UNA CAUSA, ONCE AÑOS: COTEJANDO EL CASO NOBLE

 

 
 
por Diario sobre Diarios
 
Luego que la confrontación de ADN diera negativa, los grandes matutinos ignoraron el Caso de Ernestina Herrera de Noble, otra vez, como ocurrió mayoritariamente entre 2003 y 2007. Pero un derivado de la causa ingresó en la Corte Suprema en abril de 2012.  El caso no se cerró pese a los pedidos de la defensa que busca el sobreseimiento de la anciana directora del Grupo Clarín. 
 
 COTEJANDO EL CASO NOBLE
En mayo de 2007, Diario sobre Diarios (DsD) publicó en su sección Zona Dura, su último artículo del “Caso Noble”. Desde 2008 hasta aquí, la cobertura de los matutinos no requirió de ninguna producción especial por parte de DsD: el Caso Noble estalló mediáticamente y todos sus pormenores fueron expuestos en detalle. La “politización” extrema llegó a todos lados.
 
¿Pero en qué derivó la causa 13.957 “Noble Herrera Marcela y otros” luego que en 2011 el Banco Nacional de Datos Genéticos (BNDG) informara a la jueza federal en los Criminal y Correccional Nº 1 de San Isidro, Sandra Arroyo Salgado que todos los cotejos de ADN de Marcelo y Felipe con las muestras existentes habían dado negativos?
La causa sigue abierta. Según pudo comprobar DsD de fuentes tribunalicias, el 25 de abril de 2012 ingresó a la Corte Suprema de Justicia de la Nación, como expediente 79/2012, que reunió tres presentaciones como recursos extraordinarios presentados en junio de 2011.
Los tres recursos cuestionaron principalmente el punto II de la resolución de la Cámara Nacional de Casación Penal que en su momento“limitó el alcance de la prueba pericial genética ordenada, excluyendo de la comparación a numerosas familias de personas desaparecidas que han dejado muestras en el Banco Nacional de Datos Genéticos”, según las presentaciones.
Con diferencias de pocos días, en junio de 2011, las tres partes que hicieron la presentación fueron Estela Barnes de Carlotto con sus abogados en representación de la Asociación Abuelas de Plaza de Mayo; los abogados Alcira Ríos y Pablo Llonto, en representación de los familiares querellantes Gualdero, Miranda y Lanuscou y el fiscal general de la Cámara Nacional de Casación Penal, Raúl Omar Pleé.
Por entonces, el abogado de la parte defensora, el doctor Gabriel Cavallo explicó públicamente que “El período que interesa confrontar es hasta julio de 1976, porque la Cámara de Casación pidió que se analice hasta ahí, ya que no se puede dudar de que los chicos estaban con Ernestina Herrera de Noble y existían como personas físicas luego de esa fecha”.
Se refería al mismo fallo de la Cámara de Casación del 2 de junio de 2011 que si bien ordenaba la “extracción compulsiva”. Cavallo respaldó así la decisión de primera instancia, que limitaba la comparación a las muestras de aquellas personas que hayan nacido en 1976 o antes, dando por probado- como explicó- que “los chicos” ya habían nacido para entonces porque estaban bajo la guarda de Ernestina.
“El fallo parecía redactado para obligar a todas las partes a apelar, así, la disputa seguiría camino hasta la Corte, que se descontaba, no la analizaría hasta después de las elecciones presidenciales de octubre” explicó en su libro “Pecado Original (…)” la periodista Graciela Mochkofsky.
El escenario era claro: se suspendería la obtención de las muestras porque el caso pasaría a la Corte. Y según especulaciones de entonces, la parte defensora tendría muchas probabilidades de perder ante el máximo tribunal, que ordenaría que se cumpla con la Ley del BNDG y que se confronten con las 246 muestras existentes.
Por entonces, los abogados del Grupo Clarín hicieron la siguiente pregunta: ¿cuántas de las 246 muestras existentes corresponden a personas nacidas hasta 1976? Cuando obtuvieron el dato concreto sacaron el cálculo de cuántas probabilidades había de que las dos muestras que cotejarían coincidiera con ése número.
“Menos del 2 por ciento” escribió uno de esos profesionales en una pizarra mientras el resto de los abogados se miraban en silencio y satisfechos.
Si bien el libro de Mochkofsky también registró las versiones de época, de que los abogados de Clarín sabían por entonces que los ADN de Felipe y Marcela no correspondían con los existentes de fuentes del propio Banco, ese dato nunca fue comprobado. Aún hoy, es una versión entre las tantas que rodeó al Caso Noble.
¿Qué ocurrió?
La estrategia de Cavallo cambió: mediante una presentación espontánea pocos días después la defensa informó que tanto Marcela como Felipe aceptaban confrontar con todas las muestras existentes y que las dejarían en el BNDG. 
Para explicar este cambio de posición que sorprendió al Gobierno -de fuentes litigantes- se pueden apuntar tres aspectos a tener en cuenta:
• Primero, que los abogados de Clarín sabían que el riesgo era menor del 2% del total a confrontar.
• Segundo, que si iban a la Corte lo máximo que lograrían era que las muestras compulsivas se hicieran después de octubre de 2011 pero ahora por decisión de la Corte Suprema. ¿Alguien de la Corte los desalentó a dar ese paso en falso?.
• Y finalmente, al menos uno de los dos hijos adoptivos de Ernestina quería saber toda la verdad sobre su propia identidad. O mejor dicho: aún quiere saber toda la verdad.
La decisión de Marcela y Felipe de cotejar con todas las muestras del Banco -luego de negarse durante diez años- descolocó a algunos medios de comunicación que titularon con “sorpresivo giro” (Perfil) ó “giro sospechoso” (Tiempo Argentino).
Ningún medio ni periodista percibió un hecho real: La querella de Lanuscou-Gualdero-Miranda logró lo que siempre reclamó desde los escritos de su abogada Alcira Ríos: que cumplan con la Ley del Banco, que se hagan las extracciones allí y que dejen las muestras para confrontar con todos los familiares que lo requieran.
O sea: al Caso Noble lo ganó la querella. 
Una sola mujer estuvo presente en todos estos años, además de los familiares que siempre la respaldaron: Alcira Ríos. 
Acuariana, siempre optimista y persistente, tuvo que pleitear primero con el buffet de los Anzorregui. Y luego contra Cavallo – Fox. En la etapa 2003/2007, tomó distancia de la “politización” de la causa Noble: siempre supo que batallaba para llevar a Felipe y Marcela hasta el Banco; y que era difícil demostrar que eran hijos de desaparecidos.
Se alejó de las Abuelas de Estela Carlotto; mantuvo el perfil bajo en los medios y confrontó siempre mediante los escritos en los tribunales. Pero cuando alguien le pregunta detalles de esas contradicciones en el seno de quienes confrontaron con el multimedios más poderoso de la Argentina ella responde siempre igual “ah no importa, no hay que darle de comer a la derecha”.
Los cotejos
El julio de 2011 la jueza Arroyo Salgado ordenó que comenzaran los cotejos de ADN de Marcela y Felipe Herrera Noble con todas las muestras. El dato se conoció por medio de todos los matutinos el 18 de junio de 2011. Una curiosidad de la Justicia: las partes recibieron la notificación de Casación recién el 22 de junio.
Pero los recursos extraordinarios siguieron sus cursos: el último movimiento que tuvo el expediente 79/2012 informó que se encuentra desde el 6 de junio del año pasado en la secretaría judicial nro. 5 de la Corte Suprema, secretaría 5 de Derechos Humanos.
¿Por qué es importante este expediente si los cotejos ya se hicieron con todas las muestras y dieron negativos?
Según explican los propios abogados querellantes, lo esencial es que no quede jurisprudencia como antecedente permitiéndose que se limite temporalmente los cotejos, tal como hizo la Sala II de la Cámara de Casación ya mencionada. 
Durante el año pasado los abogados Gabriel Cavallo y Eduardo Padilla Fox cruzaron escritos con la jueza Arroyo Salgado. Los abogados pidieron el sobreseimiento de Ernestina Herrera de Noble; primero a la mencionada jueza con sede en San Isidro, pero también a las Cámaras intervinientes.
En todos los casos, fueron rechazados. La causa sigue abierta.
El cruce más duro fue con Arroyo Salgado. Primero, porque le pidió a Cavallo una cuestión de registración de su matrícula, que tuvo como consecuencia un par de escritos de tonos picantes.
Luego, porque la jueza interpretó que en una recurso de apelación de los abogados “subyace una vez más la intención de los letrados de agraviar y condicionar maliciosa e indebidamente a la suscripta”, que además ya había sido recusada y resuelto en 2010. En esas contiendas transcurrió el 2012, con los abogados del Grupo Clarín sin poder obtener el sobreseimiento definitivo.
Por ahora, al menos deberán conformarse con este pasajero silencio mediático del Caso Noble. Tal como ocurrió entre 2003 y 2007. Una época en la cual en la Argentina no había «monopolio» ni tampoco existían «los K» que atacaban a la «libertad de prensa».

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