MARAVILHOSO

 

por Edison Lanza

 
Mujica quiere dejar en marcha la integración plena con Brasil.Pepe y Dilma
La teoría del péndulo ha caracterizado la historia de nuestra diplomacia. Cuando los conflictos se acumulan con Argentina nos recostamos en Brasil, y viceversa. Los gobiernos de Uruguay y Brasil aprontan una reunión de trabajo para la primera quincena de mayo, con la presencia de varios ministerios, un paso más en la dirección de convertirse en los dos primeros países de América del Sur en tener un efectivo libre tránsito de bienes, personas y servicios.
A comienzos del siglo xx, cuando ei canciller argentino Estanislao Zebalios sostenía la abusiva tesis de que el Río de la Plata era de jurisdicción exclusiva de su país y. en consecuencia, Uruguay tenia apenas una «costa seca» sobre el estuario, la decisión de la diplomacia brasileña de reconocer a Uruguay jurisdicción en la laguna Merín y en ios ríos fronterizos permitió destrabar la cuestión de límites, lo que terminó varias décadas después con la firma del Tratado del Río de la Plata.
El actual también es uno de esos momentos históricos en los que Uruguay, que arrastra una década de relación conflictiva con su vecino allende el río, apuesta a la integración plena con el gigante emergente de América del Sur para mejorar su posición en la subregión.
A poco de asumir el gobierno, el presidente José Mujica definió como uno de los ejes de su política exterior crecer «en el estribo de Brasil»; y esa idea original fue adoptada por la cancillería y operadores de la propia Presidencia como línea de trabajo prioritaria.

A finales de 2012 el gobierno anunció que se había acordado con Brasil un cronograma para ir hacia el definitivo libre tránsito de bienes, servicios y personas, la integración de cadenas productivas, del sistema eléctrico, y una política coordinada de innovación, ciencia y tecnología (véase Brecha, 19- X-12). Mientras para Uruguay esta es la mayor prioridad actual en política exterior, para el gobierno brasileño se trata de una «relación paradigmática» que debería señalar el camino al resto de la región. Es evidente además que la relación de Dilma y Mujica es muy buena y mucho más estrecha que la mantenida por Vázquez y Lula, que tuvo sus momentos altos pero también de los otros.
Acumulado
La relación con Brasil también tiene detrás un trabajo paciente y acumulado en la relación bilateral. El canciller Luis Almagro y su par Antonio Patriota, el prosecretario Diego Cánepa, jerarcas del área comercial como Alvaro Ons, las embajadas en ambas capitales y los cuadros técnicos de los distintos ministerios están alineados bajo esta idea, y existe un seguimiento permanente para concretar los acuerdos en los hechos.
Para lograr efectivamente el libre tránsito de personas, bienes y servicios, ambos países han avanzado en dos líneas principales de trabajo:eliminar las barreras técnicas y reglamentarias para el tráfico de bienes, y facilitar que uruguayos y brasileños no sólo pasen libremente por las fronteras sino que también tengan acceso a la residencia, el trabajo y la seguridad social en ambos territorios.
En cuanto al comercio de bienes, el embajador de Uruguay en Brasil, Carlos Amorín, dijo a Brecha que los dos países han homologado y depositado en la Asociación Latinoamericana de Integración (Aladi) un protocolo adicional al viejo Acuerdo de Complementacion Económica (ace 2) vigente desde hace décadas entre ambos países.
Este protocolo crea la Comisión de Comercio Bilateral (ccb) para «ia solución de dificultades legales, normativas y operado nales puntuales relativas a acceso a mercados, establecimiento de procedimientos de consulta en materia de origen, defensa comercial y medidas sanitarias y fitosanitarias, y establecimiento de un procedimiento expedito de despacho aduanero.

«Esta comisión tiene varios objetivos: implementar un mecanismo de alerta temprana para eventuales trabas al comercio, y reglamentar las autorizaciones y controles que cada Estado hace sobre los productos para que tengan validez en ambos países», 
explicó Amorín. En otras palabras, ambos estados deben compatibilizar sus reglamentaciones, de modo que cuando se autoriza la elaboración de un medicamento, por ejemplo, esa autorización tenga validez en ambos países y no se dupliquen los controles. Esta comisiónapunta también a alinear a los ministerios de ambos países y a evitar las «sorpresas» que surgen cuando un lobby interno de Brasil logra que el Ministerio de Agricultura complique con una regla fíitosanitaria las exportaciones de arroz o de lácteos, un tipo de obstáculos que históricamente se repiten dentro del proceso de integración.
La segunda línea de trabajo refiere a la decisión de integrar a Brasil y Uruguay en materia de residencia y tránsito de personas, ei paso más determinante desde el punto de vista cultural y simbólico. «La voluntad política ya está expresada, pero los procesos en este caso implican coordinar a muchos actores de ambos estados», indicó Amorín.
El libre tránsito requiere armonizar los procesos migratorios, facilitar los permisos de trabajo a ambos lados de la frontera, permitir la acreditación de méritos educativos, y los derechos a la
seguridad social. De hecho, los técnicos de ambos países han desarrollado un plan de trabajo a ocho años para lograr la plena integración en materia de personas. No obstante, Mujica ha trasmitido a la
cancillería que para 2014, antes de la finalización de su gobierno, quiere ver funcionando los aspectos migratorios del libre tránsito de personas.
Fuentes diplomáticas indicaron que días después de los dichos de Mujica sobre la presidenta argentina Cristina Fernández y su esposo, el ex presidente Néstor Kirchner, desde la Presidencia oriental se pidió acelerar estos procesos de integración con Brasil, en el mismo momento en que parecía desmoronarse la política de acercamiento con Argentina. Sin embargo El Observador publicó que Cristina Fernández invitó al presidente José Mujica a viajar juntos en el Tango 1, a Lima, donde se desarrolló la cumbre urgente que convocó la Unasur para tratar el tema Venezuela. Un gesto que podría significar el principio del fin de su enojo con el presidente uruguayo.

Cadenas virtuosas
Los aspectos más simbólicos no tendrían sentido si la relación comercial y productiva de Uruguay y Brasil no estuviera también en permanente crecimiento. Brasil se ha consolidado en los últimos años como el principal destino de las exportaciones uruguayas. En 2012 éstas superaron los 1.740 millones de dólares, siendo por tercer año consecutivo el principal destino, con el 20 por ciento del total de ventas al exterior.
La balanza comercial fue además superavitaria, dado que las importaciones de ese origen se ubicaron en 1.577 millones de dólares.
En el primer trimestre del presente año la tendencia se mantuvo: en enero-marzo de 2013 las ventas a Brasil alcanzaron 369 millones de la moneda estadounidense (21,3 por ciento de las exportaciones totales). Sin perjuicio de que se comprueba una disminución de 9,9 por ciento respecto a igual trimestre de 2012, Brasil volvió a ser el primer destino de las exportaciones uruguayas en el trimestre.
A su vez, las importaciones desde Brasil alcanzaron los 361 millones de dólares (17 por ciento de las importaciones totales), siendo ese país el tercero como origen de las importaciones uruguayas, luego de China y Argentina.
Si se observa la relación desde la perspectiva de los productos uruguayos, el país norteño es el primer destino para las exportaciones de arroz (39,6 por ciento de las ventas), plásticos (12,7 por ciento del total), malta (10,6 por ciento) y el segundo en lácteos (28,6 por ciento).
En este contexto, no es casual que la Cámara de Comercio Uruguay-Brasil organice un evento con empresarios de ambos países el martes próximo en el hotel Conrad. En la oportunidad
hablará el propio Mujica de la «sinergia» que están construyendo ambos países. El evento constituye un gesto para mostrar el rumbo que adoptó el país en el contexto regional, si se compara con el inicio de su mandato cuando la conferencia con los empresarios argentinos, también en el Conrad, fue ampliamente celebrada en ambas orillas del Plata.
La otra arista de este proceso tiene que ver con la complementación productiva, algo que le otorgaría solidez al proceso de integración. Desde la cancillería se afirma que técnicamente se
está trabajando en ciencia y tecnología, televisión digital, energía e industria naval, todas áreas con posibilidades de generar producción con participación de la industria uruguaya.  
 
Brecha

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