OCUPADO



Por Sebastián Premici

En el segundo trimestre la desocupación bajó al 6,6 por ciento del 7,5 registrado hace un año. Es la más baja de los últimos 24 años. La subocupación también se redujo casi medio punto. El papel de las políticas contracíclicas para mortiguar los efectos externos.
OCUPADO

La desocupación durante el segundo trimestre del año fue de 6,6 por ciento, cuando en el mismo período del año pasado había sido de 7,5. Este resultado es el más bajo para un segundo trimestre desde 1991. En un contexto de crisis internacional, con una fuerte retracción de la economía brasileña, principal socio comercial de la Argentina, en el período abril-junio de este año el incremento en la cantidad de ocupados fue de 143.000 personas. El resultado de la baja de la desocupación surge, en términos porcentuales, como consecuencia de una reducción de la tasa de actividad en 0,3 puntos porcentuales respecto del año pasado y en un incremento de la tasa de empleo de 0,1 puntos. Este efecto conjunto determinó la caída de la tasa de desempleo en casi un punto porcentual (-0,9) frente al mismo trimestre del año pasado.

“A nosotros esta reducción nos es consistente con otros datos. El nivel de empleo registrado del sector privado creció en el último año un 2 por ciento, lo mismo que el EMAE
(Estimador Mensual de la Actividad Económica). Hay un vínculo entre estos datos. Esta nueva baja en el desempleo no es casualidad. Es el resultado de la protección que surge de las políticas laborales que implementa el gobierno”, sostuvo en diálogo con Página/12 Carlos Tomada, ministro de Trabajo.

Según se desprende del último informe de la Encuesta Permanente de Hogares (EPH) del Indec, cuya muestra abarca 31 aglomerados urbanos, en el segundo trimestre de 2014 había 890.000 desocupados, cifra que se redujo a 783.000 personas en el mismo período de este año. Es decir que cayó en 107 mil personas la cantidad de desocupados. Por otro lado, la cantidad de ocupados según la muestra analizada por el órgano estadístico tuvo un incremento de 143.000 personas. Es decir, en el segundo trimestre del año pasado el total de personas ocupadas ascendía a 10.994.000, mientras que para el mismo período de este año, el total de ocupados se ubicó en los 11.137.000.

La tasa de actividad, que mide la población que se encuentra trabajando, desocupada o en la búsqueda de un empleo, es decir la Población Económicamente Activa (PEA), es la más baja de los últimos doce años (todo el ciclo kirchnerista). En el segundo trimestre de 2015 se ubicó en 44,6 por ciento, cuando en 2003 era de 45,6 por ciento. Las explicaciones para esta variación pueden ser varias. No solamente el factor “desaliento”, entendido como aquellos que a pesar de necesitar un empleo no salen a buscarlo. También puede incidir la mayor cobertura previsional y los aumentos semestrales de los haberes o el hecho de que más de 700.000 jóvenes de entre 18 y 24 años hayan ingresado en el programa Progresar, lo que pudo haber generado un posible retardo en el ingreso al mercado laboral por parte de estos jóvenes.

El otro dato relevante difundido por el Indec es la reducción de la subocupación, que pasó de representar el 9,4 por ciento en el segundo trimestre del año pasado al 9,0 por ciento para el mismo período de 2015. En términos concretos, el año pasado el total de subocupados en los 31 aglomerados que mide el Indec ascendía a 1.114.000 personas, mientras que en el período abril-junio 2015, los subocupados fueron 1.077.000. Es decir que hubo una reducción de 37 mil personas en la población subocupada, lo que determinó que ese guarismo haya caído un 0,4 por ciento sobre el total de la PEA.

En relación con la evolución de los mercados de trabajo regionales, en todas las zonas del país hubo una reducción de la tasa de desocupación. Las mayores bajas fueron en la Patagonia (-2,0 puntos) y en el Noreste (-1,6).

Según indicó Tomada a este diario, si bien es cierto que la Argentina no está atravesando un período de generación dinámica de puestos de trabajo, no menos cierto es que a pesar del complejo contexto internacional y local, no se han perdido empleos. Entre 2003 y 2014 el empleo privado tuvo un alza de 87,94 por ciento. De los 4,9 millones de puestos registrados en relación de dependencia creados en los últimos doce años, el 60 por ciento correspondió al sector privado, y el restante 40 por ciento fue empleo público. El sector que imprimió mayor dinamismo a la creación de empleos fue la construcción, con un alza de 242,46 por ciento, y un total de 313.442 puestos creados. Le siguió la minería, con un alza de 139,50 por ciento (46.545 puestos); el comercio creció un 99,90 por ciento (579.454); los empleados del sector servicios incrementaron su plantilla en un 73,89 por ciento (1.284.669); y la industria tuvo un alza de 70,74 por ciento (527.228).


Mejoras en cada región

La tasa de desocupación se redujo en todas las regiones del país, según el análisis realizado por el Indec. En el Gran Buenos Aires, el de- sempleo pasó de 7,7 por ciento durante el segundo trimestre de 2014 a 7,2 por ciento en el mismo período de este año. En la región patagónica, la reducción fue de dos puntos porcentuales, al pasar de 6,7 por ciento de desempleo en el período abril-junio 14, al actual 4,7 por ciento. En la región de Cuyo, la reducción fue de un punto porcentual, al pasar de 5,0 al actual 4,0 por ciento de desocupación. La región con un menor nivel de desocupación, según el Indec, fue el Noroeste, con un 1,7 por ciento. Esto significó una reducción de 1,6 punto en comparación con el mismo período del año pasado. Este número, estadísticamente, sería indicativo de una situación de pleno empleo. El mayor nivel de desocupación puede encontrarse en el Gran Córdoba (10,2), Gran Rosario (8,3), Gran Catamarca (9,4 por ciento) y los partidos de GBA (7,9).

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