Por José Yorg, el cooperario.
“La paz es hija de la convivencia, de la educación, del diálogo. El respeto a las culturas milenarias hace nacer la paz en el presente”. Rigoberta Menchú
Con el mayor respeto y consideración me sirvo de este medio para dirigirme a Ud. Ministra de Educación de Colombia, Mg. Yaneth Giha Tovar, en referencia a sus consideraciones vertidas y leídas el día de hoy 08-02-17, en el medio mba.americaeconomia. com* en una entrevista titulada: “Hay que impulsar la formación de docentes para la paz», es que en mi modesta condición de maestro de escuelas argentinas me siento tocado a decir: La más formidable formación de docentes para la paz es el cooperativismo escolar y universitario.
El día 24 octubre del 2016 la Revista EcoSolidario de ese país, gracias a la generosidad del Sr. Mauricio Navas, quien publicó una entrevista a este maestro de cooperativismo, y esa ocasión di mi compromiso por la paz en esa noble nación: “La paz en Colombia es una tarea descomunal”, claro que sí, y por ello es una tarea cooperativa.
Vengo, entonces, en este contexto a ratificar tal compromiso, sabiendo que el Movimiento Cooperativo Colombiano y los docentes están prestos.
El cooperativismo educacional es el mejor prospecto educativo para la paz en virtud a sus nobles saberes y sus formidables potencialidades pedagógicas. Su carácter teórico-práctico que se sustenta en un auto-compromiso organizacional que despliega el esfuerzo propio y la ayuda mutua.
Hablar de paz, de prosperidad, de humanidad, de economía al servicio social es hablar de cooperación.
Decíamos en estos días en un artículo denominado “Enfoques cooperativos; Hoy: Diálogos Pedagógicos. Ante el inicio de clases”: Consideramos entonces, en esa línea, abrir diálogos pedagógicos, reflexiones, para la transformación social, porque entendemos y asumimos esa crisis civilizatoria, a la que se le debe aportar pensamientos y experiencias que inviten a innovar, a transformar”.
“Reflexión que nos es dable abrir y ampliar tanto como podamos desde nuestras prácticas y las peculiares realidades en nuestra condición de maestros/as, educadores social e intelectuales comprometidos”.
“Planteamos ante todo el diálogo como acción que desconozca preámbulos o mecanismos cerrados que entorpezcan la puesta en marcha al abordaje de diferentes miradas y prácticas y en tales momentos fluya ya la construcción de una pedagogía para la transformación social”.
“La centralidad es el aula. Es el ámbito del encuentro con realidades que socavan las rigideces de la agenda formal”.
“Allí se abre el espacio donde debemos desafiarnos como educadores e intentar la puesta en escena la libertad de enseñar y la libertad de aprender”.
Sin Pedagogía de la paz no se construirán conciencias de paz.
Entonces, entendiendo que dicha enunciación “Hay que impulsar la formación de docentes para la paz»; implica una definición política en referencia a la importancia que reviste la educación para la paz, toda vez que esta disciplina, en la actualidad efectiva, sin dudas, arrastra y contiene elementos guerreristas.
De ello deducimos, entonces, la importancia urgente de abordar el estudio y la reflexión de la filosofía educacional para la paz en un ámbito pertinente: Congreso Pedagógico colombiano. Y de tal manera encarar su estudio consensuado para plasmar una propuesta técnica-pedagógica y didáctica que tuviera como base y sustento a la Mutualidad y la Cooperación.
Por ello, Ministra de Educación, repetimos que la centralidad es el aula y agregamos que debemos llenar esas aulas de cooperación y cosecharemos la tan ansiada paz.
Con afecto.
Prof. Lic. José Yorg
Formosa-Argentina.
