por Ruben Dario Guzzetti
Con esta denominación el gobierno chino presentó, en el mes de septiembre de 2013, una nueva iniciativa para el desarrollo de la región de Asia y Europa.
El cinturón estará formado por dos rutas de la seda una terrestre y otra marítima.
La agencia Xinhua publicó un mapa con las 14 paradas que tendrá la ruta terrestre y las 14 de la ruta marítima.
En la ruta por tierra, las ciudades chinas incluidas son 10, las no chinas son las siguientes: Almaty ( Kazajstán ), Bishkek ( Kirgizia ), Samarcanda ( Uzbekistán ), Dushanbe ( Takiyistán ), Teherán
( Irán ), Estambul ( Turquía ), Moscú (Rusia ), Duisburgo ( Alemania ), Rotterdam ( Holanda ) , y Venecia ( Italia ).
La ruta marítima también incorpora a Atenas ( Grecia ), Nairobi ( Kenia ), Colombo ( Sri Lank a), Chittagong ( Bangladesh ), Kuala Lumpur ( Malasia ), Yakarta (Indonesia) y Hanoi ( Vietnam ).
Este enorme esfuerzo para desarrollar la región, requiere una financiación extraordinaria. Además China reimpulsará las exportaciones resentidas por la crisis internacional, y estimulará a sus empresas públicas y privadas a invertir sus capacidades.
El 24 de octubre de 2014 veinte países firmaron el memorándum de entendimiento que le daba origen al Banco Asiático de Inversión para la Infraestructura ( BAII ).
Se fijó la fecha del 31 de marzo de 2015 como cierre de inscripción para países fundadores.
Enormes presiones ejercieron Estados Unidos y Japón para que varios aliados tradicionales no se sumaran a la iniciativa.
La creación del BAII aparece como un serio competidor del Banco Mundial, el FMI y el Banco Asiático de Desarrollo, ya que no impondrá condicionamientos políticos a sus deudores.
La tentación fue irresistible para muchos países, así se llegó al 1 de abril de este año con 46 socios fundadores, entre ellos: Gran Bretaña, Corea del Sur, Alemania, Australia, Italia, España y Francia.
A diferencia de lo establecido en los estatutos del Banco Mundial y el FMI en los del BAII se establece que ningún país tendrá derecho a veto y el derecho a voto será proporcional al PIB y al PPP.
El BAII iniciará su actividad con un fondo de 100 mil millones de dólares.
El éxito de la iniciativa no solo dependerá de la inversión monetaria sino también de la capacidad desplegada para transferir tecnología y permitir un desarrollo armónico de los países involucrados, en varios de los cuales el atraso y la debilidad institucional es moneda corriente.
IADEG – Instituto Argentino de Estudios Geopolíticos
