HOMENAJE A ADRIANA LESTIDO: LA MEMORIA GRITA

Por Héctor Sosa

 Noviembre caluroso, tarde de 1982, Plaza Avellaneda. Allí el ojo mirador atento de Adriana Lestido absorbía lo que estaba ocurriendo en la movilización por los compañeros desaparecidos.
Aun gritan
Algunos decían «la dictadura está en retirada«. No se notaba: el día anterior habían reprimido sin contemplación «El Vecinazo», que se producía en la localidad de Lanús, al sur del Gran Buenos Aires.

Adriana se encontraba, junto a la periodista Ana María Villarreal, cubriendo la nota para el diario «La Voz».

La represión fue dura, fuerte. Como la resistencia de la gente, y de muchos/as trabajadores|as de prensa que estábamos allí.

Adriana gatilló y sus fotos mostraron «la retirada» de la dictadura.

Al día siguiente, el trabajo la llevó hasta Avellaneda donde otra movilización pedía por la liberación de detenidos en Lanús, y por Juicio y Castigo a los culpables.

Fue en ese el lugar y en ese preciso momento donde Lestido logra atrapar la imagen de esta madre e hija a puro grito de dolor y memoria. La foto recorrió el mundo. Aún lo hace. Ya como un emblema de esos tiempos.

Al explicar la forma en que captó ése instante, casi sublime, eterno, Adriana dice: «Al principio la nena estaba parada al lado de la madre, llorando. Todos los fotógrafos que estaban ahí le hicieron fotos, pero a mí me dio como pudor y no levanté la cámara. Recién después cuando la madre la alzó y empezaron a gritar las consignas, las fotografié. Esa foto es de alguna forma la imagen fundante de mi trabajo, de todo lo que vino después. Me di cuenta no hace mucho de ello, cuando hice la retrospectiva (una producción de sus trabajos a lo largo del tiempo). Era fuerte: Una madre, una hija, el hombre ausente……

Un hecho que ​bu​rló al tiempo y es casi una parábola de la propia Vida: Adriana volvió a encontrarse nuevamente, luego de tres décadas con ésa madre: «A la mamá la contacté recién el año pasado, después de más de 30 años. Es una familia humilde de Sarandí, muy cálida y generosa, militantes de toda la vida, alejados del ruido de la ciudad y las luces de los medios.

El que está desaparecido es el hermano de ella, Avelino Freitas. Era obrero y delegado de Molinos Río de la Plata. Fue secuestrado el 1.7.76 en Villa Corina. La madre de la foto se llama Blanca Freitas. Junto con su madre –la madre de Avelino- siguen militando. El camino de la familia Freitas es un camino duro, de lucha incansables. Como toda lucha»
.

Lestido cuenta y sabe que aquella foto, que es de ayer y es hoy, también la incluyó en su lucha, la de su compañero desaparecido y la de tantos, que hoy siguen, inquebrantables, andando contra un sistema injusto. Peleándolo, combatiéndolo. Como el grito de la niña, el de su mamá y de Adriana, que se lo llevó hacia adentro. Y hoy lo suelta en cada foto. Como ésta, que no para de seguir. Que no para de gritar.

(*) Héctor Sosa
Periodista – Editor de La Nave de la Comunicación

Enlace permanente a este artículo: http://ellibertadorenlinea.com.ar/2015/03/12/homenaje-a-adriana-lestido-la-memoria-grita/