Por Salvador Treber*
Los agitados tiempos de elecciones, una vez más, son utilizados para lanzar información tendenciosa que perjudica a todos, constituyendo un equívoco intento de autovalorizarse por vía de un supuesto fracaso ajeno.
A fines de abril de 2011, el Departamento de Pronósticos Económicos del Fondo Monetario Internacional, además de calcular el producto bruto de sus 193 miembros- expresados en dólares bajo la modalidad PPA (u$s de igual valor adquisitivo), ubicó a Argentina en el 22º lugar con u$s 642.4 miles de millones y una proyección hasta 2016 en que estimó que el mismo llegaría a u$s 910.3 miles de millones (+41.7%). Con posterioridad, en 2012, un organismo técnico semejante, dependiente de la Organización de las Naciones Unidas, procedió a revisar íntegramente aquel trabajo pero, para el caso de nuestro país, ratificó la corrección de las evaluaciones precitadas.
Se efectúa a modo de introducción la precedente aclaración sobre las fuentes de datos adoptadas en esta nota pues en un período preelectoral como el presente, los diarios de mayor tiraje y una serie de supuestos especialistas, algunos convertidos en candidatos dentro del extenso arco opositor, sin aportar mayores argumentos anuncian que estamos en inminencia de un desastre económico-social. Resulta raro que los antes mencionados núcleos acerbamente críticos que reúnen la superior cantidad de especialistas, no tengan presente esa visión y, por el contrario, para el período 2013/15 prevean virtuales cataclismos. A ello se agrega un cálculo retrospectivo entre 2003 y 2012; de la cual surge que las estimaciones de los organismos internacionales precitados -que no han adoptado las cifras oficiales de cada integrante del orbe que han elaborado en su propio seno- convalidan con bastante aproximación las emanadas del Indec para medir la evolución de nuestro PBI. Por lo tanto, quién tenga la osadía de impugnarlas, paralelamente, debiera aportar elementos fehacientes que contradigan o corrijan a los técnicos del F.M.I. y la O.N.U. Demás está decir que nadie hasta ahora lo hizo…
Es cierto que los datos mensuales oficiales sobre precios al consumidor elaborados con relevamientos diarios sólo del conurbano porteño adolecen de graves anomalías; las que tuvieron origen en la búsqueda de atenuar el monto de los pagos en moneda extranjera que desde 2007 debían indexarse en función de dicho parámetro. De esa manera se “ahorraron”la importante suma de u$s 30.000 millones; pero la única forma de terminar con esa distorsión estadística sería sustituirlo por otro que no sea continuidad de aquél pues si tal cosa se admitiera o quedara probada podría dar lugar a reclamos retrospectivos. Se sabe que un nuevo instrumento con ese fin tomará como base de datos a todo el territorio nacional y se viene preparando con asesoramiento del F.M.I. que seguramente en los meses próximos, antes de fin de año, será dado a publicidad.
El producto bruto del primer semestre 2013.
El pasado 16 de agosto, se dio a publicidad los datos generales sobre evolución del PBI durante el período enero-junio que, según el Indec, arrojó para ese lapso un incremento interanual del 5.1%. Dicha marca, en el contexto actual de la economía mundial, puede considerarse muy bueno, incluso al cierre de 2013. Lamentablemente en esa oportunidad no fue acompañado de los detalles sectoriales para poder evaluar con mayor justeza cual ha sido el desempeño de cada actividad específica. Hacen conoce, eso sí, su postura en el sentido que el resultado es muy satisfactorio, superando el hecho “que el mundo se nos cayó encima”. Obviamente, esta expresión alude a la situación recesiva que se esta viviendo en otras latitudes.
Sin los elementos complementarios mencionados, nos vemos constreñidos obligadamente a cuantificar, sin desagregaciones significativas, que las que distinguen lo sucedido globalmente en cada uno de los dos trimestres; dado que entre el primero y el segundo median notorias diferencias; aunque que la tendencia general se haya caracterizado como ascendente; proporcionando un claro testimonio de que la actividad se ha ido recuperando progresivamente a partir de un muy comprometido año 2012.
Ese entorno no puede ser ignorado ni menospreciado, como se está haciendo por seudos analistas que han optado por intentar influir en el resultado de las urnas y no trasmitir la realidad objetiva. Cabe insistir que a nivel mundial se aprecia un marcado retroceso en todos los países, incluso en los dos líderes en materia de crecimiento, China e India, los cuales han debido admitir que sus respectivos avances se han seguido concretando pero a tasas bastante menores; 7.5 y 5.9%, respectivamente; lo cual implica que se redujeron, en ambos casos en 2.9%. Ello implica para la primera una merma del 27.9% y nada menos que 47.0% para la segunda
En Estados Unidos se festeja como un verdadero “milagro” que durante el primer semestre haya habido una mejora interanual del 1.5%; pese a que se requiere un mínimo del 3.0% para absorber el aumento vegetativo anual de la oferta de trabajo. Por el momento, han venido frenando en todo lo posible el acostumbrado ingreso de trabajadores “transitorios”, mayoritariamente mexicanos, que en número superior a 11 millones que han venido atravesando subrepticiamente la frontera sur. En efecto, se calcula que actualmente este número bajó obligadamente en un 40.0%; con lo cual se agravó la situación social en sus países de origen.
El escenario de la Unión Europea y, muy especialmente en la denominada “eurozona” integrada por 17 países, las condiciones son aún peores pero luego de lograr un incremento de apenas el 0.3% en el segundo semestre, violando todas las convenciones técnicas sobre este aspecto, han anunciado casi con euforia que se ha superado la recesión. Es tanta la ansiedad y el cansancio por los mas de cinco años con indicadores negativos que cualquier microscópica mejora dá para proclamar hipotéticos avances…
La situación en América Latina.
La suba del 5.1% que el Indec adjudicó paras enero-junio ppdo. aparece como el mas elevado de esta región. Se acerca bastante Perú, donde llegó a (+4.7%) pero detrás de este país se alinean Chile (+4.1%); Colombia (+3.7%), México (+3.1%) y Brasil (+2.21%). En este último caso, la mayor economía de las 34 que conforman el área, se corrigió ya dos veces hacia abajo esa estimación de 3.5 a 2.5% para el año próximo.
Justamente, en vista de esta muy modesta performance de nuestro Gran Vecino, se anticipan a suponer que decrecerá la demanda de automotores y, con ello, que bajara considerablemente el índice de ascenso relativo de dicha actividad industrial en nuestro país. Tal pronóstico no tiene en cuenta los esfuerzos que el gobierno de Dilma Rousseff está realizando para que crezca el consumo interno pero tampoco la experiencia en ese aspecto de trienio 2010/12.
Las actividades que se han mostrado más dinámicas y expansivas en Argentina están encabezadas ciertamente por la automotriz (+19.2%), maquinarias agrícolas (+9.3%) y cemento (7.1%) que revela la reactivación de la construcción; acompañadas por indicadores mas modestos en alimentos y otros consumos familiares. No se entiende porque pronostican que se retornará al 2.8% o aún marcas menores en el segundo semestre.
En el abril/junio, por el contrario, se verificó un alza generalizada respecto del precedente primer trimestre iniciándose con una suba del 4.1% que en ascenso sin pausa, llegó al 6.4% y en el semestral del 5.1%. Los críticos no admiten errores y ahora advierten que si Argentina supera un crecimiento anual del 3.26% deberá en 2014 hacer un pago adicional de u$s 3.000 millones. No está claro lo que pretenden: ¿que se deje caer la economía y empeore realmente la situación de la población o que se “dibujen” datos falsos?
Otro elemento de juicio: la recaudación tributaria de agosto.
Los relativos al octavo mes del presente año revelan una firme continuidad en los niveles de rendimiento que desdicen los anuncios tremendistas sobre un supuesto inminente deterioro de la actividad general que no tiene ningún fundamento serio alguno y obedece al “clima” que trata de crear. Bastara con advertir que el conjunto de ingresos tributarios, en función del habitual cotejo interanual, pone en evidencia que han crecido un 25.5%; índice este que para el mes de agosto puede considerarse un muy buen registro.
Ello significa que ascendió a $ 75.884.8 millones, apenas 5.5% menos que el mes de julio, en que se logro un record histórico absoluto. Por su parte, el acumulado del periodo enero-septiembre llego a $ 563.992.7; cifra 28.1% mas elevada que la correspondiente a idéntico lapso de 2012. Ello testifica que el nivel de actividad económica no se ha resentido y, muy en especial, que el consumo interno no declina como anuncian los agoreros.
La Administración Nacional ha sido la principal receptora con $ 35.848.8 millones (41.3%); el conjunto de Provincias, $ 19.465.8 millones (25.7%), completando el cuadro los Organismos de Seguridad Social, con $ 17.727.6 millones (23.4%). En lo transcurrido de 2013, el escalonamiento de los destinatarios finales es semejante: lo encabeza la Nación, con $ 251.466.1 millones 44.6%, seguida por los Organismos Previsionales que receptaron $ 147.750.3 millones (26.2%) y, por un muy pequeño margen, están relegado al tercer lugar lo girado a las Provincias que sumó $ 144.135.1 millones (25.6%).
En ese contexto, el I.V.A. mantiene el liderazgo ya que con $ 22.341.2 millones que representan el 29.4% de los ingresos totales, pese a que es levemente inferior a la relación porcentual de los ocho meses, en que es del 31.7%. Surge con nitidez la performance en lo relativo a las actividades derivadas del comercio exterior pues subió un 51.2% ya que se recaudaron $ 7.112.4 millones; mientras en el acumulado, con $ 51.880.6 millones, implica una mejora algo menor (+46.1%).
En segundo lugar, como suele ser habitual, está el Impuesto a las Ganancias que en agosto aportó $ 15.661.0 millones (20.6% respecto del total) y un 27.9% mas que en el año precedente. Por su parte, el lapso enero-agosto fue de $ 122.322.1 millones; importe que supera a lo obtenido en 2012 en nada menos que un 39.4% y a bastante distancia en el tercer lugar entre los tributos sin destino especifico, aparecen los que recaen sobre el comercio exterior, con $ 8.857.9 millones que logra superar en apenas un 15.5% a lo obtenido doce meses antes.
De este importe $ 6.868.5 millones corresponden a las exportaciones y $ 1.989.4 millones a importaciones, con 15.1 y 16.8% respectivamente, sobre los guarismos que se habían alcanzado hace un año. Los recursos específicos afectados a financiar el sistema previsional sumaron $ 10.689.6 millones a través de las Contribuciones Patronales y $ 7.400.7 millones de Aportes Personales con un incremento interanual en ambos del 29.0%; índice este que se ubica por debajo del 33.2% que surge del acumulado.
Pese a esta leve merma parcial, en general, se ha mantenido el nivel de incrementos; lo cual es un importante indicador de que la economía no se ha amesetado.
*Profesor de Postgrado-FCE-UNC
Gentileza de Ezequiel Beer ezequielbeer@hotmail.com
