«ES UN BUEN MOMENTO PARA EL DEBATE SOCIAL POR UN ESTADO LAICO»


Por Sandra Chaher

Algunos hechos políticos de las últimas semanas podrían ser la expresión de una sensación de empoderamiento de los sectores más conservadores de la sociedad a partir del nombramiento de Jorge Bergoglio como papa.  En Santa Fe y Salta hay intentos de que las ciudades sean declaradas “pro-vida”, como ya se hizo con muchas otras del país; y en Mendoza, un senador reflotó un proyecto presentado el año pasado que pretende instalar un subsidio económico para las mujeres víctimas de violación y las hijas e hijos que nazcan de esta situación. Consultamos a Juan Marco Vaggione, Marta Vasallo, Checha Merchán, Liliana Vietti y Carlos Lombardi sobre sus percepciones. Hay bastante coincidencia en cierta sensación triunfalista de la derecha, aunque también hay miradas cautas que observan estos y otros hechos como expresión de interpretaciones inmediatas de la designación papal que aún no marcan un terreno definido.iglesia

Justo antes de atender la llamada telefónica de COMUNICAR IGUALDAD, la diputada provincial de Mendoza Liliana Vietti fue agredida por las calles de su ciudad por una familia. Mujer, varón, dos chicos caminando y un tercero en un carrito. Cuando la reconocieron en el cruce de una calle comenzaron a gritarle “abortista, abortista”. Si bien Mendoza tiene una fuerte tradición conservadora, y el año pasado hubo muchas manifestaciones callejeras debido a la discusión parlamentaria de un proyecto de adhesión a la Guía Nacional de Aborto No Punible  presentado por la misma Vietti, no había habido agresiones de este tipo. “Se siente indudablemente más presión de los sectores conservadores –dice Vietti- y se seguirá viendo con cualquier cosa que implique un avance en los derechos, como la reforma del Código Civil o la adopción por parte de parejas homosexuales. Es una interpretación infantil de la designación de un papa argentino por parte de un sector de la sociedad. Porque a mi me genera muchas expectativas, en una institución cerrada y machista como la iglesia católica,  que este papa pueda modificarla, que haga transformaciones en relación a la pedofilia, y porque la ideología cristiana es muy buena. Pero el Estado debe ser laico, contenernos a las personas que sostenemos religiones diversas y a quienes no tienen ninguna religión”.

En el 2012, Vietti (Frente Cívico Federal- UCR) presentó en Mendoza un proyecto de adhesión a la Guía Nacional de Aborto No Punible del Ministerio de Salud de la Nación que obtuvo media sanción en la Cámara Baja con mucho más de la mitad de los votos, pero luego fue rechazado en el Senado, donde primaron las posiciones conservadoras. Durante el verano del 2013, la diputada anunció que volvería a presentar ese proyecto e, inmediatamente, el senador Matías Stevanato (integrante del Bloque Justicialista Néstor Kirchner) reflotó uno de él presentado también durante el 2012 en el que propone que se cree un Programa de Prevención, Asistencia y Compensación para toda mujer embarazada por causa de delitos contra la integridad sexual, en el que se prevee, entre otras cosas, que si una mujer está embarazada como producto de una violación podrá recibir del Estado medio salario mínimo de por vida y el niño o la niña que naciera podría percibir un salario mínimo hasta los 18 años. De esta forma, el proyecto propone “procurar una verdadera respuesta al drama de la violencia contra la mujer”.

En Mendoza se rumorea que el proyecto cuenta con el aval de varios sectores del Poder Ejecutivo. Sin embargo, no sería probable que su tratamiento fuera sencillo en la Cámara de Senadoras/es, donde hasta ahora no tiene fecha de debate siquiera en comisión.

“Por supuesto que Stevanato aprovechó la coyuntura política y el humor social por la designación de Bergoglio como papa para reflotar este proyecto, pero creo que responde más a contrarrestar el nuevo proyecto de ley de Vietti para elaborar el protocolo sobre aborto no punible que deberá ser tratado con el inicio de las sesiones ordinarias de la legislatura de Mendoza prevista para el 1 de mayo –observa Carlos Lombardi, profesor de Derechos Constitucional de la Universidad Nacional de Cuyo e integrante de la Campaña Nacional Separación Iglesia Estado. Ahora, si vos me preguntás si los sectores conservadores se sienten fortalecidos luego de la designación de Bergoglio, la respuesta es que si. Y desde el punto de vista político lo están porque utilizarán la figura del papa para legitimar discursos y acciones, lo que demuestra que cierta clase dirigente bastardea la representación que le otorga el pueblo y busca en la religión la justificación ética de su discurso y actos.Confunden moral con religión, y ética con moral católica. Esto se ve en frases como ‘identidad nacional’ que la asimilan a ser católicos.Ser nacional es ser católicos, por lo tanto no legislemos en contra de la religión católica.”

Integrantes de la última dictadura militar utilizando la insignia papal, luego del nombramiento de Bergoglio, durante el juicio por genocidio en el campo de concentración de La Perla.

El indicio más potente para Lombardi de esta sensación de fortaleza es el encuentro realizado entre la Presidenta de la Nación y la Conferencia Episcopal Argentina en el que, entre otros temas, se habló sobre la reforma del Código Civil. “Esto indicaría un importante retroceso en materia de laicidad si ceden en las pretensiones de los prelados –observa-. Es preocupante y vergonzoso a la vez. Un Estado aconfesional como el nuestro, en materia de legislación laica, nada tiene que negociar con la Iglesia, si bien tiene el deber de escucharla como a cualquier actor social”.

“El indicio más escandaloso de esta sensación de fortalecimiento de los sectores de derecha creo que son los acusados de crímenes de lesa humanidad en el banquillo, con risas de oreja a oreja y cintas blancas y amarillas en las solapas 
–señala la periodista de Le Monde Diplomatique Marta Vasallo, refiriéndose al juicio por delitos de lesa humanidad que se lleva adelante sobre el campo de concentración La Perla, en Córdoba- . Después hay otros indicios: Macri disfrazó el obelisco con los colores del Vaticano y declaró asueto en las escuelas el día de la asunción del papa; Aníbal Fernández diciendo que ahora el aborto es ‘imposible’ o que las reformas del código civil no se modificarán, cuando hasta hace dos años el mismo Fernández recordaba a las mujeres internadas por abortos sépticos en Quilmes y les reconocía el derecho a abortar; o el ataque de Lanata a Verbitsky en el diario Clarin: donde dice que la Iglesia, que inventó la caza de brujas, ahora es ella objeto de caza de brujas.”

Ciudades antiderechos

Al menos 20 ciudades de Argentina –algunas más grandes como Resistencia (Chaco) pero la mayoría pequeñas- y la provincia de Corrientes, fueron declaradas “pro-vida” desde el 2011, como una reacción a la presentación en el Parlamento Nacional del proyecto de legalización de la Campaña Nacional por el Derecho al Aborto. En las últimas semanas, intentos similares comenzaron a tratar de imponerse –aunque sin éxito- en Salta y Santa Fé.

Si bien estas declaraciones no impedirían que, en el caso de aprobarse un proyecto de legalización del aborto a nivel nacional, éste fuera de efectivo cumplimiento en esas ciudades, estas normativas tienen la intención de ir “blindando” a las ciudades y provincias más conservadoras frente a una posible ampliación en el reconocimiento de los derechos sexuales y reproductivos.

En Salta, fue rechazado en marzo en la Comisión de Derechos Humanos del Concejo Deliberante un proyecto de Aroldo Tunini, del bloque Salta Federal -que responde al ex gobernador peronista Juan Carlos Romero-  que propone que Salta sea declarada “ciudad pro-vida” y también preveé una asignación económica para las mujeres víctimas de violación, en una clara intención de neutralizar el fallo de la Corte Suprema de Justicia de la Nación de marzo del 2012 sobre aborto no punible. El 22 de abril será tratado por la Comisión de Legislación, pero según el concejal del Frente para la Victoria Martín Avila, el proyecto “no tiene chances, Tunini tiene apenas 4 ó 5 apoyos, y estamos evaluando entre la mayoría la posibilidad de que el proyecto baje al recinto donde reciba un rechazo masivo por su vulneración de derechos”.

En Santa Fé, fue presentado a fines de marzo, en un acto público por fuera aún del Concejo Deliberante, un proyecto para declarar a la ciudad “promotora de los inviolables e inalienables derechos del hombre” (…) “reafirmando el compromiso con la protección de la vida humana sin exclusiones ni discriminaciones arbitrarias”. Seria posible que el proyecto fuera presentado en el recinto por legisladores justicialistas, pero improbable que salga ya que no cuenta con el apoyo de la mayoría socialista.

“Yo no creo que los sectores de derecha se sientan ahora más empoderados, sino que salieron del closet 
-señala Checha Merchán, responsable del Programa de Fortalecimiento de Derechos y Participación de las Mujers Juana Azurduy, dependiente de Jefatura de Gabinete de Ministros-. Y en esa dirección, lo mas llamativo desde la asunción de Bergoglio, fueron los genocidas con el escudo papal en el juicio de La Perla, y la golpiza a los chicos homosexuales en San Isidro, dentro de una fiesta familiar, en la que los que los golpearon les gritaban: ‘si el papa es argentino no puede haber putos’. Pero creo a la vez que hay que diferenciar entre estos sectores de la derecha que salieron del closet y la religiosidad popular que a la vez que se manifiesta con el papa lo hace con el Gauchito Gil, ahí no hay nada que asustarse, no tiene que ver con actos discriminatorios. Pero que el papa alabe ‘los valores cristianos y de libertad’ de Margareth Tatcher, eso si me preocupa, porque ella fue responsable de un crimen de guerra en nuestro país. En este sentido, si no se mete en nuestra interna, está todo bien, aunque veo difícil que eso suceda.”

Para Juan Marco Vaggione –investigador de La Universidad Nacional de Córdoba y del Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (CONICET)- aún es prematuro “atar consecuencias directas a la elección del Papa. Estamos todavía atravesando un plano simbólico en el cual diversos actores se movilizan por mapear, por demarcar políticamente la elección del Papa de acuerdo a distintas agendas. Sin embargo, la expectativa y proyecciones que ha despertado esta elección nos preocupa profundamente a aquellos que apoyamos a los derechos sexuales y reproductivos. Es una preocupación que se conecta con ‘volver a descubrir’ que lo religioso sigue siendo una dimensión política inevitable en las democracias contemporáneas. Los movimientos feministas y por la diversidad sexual en Latinoamérica están atravesados por un fuerte secularismo (que obviamente es comprensible por la historia de represión de la jerarquía católica sobre los cuerpos) que no termina de asimilar la fuerte legitimidad que lo religioso sigue teniendo en la política contemporánea. La importancia que tanto los medios nacionales e internacionales así como la sociedad política y civil le dieron a la elección de Bergoglio como Papa vuelve a confrontarnos con el fracaso de la secularización como perspectiva ideológica y analítica. Lejos de replegarse, lo religioso continúa mixturado con lo político y, en esa mixtura, los derechos sexuales y reproductivos se fragilizan”.

Hacia adelante

¿Cómo abordar este escenario desde los sectores fuertemente comprometidos con el avance de los derechos humanos, particularmente para las mujeres y las personas que tienen identidades sexuales diversas, que son dos de los grandes focos de represión del discurso religioso católico jerárquico?

Para Vaggione, el futuro de los derechos sexuales y reproductivos “descansa en gran medida sobre el desafío de repensar la política sexual con una postura postsecular, que en vez de ver en la presencia de lo religioso la falla de la modernidad, entienda que lo que la vuelta constante de lo religioso (y a lo religioso) nos está señalando es la necesidad de repensar nuestros horizontes normativos y estrategias políticas. Una mirada que en vez de dicotomizar lo religioso y lo secular, de insistir en la privatización de lo religioso, permita entender que el pluralismo en las sociedades contemporáneas trasciende esta dicotomía y que los actores y discursos religiosos son una dimensión relevante para profundizar la justicia sexual. Sin dudas, no son los actores y discursos de las jerarquías religiosas sino los actores y discursos que se visibilizan y construyen desde las bases y en las calles”.

Para Lombardi, en cambio, el camino debería ser redoblar el esfuerzo de instalación de un discurso favorable a los derechos: “Seguir haciendo visibles los problemas en los medios de comunicación, que se siga hablando del aborto, de la reforma del Código Civil… continuar con las campañas ya iniciadas y responder a cualquier acto anti derechos mostrando el fundamentalismo que los nutre, la discriminación y el modelo social que tratan de imponer (un país para pocos, con derechos restringidos), un modelo social idéntico al que impusieron con la última dictadura militar: el de la ‘civilización occidental y cristiana’, donde no había lugar para el pluralismo ético, la interculturalidad, la inclusión y la diversidad”.

La mirada de Vasallo va en una línea similar: “Seguir trabajando sobre médicos, docentes, trabajadores sociales, militantes, para implementar las leyes y protocolos ya existentes, y para presionar sobre el Congreso Nacional. En relación al aborto, el problema es el conflicto dentro del Frente para la Victoria, que creo que convierte la discusión en una cuestión a eludir, para no dividir fuerzas. Tenemos que apostar a los jóvenes, a fuerzas transversales, como hace Cristina, creo que paradójicamente esto podría frenar el discurso que apoya al Vaticano”.

“Yo tengo mucha confianza en que los avances que dimos hasta ahora en Argentina son sólidos, que no volveremos hacia atrás 
–concluye Merchán-. Y creo que ahora es el momento de plantear fuertemente la necesidad de un Estado laico,  bienvenidas las personas católicas y de otras religiones. Es un momento difícil para instalar este debate en ámbitos institucionales, para sacar una ley, pero es un buen momento para el debate social”


COMUNICAR IGUALDAD

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