Por Luis Tino SICILIA /-.
Como en tantas otras cosas de la política nacional Perón definió en pocas palabras el misterio de ese movimiento que fundó y dirigió durante más de medio siglo: «el peronismo es un sentimiento» -dijo el general-, despojado de toda especulación ideológica. Lo mismo acaba de ocurrir en Venezuela, donde Nicolás Maduro, el heredero de Hugo Chávez, declaró que el «Chavismo es un sentimiento» profundamente arraigado en la población.
El estallido masivo de dolor ante la muerte del caudillo venezolano, comparable con lo que ocurrió en la Argentina con Evita, Perón y Kirchner, permite evaluar el rasgo dominante de una gesta protagonizada por ambos pueblos, donde tanto Perón como Chávez fueron la reencarnación de una batalla histórica en favor de la justicia social, que se proyecta hasta el día de hoy.
El primer sondeo realizado simultáneamente en Argentina y Venezuela demuestra que los argentinos tienen casi la misma imagen positiva de Chávez (64,4 %) que sus compatriotas (67,5 %). Asimismo revela que Maduro es el gran favorito a sucederlo en las elecciones que se harán el 14 de abril: lo respalda un 56,7 % de los venezolanos contra un 33 % de los opositores, que esgrimen como candidato al millonario Henrique Carriles.
Las conclusiones surgen de una encuesta realizada por el Centro de Estudios de Opinión Pública (CEOP) que dirige el sociólogo Roberto Bacman. En nuestro país la adhesión a Maduro es una realidad contundente: seis de cada diez argentinos tienen buena opinión del fallecido Hugo Chávez, tal como lo demuestra el relevamiento realizado por el sociólogo Bacman .
Pero lo notorio -dice el estudio- es que ese porcentaje es casi idéntico al que se registra en Venezuela, donde también seis de cada diez venezolanos opinan bien o muy bien del líder bolivariano. Además -y éste es un dato relevante de la encuesta- tanto allá como aquí existe consenso en que debe seguir el modelo, el rumbo trazado por Chávez.
Respecto de Cristina Kirchner -dice Bacman- no sólo el CEOP registra un crecimiento sustantivo de su imagen en el último mes. Lo señalan también otras consultoras. Se supone que tiene que ver con el esfuerzo que se está haciendo en materia de combatir la inflación (…)
No medimos directamente la intención de voto en Venezuela porque nos parece prematuro -explica el titular del CEOP- ya que todavía no están los candidatos, en especial los de la oposición. No está claro si Carriles será el que agrupe a los que están contra el chavismo. Pero que Nicolás Maduro tenga ese apoyo inicial del 57 por ciento todavía con un diez por ciento de indecisos permite pensar que va a obtener un triunfo rotundo.
La muerte de Chávez produjo también en la argentina una enorme conmoción que se reflejó claramente en las encuestas y en la movilización popular de argentinos que adhirieron a las marchas y actos realizados en todo al país.
Asimismo posibilitó evaluar el comportamiento de los exponentes de la derecha argentina, en primer lugar Mauricio Macri quien, a quemarropa , rogó al cielo que a Cristina no se le ocurra «copiar» la política económica de Chávez. Flor de caradura: fue Chávez quien tomó los aspectos mas progresista del modelo argentino, en primer lugar la lucha contra la pobreza y el desempleo.
Como dice Hernán Dearriba, editor del diario Tiempo Argento, es imposible sorprenderse con esa postura de Macri. Es conocida su pública admiración por el Partido Popular Español y su primer ministro Mariano Rajoy, que conduce hoy uno de los programas de ajuste con consecuencias sociales más duras de la historia europea.
La otra joyita se llama Hermes Binner quien tuvo un arrebato gorila como los que enorgullesían a la oligarquía de los años 5O. Binner tuvo la franqueza de reconocer su desprecio por los pobres. El máximo referente del socialismo nacional afirmó que si fuera venezolano hubiera votado a Capriles máxima expresión electoral antichavista y representante de los sectores más concentrados de aquel país.
El cimbronazo excedió largamente los límites de la provincia de Santa Fe, conmocionó a la militancia socialista de la provincia y agrietó a nivel nacional al incipiente Frente Amplio Progresista. En realidad Binner no traicionó a nadie, fue fiel a la rama reaccionaria del socialismo criollo en la que militó toda su vida. Y desde esa vereda defendió sistemáticamente el bloqueo yanqui a Cuba y el papel de las FFAA en «la guerra antisubversiva».
Binner optó por el socialismo amarillo, de derecha, los famosos «Comandos Civiles Revolucionarios» que conducía Américo Ghioldi (rebautizado Norteamérico Ghioldi por los trabajadores) en tanto las bases progresistas del partido se encolumnaron detrás de Alfredo Palacios. En estos días la historia se repite y Binner busca cobijo entre los que traicionaron a don Alfredo mientras que lo mejor del movimiento democrático-popular baila, canta y lucha con los compañeros chavistas.
El Libertador en Línea
