Por Alberto Moya
Los ataques más recientes contra Horacio Verbitsky lanzados por operadores del Grupo Clarín, con el coro habitual de los de empresas aliadas, no constituyen una novedad. Y en ellos hay, dice el periodista Alberto Moya, una trama de relaciones ocultas.
La reiteración de una vieja diatriba contra Horacio Verbitsky no tiene un único autor, ni una sola motivación, ni es gratis.
Sólo así se entiende el grotesco giro de Gabriel Levinas, quien hace una década, ante nuestro colega Conrado Yasenza, declaraba: “Verbitsky se tomó el laburo de chequearme la información como en mi vida me la chequearon. Eso me sirvió para respetarlo mucho más de lo que lo respetaba” (http://www.icarodigital.com.
Cuando el Grupo Clarín contrató a Jorge Lanata para Radio Mitre, Levinas se sumó de modo informal a repetir el discurso de los servicios de inteligencia, al comentar las notas de Verbitsky tras la retención de la Fragata Libertad en Ghana: “habla de la Armada pero no haría lo mismo con la Fuerza Aérea”.
Sobre la Fragata, en siete notas entre el 16 de septiembre de 2012 y el 27 de enero de 2013, Verbitsky había apuntado a alguien de Inteligencia Naval, Lourdes Puente Olivera (http://www.pagina12.com.ar/
Luego de la elección papal, Levinas insistió por Twitter: “El Perro que escribió un libro para la aeronáutica durante la dictadura salió a tirar mierda contra Bergoglio”.
Para entonces, Editorial Sudamericana buscaba un autor para un trabajo sobre Verbitsky. Juan Gasparini tuvo la generosidad de derivarlos conmigo, ya que tengo una gran compilación de material sobre “El Perro”, pero no acordamos nada; me pareció que querían algo en la misma línea que la de Juan B. Yofre, percepción que revalidé hacia noviembre, cuando Alfredo Leuco afirmó que le robaron una prueba contra Horacio que guardaba para un libro que le ofrecieron hacer.
Yofre (“La trama de Madrid”, 2013) relacionó a Verbitsky con la dictadura de Juan Carlos Onganía a partir de su participación en un semanario de humor, casi contemporáneo a “Confirmado”, del que prefirió agarrarse Lanata para sostener lo mismo. Minimicé a uno en mi blog (http://albertomoya.blogspot.
Ahora, Levinas dice (http://radiocut.fm/audiocut/
Esos recibos habían sido publicados por Carlos Acuña (“De La Habana a la F. Ford”. Del Pórtico, 2003; pp 151 y solapas), autoreferenciado en la “Escuela Nacional de Inteligencia”.
En esas usinas se elaboró la hojita en que se supone que el Instituto Newbery no hacía otra cosa que hablar de Verbitsky, en un papel sin membrete, ni logo, ni referencia al tema, ni nombres de los presentes ni de sus redactores, ni sellos de sus firmas, ni destinatario, ni fecha, ni título de la obra. Vale echar un vistazo a cómo se regodea en su “primicia” el Servicio de Informaciones Seprin en “Las carpetas de Verbitsky, 7 años para que la prensa se diera cuenta” (http://fb.me/53ma5vD6h).
Justo hace siete años moría Domínguez Koch, mencionado en el libelo de Seprin-Levinas con el rango de “comodoro”, pero en la Consulta fallecidos y obituarios, el rango se transforma en nombre: “Santos Comodoro Domínguez Koch”, cuya relación con Newbery parece sólo familiar: “(…) Nené y Mercedes Joost Newbery lo despiden” (https://m.dateas.com/es/
En ese juego de espías reapareció un ex corresponsal de Newsweek con una menos conocida pertenencia al Center for Hemispheric Defense Studies: Tercero en el staff encabezado por el general (R) John Thompson (https://www.ascfusa.org/
Ya vemos quién trabajó para los militares.
En dicho Centro Hemisférico obtuvo su posgrado Lourdes Puente.
Tal vez en esos intereses en común se explique que en sólo 17 días de mayo, Andersen dedicara 25 tweets contra Verbitsky, y otros ocho el viernes al cierre de esta nota, con un empeño equivalente al que puso a partir de la elección papal o la muerte del fiscal Nisman. También él reclama a Lanata la paternidad de la “primicia” reproducida en el canal y la web de Clarín.
El Grupo del círculo rojo no perdona la militancia en favor de la ley de servicios audiovisuales o la defensa de los seis colegas denunciados por la empresa, a la que se suman otros ofendidos con Verbitsky que reproducen la infamia como en 1992; 1995; 1998… Arturo Larrabure (@aclarrabure vicepresidente del Centro de Estudios Legales sobre el Terrorismo y sus Víctimas) o la hermana del fugado juez Otilio Romano, @RaquelRomano9: “Han destruido mi familia. Todos hemos sido marcados por ser parientes del genocida Romano. ¿Y con Verbitsky nada?”, antes de retwittear a quien expresa su pensamiento: “El aumento de femicidios es debido a relacionar a CFK con cualquier mujer y no tener la oportunidad de matarla a ella”.
Más nobles han sido otros enfrentados a Verbitsky como Juan Salinas, Felipe Solá o Hernán López Echagüe, quien recordó que Juan Güiraldes no coincide con Pedro, su hermano denunciante.
No es el único familiar en disentir. Pilar Güiraldes publicó en Facebook: “Esto, exactamente esto pienso yo de la discusión entre Pedro y Verbitsky. Hablaste por mi F. Solá. Gracias!”. Lo hizo a propósito de que el ex gobernador desmintiera que su padre fuera el “intelectual orgánico” de una dictadura cuyos crímenes no compartía.
Mientras, en la misma red, Pedro había posteado: “Adivinen a quién voy a votar en agosto y octubre”. Lo hizo junto a la foto de una sonrisa estampada sobre un enorme globo amarillo.
* Alberto Moya – Periodista y docente de la UNLP
