LUIS D’ELÍA: “ES MOMENTO DE PENSAR EN UN FRENTE POPULAR DE LIBERACIÓN NACIONAL”



Por Juan Esteban Kirchner

Maestro, compañero, profesor, militante y dirigente social. No tiene ningún apuro, se toma el tiempo necesario para explicar una y otra vez lo que haga falta. Y si no alcanza agarra un lápiz y un papel. O una tiza. Dice no estar cansado, pero últimamente duerme de tres a cinco horas.
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Sus piernas caminan por todo el país. Está acostumbrado a la tierra, peleó siempre por ella… y si es necesario pega la piña en el momento justo. El teléfono lo atiende él. No tiene mensajeros. Los twitter los escribe con sus dedos, no necesita de otros pajaritos que le hagan el trabajo. Una vida de lucha, de resistencia y de lucha otra vez. “Mi vida está marcada por la historia del peronismo”, afirma quien recibió los abrazos de, entre otros, Fidel, Chávez y Evo. Su mirada es penetrante, creíble. Le gusta ir a fondo porque “en este país el masomenismo no sirve”. Luis D´Elia no conoce otro camino que la lucha. Ya sea por la tierra, el techo, el trabajo o para volver… porque “el sueño de la patria grande lo llegamos a acariciar y hoy está a la vuelta de la esquina”.

Nos saluda con un gran abrazo. Nos observa. Entramos a su mundo. Nos mira una y otra vez mientras suena el teléfono y las notificaciones en la computadora.

– Bueno Luis… aquí están nuestras únicas armas: el grabador y la cámara.

– Lo que no es poco. Prendelo y por favor pónganse cómodos. ¿Quieren abrir las cortinas? Armen como quieran…

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Un guiño de ojo nos abraza. Somos más que bienvenidos a uno de sus espacios más habituales en pleno barrio de Once, donde los semáforos marcan el ritmo del trabajo y el almuerzo callejero recuerda a cualquier ciudad latinoamericana. Horas antes de la nota, en Brasil, se consumaba el golpe de Estado contra Dilma Rousseff y Temer asumía como Presidente (ahora lo llaman golpe blando, institucional o parlamentario… bla, bla, bla). El tema estaba (está) en boca de todos. Esta no podía ser la excepción. Custodiados por Chávez, Zapata, el Subcomandante Marcos, Néstor, Cristina, Perón, Evita, y muchos (muchos) pingüinos, Luis recorre la historia reciente del gigante de Sudamérica para contextualizar lo acontecido y tratar de encontrarle una explicación:

“Hace cincuenta años Brasil tenía una extraordinaria Confederación Nacional de Obispos. Obispos extraordinarios que construyeron la teología de la liberación con la magnífica posibilidad de juntar el método de análisis marxista con la lectura popular de la biblia
(tomando a la biblia con una mirada de liberación de un pueblo, en este caso el pueblo de Israel). Brasil llegó a cien mil comunidades eclesiales de base que construyeron cuadros de base con obispos comprometidos con la opción por los pobres; comprometidos con el profetismo cristiano que hizo que el cristianismo ya no sea una opción para la dominación o sometimiento por la vía de la religión de la vida de los pueblos, sino al revés.

El cristianismo era un instrumento de liberación, de justicia, de paz. Un instrumento de vida. Instrumento de un orden distinto que socializaba las riquezas, que proclamaba la igualdad, que hacía de la fraternidad la bandera más alta. Eso construyeron los obispos brasileros hace más de 50 años.

Después vino Juan Pablo II durante la aplicación del Plan Cóndor. El Papa de Reagan que nombra a cuarenta obispos del Opus Dai en Brasil y ataca frontalmente a la iglesia de los pobres. Y es a partir de allí que nace el Movimiento Sin Tierra (MST) y la lucha de los metalúrgicos de San Pablo, con Luis Ignacio Lula Da Silva a la cabeza. Aparece Lula en el escenario y se conforma la Central Única de Trabajadores de Brasil.
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Todos los cuadros que habían formado las comunidades eclesiales de base fueron a parar a estos grandes movimientos sociales y, en conjunto, constituyeron un instrumento electoral que fue el Partido de los Trabajadores
(PT). Una novedad tremenda que crecería hasta el infinito en el universo brasilero y que, después de varias derrotas, llevaría a Lula a la presidencia de Brasil. Eran otro tiempo para América Latina. Después vino Dilma… y allí debemos hacer alguna autocrítica.

Lo ocurrido en Brasil fue un golpe de estado. Es cierto que es parte de un dispositivo de restaurar las ideas neoliberales conservadoras en todo el continente que proviene del Departamento de Estado de los Estados Unidos, pero no es menos cierto que también cometimos algunos errores. Una Dilma que, apretada por las circunstancias de la historia, termina asumiendo el programa neoliberal conservador de ajuste y de transferencia enorme de recursos. El programa de ellos. Así es que termina aislada de las grandes masas populares.

Es ahí donde el poder aprovecha para darle esta estocada terrible, que no es solamente al PT o a Dilma, es la estocada que nos dan a todo el Continente. ¡Lo que va a ser Temer y Macri para el resto del continente Latinoamericana! ¡¡¡Qué lucha que tenemos por delante!!! Cuánto va a haber que remar para restaurar ese sueño que acariciamos que era la integración latinoamericana para la emancipación. Emancipación que llegamos a estar muy cerca de la mano de Lula, de Chávez, de Néstor, de Cristina, de Evo. La tuvimos ahí… y ahí vinieron ellos con todo. Por eso estos días son fundamentales para nuestro país y todo Sudamérica.

Vienen por todo. Vinieron por la Argentina, golpearon en Brasil y ahora van a tratar de destituir a Maduro, de generar un clima de guerra. ¿Cuál es el pecado en todo esto? Haber querido construir un orden distinto, democrático, justo y liberador. Un continente que sea capaz de integrarse y desde allí relacionarse con el resto del mundo. A Estados Unidos le cayó muy mal la relación de América Latina con el BRICS. Esta cosa de querer construir un orden planetario distinto la estamos pagando cara en América Latina. Carísimo. Vienen a vengarse estos hijos de puta. Vienen con todo.
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UN GUERRERO LATINOAMERICANO

Luis no está enojado pero sí está atento a cada jugada. A cada movimiento: desde la cámara que lo enfoca hasta las reacciones de un pueblo al que golpean todos los días, a toda hora. Nada le pasa desapercibido. Sin embargo tuvo sus días difíciles, de reflexión, de pausa. Pero nunca, nunca, pierde el optimismo.

– ¿Cómo te sentiste el 10 de Diciembre cuándo se consumó el hecho de que Macri era el nuevo Presidente de Argentina?

– Serrat te diría algo que me pinta a mí de cuerpo entero: Me quedé chupando un palo sentado arriba de una calabaza y preguntándome qué carajo nos había pasado. Y estuve así varios días. Enroscado para adentro, tratando de analizar, de ver. Me puse a buscar razones para adentro y me pasé varios días reflexionando mucho. Pero yo soy un guerrero, no sé lo que es la depresión de la derrota. Es más, si querés, hasta me siento más cómodo en la pelea, siendo opositor en lugar de oficialista. Por mi manera de ser, por mi idiosincrasia.

– Calculo que sigues buscando la respuesta a lo que nos pasa…

– Sí. Un poco menos. Pero hay muchas preguntas. Ellos actuaron de manera muy salvaje. Asumieron e hicieron todo contra el pueblo en diez días. Tomaron las peores medidas. Y eso ya nos puso en otra perspectiva rápidamente.
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– Se te ve en todas las movilizaciones Luis. Fuiste de los primeros en llegar y último en irte del acampe por la liberación de Milagro Sala, por ejemplo…

– Sí… a Milagro la conozco hace varios años. Desde el año 95. Alguna vez pasó por nuestra organización, se qué clase de persona es. Una gran militante. Cuando ví lo que le hicieron a Milagro me di cuenta que en realidad vinieron por todos nosotros. Imaginaron un escenario de muchos detenidos con un formidable aparato hegemónico mediático detrás y con el partido judicial funcionando para ellos. Imaginé que venían días muy difíciles y de alguna manera defender a Milagro era también, casi, en defensa propia.

– ¿Es un tubo de ensayo lo que ocurre hoy día en Jujuy?

– Sí… además necesitan tabicarle a Evo la frontera Norte de Argentina. Porque desde allí se puede expandir el indigenismo, las corrientes mariateguistas. Evo logró expandir la revolución cultural boliviana al Norte argentino. Meter en cana a Milagro es estancar esa experiencia.

– Trabajaste mucho con Evo.

– A Evo lo conocí en el 2002, en el Puliforum Siqueiros a instancias de Osvaldo “Chato” Peredo. Me tocó compartir con él dos días, allí estaban todos los frentes de masa de América Latina convocados por el zapatismo, por el Subcomandante Marcos. No era una época fácil. En ese encuentro con Evo discutíamos cuál era la salida al neoliberalismo: los fierros o la política en el marco de la democracia burguesa. Sabemos cuál ganó. Fue una tarde maravillosa en Chapultepec, nunca me voy a olvidar.

Y luego claro… estuve con Evo en el No al ALCA. Aquel fue un acto maravilloso donde se presentaba Evo en Argentina. Estuvimos juntos todo el tiempo en aquella jornada histórica con el Comandante Chávez.
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– ¿Hoy resurge la pregunta de cuál es la salida?

– Hay que ver qué es o qué hace la revolución bolivariana, ahí está la clave. Ante un golpe de mercado, de desabastecimiento, los venezolanos cuentan con el respaldo de los rusos y chinos… acordate que vienen de hacer maniobras militares junto a los rusos en el mar Caribe hace un año y medio. ¿Qué hacen? ¿Terminan la democracia burguesa? ¿Van al sistema de partido único? ¿Cuál es la salida? Qué se hace? Está claro que hablo del caso venezolano, aquí las condiciones no son las mismas ni tenemos al ejército bolivariano. Pero tendríamos que haber ido más a fondo en algunas cuestiones.

Lo que está ocurriendo en Venezuela es lo mismo que le hicieron a Allende. Esconden insumos básicos para el pueblo. Desde medicina hasta la leche en polvo. Todo para culpar a Maduro. Ahora, esto se soluciona radicalizando, lo dijo Maduro en su discurso. O dejás que la CIA o la oligarquía te deshaga o tenés que ir con todo. ¿Vos te acordás como terminó en Chile? Con el Presidente asesinado. Si termina como en Chile el pueblo y los militares saldrán a la calle y acabarán con la burguesía. Está bien compleja la situación en Venezuela pero las FFAA bolivarianas son chavistas. Veremos qué medida se toman contra el desabastecimiento.

– Esa es la pregunta: ¿Se hubiese podido ir más a fondo en este país que terminó votando a Macri?

– Este país es muy raro. La gente te cree y generás mucha adhesión cuando vas a fondo. No te creen cuando haces “masomenismo”. Vos fijate que a Néstor le creyeron porque enfrentó a todos los sectores, por eso somos creíbles. Y en la otra punta está Macri, que es una vergüenza para la derecha. La derecha supo tener cuadros intelectuales de primer nivel. Este es un matungo, es un tipo que realmente deja mucho que desear. Poné a Alsogaray al lado de Macri… es un mamarracho. ¿Quién lo va a votar a Macri el año que viene? Si no hizo nada por el pueblo. Nada.

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– ¿Cuánto tiempo dura entonces su discurso?


– Creo que tienen los días contados. En el 2001 me levantaba todos los días y decía ‘¿será hoy?’ Hoy me pasa lo mismo. Y lo creo de verdad. El año pasado teníamos trabajo, vacaciones, teníamos coche, hacíamos la casa, morfábamos, los pibes iban al colegio. Hoy nos hicieron mierda la vida.

Pero hay algo cierto también: en los 90 el recuerdo de la felicidad estaba lejos. Hoy, el recuerdo de la felicidad está a la vuelta de la esquina. Vos tenés que explicarle a una sociedad por qué el año pasado le iba bien y por qué este año le va como el culo. Por qué el año pasado crecimos económicamente 2.1 puntos y por qué este año vamos a tener 8 puntos negativos de crecimiento.

Golpea la mesa, siente bronca. No es para menos, a quienes están golpeando, a decir verdad, no es a una mesa… sino a todo un pueblo.

– Pero tenemos un partido judicial, un partido mediático del lado de Macri… ¿tan fácil creés que es explicar el fin del discurso?

– Sí sí… es cierto, pero todo eso también lo rompe la gente. Porque quienes nos gobiernan no aprendieron que eso no les sirve. No lo aprendieron. Estamos en la calle. Si mañana se empieza a incendiar la ciudad… ¿qué hace el Presidente? ¿A dónde se va? No es un escenario que yo quiera, pero ya pasó.

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PERONISTA DESDE LA CUNA

Nieto de anarquistas e hijo de peronistas. Luis recuerda su infancia con mucha intensidad. Se le nota en los ojos, en el mate pausado… Sabe que si hablamos de su infancia, adolescencia y juventud no sólo aparece el peronismo. También se cruzan los años de terror.

– Mi vida se marcó siempre por el peronismo, por la historia del peronismo. Mi abuelo gallego era delegado de la FORA en los años 30 y mi viejo en el 55 se quedó en el subte tirándole tiros a los aviones y preguntando por qué mierda no peleamos. Mirá, tengo un recuerdo de pibe que siempre me quedó dando vuelta en la cabeza. Cuando fusilaron a Aramburu nosotros vivíamos en San Justo, con calle de tierra, semi rural, no como ahora, me acuerdo como si fuera hoy que se juntaron todos los vecinos de la cuadra, incluidos mis tíos y mi viejo, e hicieron un asado en la calle y brindaron con vino. Y yo decía: ‘asesinaron a un tipo y estos haciendo un asado en la calle’. Digo, esas cosas sólo las hace el pueblo.

– Me hace pensar que allí, en el barrio y de la mano de tu viejo, empezó tu compromiso, tu militancia.

– Siempre milité. Desde la secundaria en la Cordinadora de Estudiantes Secundarios Zona Oeste, y durante la dictadura en las comunidades eclesiales de base que juntaba el método de análisis marxista con la lectura popular de la biblia. En el Servicio de Paz y Justicia estaba con Pérez Esquivel y yo era el responsable de la zona oeste. Eso fue en el 79. Eso nos metió mucha pila, pero también nos mataron a muchos compañeros.

Todos nos movíamos con cautela. Yo tuve dos intentos de secuestro. El primero con la Triple A en Diciembre del 75. A varios pibes de la coordinadora nos agarran en el edifico de policía de la proveeduría deportiva en Morón. Era una galería sin salida y nos llevaron al fondo de la galería, nos encerraron y nos martillaron la ametralladora sin cargador. ¡Un cagazo tremendo!

La segunda fue a fines del 78, en la escuela 111. Ahí tuve mucha suerte. Allí en Laferrere estábamos muy comprometidos con la comunidad y nos entregó una mina que laburaba en la escuela. Voy a laburar un día, me patino del bondi y me ensucio el delantal. Vuelvo a mi casa a cambiarme y entonces llego una hora tarde a la escuela. Cuando estoy llegando veo, a una cuadra, el Falcon verde de coordinación federal. Una maestra, María del Carmen Landín (hoy mi comadre), me manda a uno de los alumnos a decirme que me vaya, que me vaya, que no entre a la escuela. Por supuesto que no entré… me fui. Y me fui lejos: estuve un año en una iglesia y los curas nos acobacharon ahí. Tuve suerte, fue Dios, que se yo.

– ¿Por que no te fuiste del país?


– Ni lo pensé. La verdad es que ni se me pasó por la cabeza. Pero me fui al Sur a laburar de maestro rural, buscando un rincón tranquilo. Me fui a la cordillera a laburar de maestro. Pero no quise irme. No, no…
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CON LOS PIES EN LA TIERRA

Quizás su inicio político fue, paradójicamente, por Thatchter. Por la “negra” Thatcher. La anécdota cuenta que fue ella, su vecina, quien lo obligó a conducir la toma de El Tambo en el 85, en San Justo, donde aún vive con su familia. Todos los días, a la 5 de la mañana, le gana al alba para producir su programa de radio. Luis ha hecho de la lucha por la tierra una de sus premisas principales, tanto que en el 2006, durante el gobierno de Néstor Kirchner, ocupó nueve meses la Subsecretaría de Tierras para el Hábitat Social.

– Sí… fue “la negra” Thatcher quien me dijo que si no me hacía cargo me mataba a palos. Me agarró de la oreja y me dijo que era el único con la suficiente educación para poder llevar adelante aquella revuelta. Así fue, tenía razón. Y la toma de El Tambo fue más que nada por necesidad. Con Alicia nos fuimos a vivir juntos, tuvimos a nuestro cachorrito Pablo y no teníamos donde vivir. Comprar un terreno era imposible. Y nos armamos allá, en El Tambo, donde estamos todavía.

– Amás tu país, tu tierra… de hecho la tierra es una de las grandes peleas que has dado en toda tu vida.

– La Argentina tiene ciento ochenta millones de hectáreas de tierra productiva. Ochenta y cinco millones están en manos de seis mil personas físicas y/o jurídicas. Sólo seis mil son dueños de casi la mitad de la Argentina…

– ¿Es un tema pendiente la distribución de la tierra en nuestro país?


– No tengas ninguna duda. Aquí en Argentina, sólo con el DNI, te tendrían que dar tu parcela de tierra. Te tendrían que decir  ‘tomá… acá está tu documento y tu tierra está allá’. Acá la tierra no se tendría que cobrar. En Tolhuin, Tierra del Fuego, un terreno vale 300 mil pesos, cuando lo que nosotros necesitamos es que la gente vaya a vivir a Tolhuin.

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– ¿Y como funcionario cómo diste esa lucha?


– Nueve meses estuve, después me fui. Me fui porque faltaba presupuesto. Esa es la verdad, pero en el medio hice unas ‘cagadas’ (chick!) importantes. Quizás la más importante fue la de Corrientes cuando le tiré el alambrado a la mierda a Tompkins. Me hinché las pelotas ese día. Me acuerdo que vino una Doctora que vive en Concepción, un pueblo muy cercano a los Esteros del Iberá, y me dice: ‘mire D´Elia, murió una bebé y su mamá. No pudieron atender el parto porque el señor Douglas Tompkins tienen una tranquera en la ruta’. El tipo tenía un alambrado y una tranquera sobre la Ruta 6 y fui y lo corté.

– Bueno, ahí sí fuiste a fondo…

– ¿Sabés como terminó esto? Con la reforma de la Constitución Correntina donde dice que nadie que sea extranjero puede habitar arriba del acuífero guaraní ni en ninguna reserva natural estratégica. Fue el máximo logro como funcionario.

– Hace pocos días salió a la luz el proyecto de poner dos bases militares de Estados Unidos, una en la triple frontera, encima del acuífero guaraní.

– Sí, ya están del lado paraguayo, en Mariscal Estigarribia. Y hoy puede pasar en nuestro país, es cierto. Bueno, es propio de un traidor a la patria. Macri no juró por la patria y nosotros se lo permitimos. Se nos cagó de risa en la cara.


PLAZA DE MAYO Y DESPUÉS

Durante el conflicto del campo, en el 2008, Luis fue un actor principal. Salió a poner el cuerpo a la Plaza de Mayo para defender el proyecto Nacional y Popular de Néstor y Cristina. No fue fácil… comenzaba a ser blanco de ataque de todos los medios de comunicación concentrados, no sólo argentinos. Sin embargo, aquella trompada en la plaza, mostró que había dos argentinas en disputa.

– Muchos compañeros coinciden en que aquella piña en Plaza de Mayo fue histórica ¿Vos lo sentís así también? ¿Ese día fue un quiebre para la historia de nuestro país?

– Puede ser… De mi parte fue un acto totalmente premeditado. Alguna vez me dijeron que soy un buen táctico
(agarra la birome y el papel más a mano). Te cuento la historia: estábamos en el obelisco y tenía al lado mío la cámara de TN todo el tiempo. A un metro. Había un tipo que no paraba de putearme: ‘negro mercenario, lavaste plata, etc., etc.’. Si yo le pegaba al tipo en el obelisco, con la cámara encima, la Plaza de Mayo se iba a vaciar pero al mismo tiempo iba a pagar un costo político alto. Durante dos cuadras discutí con mi mujer del beneficio de zarparle la piña o no… y bueno, decidimos que sea en Plaza de Mayo para no pasar a mayores.

Pero es cierto que esa noche hubo un quiebre en la sociedad. A Cristina esa noche la quisieron destituir.

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– Pero entonces, si me confirmas que esa noche a Cristina la iban a destituir, vuelvo a preguntarte ¿Hubiésemos podido ir más a fondo?

– Nos cagó Cobos… eso porque armamos con cualquiera. Nosotros construimos alianzas que terminaron así. El kirchnerismo tiene que constituirse en una nueva fuerza política nacional. Con nuevas representaciones sino el PJ… el PJ siempre está mirando a la derecha, lo seduce ir atrás de Massa, de la embajada norteamericana, de los grupos de poder económico… ellos están más cómodos ahí.

Hoy hay un modelo de país cruzado por la cuestión financiera que es el que nos gobierna. La oligarquía no es solo terratenientes, es sobre todo financiera. Y lo financiero después maneja la tierra, la comunicación, los puntos estratégicos de un país. Y por otro lado tienes un pueblo que debe construir para salvar al proyecto nacional y popular. Creo que es momento de discutir y pensar en un Frente Popular de Liberación Nacional. Que alguien me cuente por qué en el mundo no se pueden hacer más frentes de liberación.

Mira fijo a sus interlocutores… piensa y larga – ¿Ya estamos liberados? ¿La liberación hoy tiene el mismo significado que en los 70? Creo que no. Por ejemplo: vos tenés Vaca Muerta, le diste el 1,7% de explotación a Chevron para que te transfiera tecnología que vos no tenés. Para mí eso es liberación. En los 70 eso era la entrega del patrimonio nacional. Hoy, apropiarse de tecnología, apropiarse de información científica y de mantener soberanía a la hora de tomar decisiones es liberación. Han cambiado los paradigmas y eso hay que saberlo para construir.


No tengo dudas, para mí el kirchnerismo es el peronismo del SXXI. Y creo que Cristina es Perón, aggiornado, claro.


Dice lo que piensa y lo expresa con una efusividad que a muchos les molesta. Pero nadie puede negar que Luis D´Elia es, y ha sido, coherente con lo que piensa. Por eso no esquiva la autocrítica ni lo que cree que pasará en nuestro continente con esta avanzada neocolonial.

– La autocrítica que me puedo hacer a mi mismo es haber arrancado tarde con algunas cuestiones. Tardamos muchísimo en hacer experiencias tan radicales que influyeran en el conjunto de la sociedad, por ejemplo la pelea de la tierra urbana. Del pibe que militaba en la secundaria o en las comunidades de base, tardé mucho en construir aquel escenario que nos llevó a tomar la tierra en El Tambo, por citar un ejemplo.

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No nos queda mucho tiempo. Los celulares vuelven a sonar ininterrumpidamente pero no atiende. Por respeto a nosotros, por compromiso con su palabra.

– ¿Qué pasará el día dos Luis?

– Si nosotros lo arrinconamos a Macri aquí en Argentina, ¿Cómo repercute en el resto del continente? Porque Macri es el modelo de los gringos a nivel continental. Pero luego de la marcha federal… ¿qué hará este tipo? ¿Nos va a salir a matar a todos? Las fuerzas de seguridad, con De La Rúa, tuvieron un duro aprendizaje: los únicos que están presos son los que apretaron el gatillo, pero todos los que dieron las órdenes de matar están en libertad. Siempre terminan garpando los policías que gatillan, pero no los que mandan las órdenes.

Por eso son días donde se define el futuro de la patria. Son días donde hay que poner todo. Hay que participar de todas y cada una de las actividades pertinentes. Debemos actuar con un enorme grado de generosidad. Lo importante es que defendamos a la clase trabajadora y al pueblo argentino. Ese es el primer interés que nos debe animar en las calles. Es hora de consciencia, de movilización. Si no nos van a comer los albatros. La única forma que tienen de cambiar el eje de discusión en este país es metiendo presa a Cristina. Salgamos a la calle, en defensa propia y, sobre todo, por la celeste y blanca. La patria no es un seleccionado de fútbol. La patria es el otro, la patria son ustedes, la patria son millones de trabajadores argentinos. Ochocientos mil pibes hoy casi ni morfan, eso también es la patria hoy.

(“Che… y no hablamos del Flaco
(Néstor Kirchner). Con todas las anécdotas que tengo de él podría hacer un libro. Era un fenómeno”)


Fotos:
Gabriela Manzo

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