PARAGUAY: SEÑALERO TRAMPOSO

por José Antonio Vera

Cuando comenzó a utilizar el eslogan de “Nuevo Rumbo” en sus discursos de mediocre factura pero pronunciados con el aire de un empresario suficiente que no ha necesitado un lenguaje delicado para alcanzar éxitos, el grueso de la ciudadanía, harta de oír promesas políticas incumplidas, decidió darle una oportunidad al tiempo que rozaba la esperanza de que, quizás, esas dos palabras podrían indicar un sendero hacia donde el pueblo podría encontrar algo del bienestar escamoteado por décadas.Cartes

Y Horacio Cartes, a poco de acomodarse en el sillón presidencial, comenzó a cumplir a cabalidad con su lema de la propaganda electoral, y ningún paraguayo o extranjero que analice su comportamiento, puede acusarlo de incoherencia, pues el Nuevo Rumbo está en plena aplicación, aunque utilice métodos vetustos e inhumanos, similares a muchos que empleó el régimen del General Alfredo Stroessner entre 1954 y 1989 y que sus herederos ideológicos han mantenido vigentes, con leves paréntesis forzados. Es decir que lo nuevo no es tan nuevo.

Quizás sea el tema MERCOSUR, con el retorno de Paraguay, aceptando el ingreso de la muy vapuleada Venezuela Bolivariana por el parlamento de este país, donde puede verse un desliz grueso del mandatario, verificándose incluso ambivalencia, tras algunos de menor cuantía y casi todos internos, sin trascendencia allende fronteras.

Es en la política nacional paraguaya donde Cartes está bregando a fondo para consolidar su proyecto innovador, que lo basa especialmente en las áreas económicas, estimulando el ingreso de inversores privados extranjeros para venderles ciertas empresas del Estado en virtud de la Ley Alianza Público-Privada, aprobada por el Parlamento en fecha reciente, que le otorgó al mandatario la facultad de decidir individualmente cualquier operación, sin tener que pedir autorización a ambas cámaras ni consultar con el Poder Judicial.

Las maquiladoras, ese nombre que avergüenza incluso a sus impulsores, pues les han cambiado de nombre por uno cacofónico, imposible de retener, es otro de los aportes de Cartes al desarrollo nacional, junto con la eximición de impuestos a la exportación de granos, en particular a la soja transgénica.

Es decir, es el retorno al “Tendotá”, el personaje todopoderoso de triste pasado para el pueblo paraguayo, que ha reaparecido con sus piragues (tiras, soplones, alcahuetes, buchones), aprovechando la insignificancia de los partidos políticos, la debilidad sindical, el agotamiento de las viejas dirigencias de las organizaciones campesinas, y la ausencia de una fuerza social y política unificadora, que refleje la voluntad de cambios que viene expresando la ciudadanía desde hace más de una década.

Sin embargo, a poco de andar, el Nuevo Rumbo tiene mucho de jactancioso y de irresponsable, a tal punto que en sus desmanes, está contribuyendo a reunir elementos formadores de un posible boomerang en plazos que pueden sorprender, pues Cartes se aleja cada día más de una ciudadanía descreída, carece del necesario apoyo del Partido Colorado que representa sin compartir mucho su doctrina y gobierna concentrado en un especie de gabinete en las sombras, formado por los gerentes de su veintena de empresas, llamados técnicos, incluido un operador de Augusto Pinochet, y por una guardia pretoriana de agentes de Estados Unidos, Colombia e Israel, especializados en la represión de los movimientos populares y en la capacitación de la Policía y el Ejército.

El malestar crece, al punto que ha comenzado a movilizar al estudiantado universitario, hasta ahora cuasi autista, contagiado por el cuerpo docente y sus autoridades de más alto grado académico, en su mayoría autoritarias, sin pensamiento propio, formadas en la ideología del rancio anticomunismo y obedientes por años a los dictados de Washington, instrucción bien asimilada por toda la derecha política que la practica en los tres poderes del Estado, con similar amoralidad.

La reacción estudiantil arrancó este lunes desde la Facultad de Derecho y fueron miles los ciudadanos que salieron a las calles, enriqueciendo las marchas de las últimas semanas de campesinos, trabajadores de todo origen, desempleados, defensores de los derechos humanos y militantes independientes, que reclaman mejores condiciones de vida, reforma agraria, salud y enseñanza gratuitas y libertad de los presos políticos.

Al Nuevo Rumbo ya pertenece un saldo de varios labriegos asesinados y miles de familias desalojadas de sus ranchos, en una ola represiva como única respuesta ante las legítimas protestas populares que están tomando cuerpo, frente a la grosera intervención de los cascos azules, que días atrás se lanzaron con exagerada violencia en Asunción contra una manifestación pacífica que repudiaba el aumento del precio de los boletos del transporte público. Numerosos testigos recordaron escenas del vandalismo estronista.

Los agentes llegaron con la misión de provocar. Se burlaban y golpeaban, manoseaban a las muchachas, le partieron la cabeza a un cuida coches que no participaba de la marcha, obligaron a muchos a tirarse al suelo, metieron a 16 en calabozos, a un periodista le robaron su cámara con todas las imágenes del atropello (la fiscalía le devolvió otro aparato vacío), y después de varias horas fueron liberados, a excepción de cuatro que salieron con libertad vigilada. ¡¡El colmo!!. Hay varios videos probatorios de esos abusos.

La indignación que está provocando el Nuevo Rumbo abarca amplios sectores sociales, al punto que se anuncia una gran marcha a pie y una caravana de automóviles para este miércoles 15 por toda Asunción, en protesta por el aumento de los precios de los boletos de ómnibus urbanos, departamentales y nacionales, mayoría subvencionados porque los partidos Colorado y Liberal cuentan con esos empresarios para arrear votantes en cada elección municipal o presidencial, incluso de las grandes cooperativas con las que operan.

Otro tema de la marcha es derrotar un proyecto de ley de seguro automotriz anual, que el parlamento intenta imponer, pero que sólo contempla atención de salud si hubiere alguna víctima, algo que huele a un negociado con grandes sanatorios privados, que obligaría a los usuarios a cargarse con dos seguros por cada auto.

Pero a tenor de la opinión de numerosos activistas, que en ningún momento hablan en nombre de partidos políticos, el movimiento ciudadano se proyecta para exigir el establecimiento de un sistema democrático, que obre justicia y equidad social, con atención y gratuidad en la educación y la salud, sin campesinos desalojados y presos, y que genere empleos y entierre las mentiras del Banco Central, negando inflación, cuando es irrefrenable el aumento del costo de vida, frente a un salario que ha perdido el 25 por ciento de su poder adquisitivo en 10 años. Para celebrar la llegada del nuevo año, Cartes decidió congelar el mínimo (370 dólares) por todo este 2014.

ARGENPRESS.info

Enlace permanente a este artículo: http://ellibertadorenlinea.com.ar/2014/01/10/paraguay-senalero-tramposo/