiática-militar autodenominada «Proceso de Reorganización Nacional» del año 1976, el menemato durante la década del 90 y ahora el proceso de «Cambiemos» (para atrás), con el apoyo de una ínfima mayoría que hoy sufre la estafa de Mauricio. Nada de lo que les prometió está cumpliendo. Pero todo lo que esta realizando para males de las grandes mayorías es coherente con su genética garca.

En todos estas décadas se produjo la concentración de la economía en manos de unos pocos. 20 empresas comercializan el 75%. del mercado.

Peñaflor suma unas 6 mil hectáreas en Mendoza, San Juan, Salta y Catamarca. Tiene en su haber 50 marcas.

En Mendoza 6 de cada 10 establecimientos tienen hasta 10 hectáreas, y un ínfimo 5% mas de 100 hectáreas.

El tinto sin envasar cuesta $8 y en la góndola hay que pagar 40 pesos. Esa es la mano «invisible» del mercado. La misma que genera la inflación y que hace cada vez menos rentable la actividad viñatera. El vino de mesa pasó a ser considerado un elemento de lujo para los trabajadores. Mientras que los vinos «premium» como los automóviles de alta gama tienen crecimiento.

Que Mauricio Macri encabeza un gobierno para los ricos es la realidad solo negada por los mentimedios encabezados por el grupo Clarín y sucursales varias y creída por los que salieron este sábado en «defensa de la democracía» que según creen ellos esta amenazada por el kirchnerismo, el sindicalismo. el peronismo y el populismo que debieron soportar durante 12 años.

Poné la pava
En los yerbatales misioneros se debía haber pagado $5,10, el kilo de hoja verde, pero…..las fuerzas «del mercado» dispusieron $3 a pagar a 180 días y mas. Y si no te gusta «toma o dejalos» (business are business). La diferencia entre los 3 pesos del kilo de hoja cosechada a mas de $40 pesos el kilogramo envasado en los supermercados demuestra que unos pocos se quedan con la ganancia de muchos.

18.000 productores tienen menos de 10 hectáreas. Mas de doscientos secaderos y 132 molinos es la fuerza productiva misionera. Cinco molinos son los que hacen la diferencia a gran escala. Y allá ité….los tareferos, los explotados, los convidados de piedra.

«No hay cabezas rubias ni apellidos exóticos entre ellos. El tarefero es siempre criollo, misionero, paraguayo, peón golondrina sin tierra,» supo describir Rodolfo Walsh durante su paso por la tierra roja en 1966.

Es el capitalismo

En Cuyo están que trinan los productores ante la avalancha de importaciones. Las grandes empresas traen vino tinto desde Chile.

En Misiones muchos miran para otro lado. Nadie quiere cambiar nada. Que las cosas sigan como siempre. Total el tarefero ya esta acostumbrado. Cosa jodida la explotación de la yerba mate. Primero fueron los jesuitas que se dedicaron a «reducir» a los guaraníes y de paso utilizarlos como fuerza barata de trabajo. Después llegaron los gringos colonos y unos pocos «pelecharon» y muchos terminaron engrosando el sector de los explotados.

La lucha por el envasado en origen

Los mendocinos y sanjuaninos hicieron fuerza para que el envasado del vino se hiciera en sus tierras y no en las grandes ciudades. La lucha llevó casi un siglo. Es que no había control para la falsificación de los vinos. A finales de la década del 60 en la ciudad de Bs As existían 185 fraccionadoras y en el resto de la provincia 343. En Córdoba 60 y en Tucuman 25 establecimientos. En la región del NEA, Santa Fe contaba con 83 fraccionadoras, Chaco con 30, Entre Ríos 26, Corrientes 10 y Misiones y Formosa, 3 cada una.

Vale recordar que durante el gobierno de Arturo Frondizi, en 1959 se creó el Instituto Nacional de Vitivinicultura (INV), que a poco de su creación estuvo intervenido durante 21 años y la época mas nefasta fue durante la dictadura donde ni siquiera se tienen estadísticas de la producción durante esos años nefastos.

En 1963, el Instituto Nacional de Vitivinicultura quiso aplicar la resolución 782 que establecía el fraccionamiento en origen de envases superiores a 1 litro.

Las quejas provinieron de Buenos Aires, desde el gobierno a las cámaras de fraccionadores. Tanta fue la presión que el INV fue intervenido.

En 1974 en la Cámara de Diputados se aprobó un proyecto de ley, que establecía el envasado en origen para todos los envases. Cuando el proyecto llegó a Senadores, durmió como expediente sin ser tratado. Recien 10 años mas tarde dio a luz la ley 23.149 que obligaba el fraccionamiento de vinos en envases menores de 930 cc. y mayores de 1.500 cc. exclusivamente en las zonas de origen de producción de las uvas.

De las 890 plantas fraccionadoras que existían en distintas provincias en 1969 se redujeron a 32. En Capital Federal 5, en la provincia de Buenos Aires  y Córdoba 9, en cada una. Cuatro fraccionadoras en la provincia de Santa Fe, 2 en Santiago del Estero y 1 en Tucumán, Salta y Jujuy.

Con la yerba mate también hubo pelea. A fines del 2012 se sancionó por unanimidad en la Cámara de Senadores el proyecto de ley que establecía el envasado en origen de la yerba mate en las provincias productoras de Misiones y Corrientes.

Recien en 2015 fue aprobada. Es que en la Cámara de Diputados hubo presión por parte de cordobeses y santafesinos que pronosticaban que de sancionarse la norma como había bajado de senadores se verían afectadas las industrias de elaboración de yerbas compuestas, (peperina y poleo)

A raíz de ello se corrigieron dos artículos que contemplan el envasado de yerbas compuestas fuera de la zona de producción. La ley está y habrá que cumplirla.

Días pasados, un grupo de productores cansados de tanto atropello por parte del «mercado» y la nada de acción del Instituto Nacional de la Yerba Mate, decidieron tomar la sede del Instituto en Posadas.

La postal de los productores acampando a pocas cuadras de la «Rosadita» , la casa de gobierno misionera, sirvió ṕara presionar las voluntades de los funcionarios de Nación, (que ni siquiera conocen una planta de yerba).

Tras las gestiones del gobierno provincial y la presión de los productores, en Nación se avivaron que el horno no estaba para bollos. Pero…..desde el lado de los productores no estaban los mejores cuadros. Dirigentes del norte provincial (Julio Peterson) mucho mas emotivos que pensantes, presionaron nomas. Del otro lado del mostrador fueron más hábiles. La cuestion que los productores levantaron campamento, posaron para la prensa posadeña dejando en claro que son limpitos, limpiaron los doscientos metros de la calle Rivadavia y se fueron a sus yerbatales con promesas varias de que todo cambiaría. Ya hay algunos descontentos. Aún no entendieron que los sonrientes CEOS porteños les prometerán el oro y el moro, pero eso…les prometeran. Mientras tanto pasa el tiempo y nada cambia en el gobierno de Cambiemos. Todo se profundiza. Todo se ajusta, todo para mi nada para vos.

Una parábola

Mientras el grupo de productores acampaba, a solo 300 metros sobre la misma calle Rivadavia, en la noche del 17 de marzo, se desarrollaba la fiesta de San Patricio, en el «que dicen que» conmemoran el fallecimiento del santo patrón de Irlanda. Un curro mas del capitalismo para incentivar el consumo de cerveza, bebida que se esta imponiendo en la preferencia de muchos y de paso quitándole consumidores al mercado del vino.

Yerba y vino nunca faltó en el hogar del laburante. Es mas. Durante los años de la década ganada durante el kirchnerismo, muchos asalariados dejamos de consumir el tinto en tetrabrik, por los varietales caté, como el Malbec, Merlot, Tempranillo, Syrah y paremos ahí porque los que siguen nunca estuvieron al alcance del laburante. Lamentablemente los tiempos son otros. Muchos laburantes se «aburguesaron» y se piantaron para el lado de las promesas del tilingo candidato a presidente que simulaba tomar vino y mate. Pura mentira. Así nos va.

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