por Magalí SILVEYRA /-
En otra de sus lecciones magistrales el presidente del Uruguay pidió la colaboración ciudadana para resolver un problema, el de las herencias yacentes, y atacar una plaga, la especulación financiera sobre las tierras productivas; desde otro ángulo el país oriental de América definió los términos del acoso sexual con miras a su castigo ejemplar.
De muy importantes calificó José Mujica dos asuntos pendientes en el Uruguay; uno se refiere a bienes raíces en general al urbanos —sitios, casas— que tras el fallecimiento de sus propietarios han quedado sin dueño, y suelen ser ocupados por personas sin derechos jurídicos a su uso y disfrute.
Según la legislación vigentes esas propiedades deben pasar al Estado y para ser destinados a las necesidades de la educación primaria, lo que no ocurre muchas veces por el desconocimiento de autoridades e incluso de la ciudadanía.
El presidente Mujica señaló que es menester la colaboración tanto de las personas como de la prensa de investigación para denunciar casos de ocupación ilegítima y abuso por parte de los invasores, que incluso las alquilan, e insinuó que podría legislarse al respecto.
Combatir y acabar con la especulación
Bajo la consigna Capitalistas productivos uníos, contra el capitalismo financiero- el mandatario tocó en su programa radial lo que calificó de “una de las plagas mayores que tiene que soportar la Humanidad” —la especulación con el precio de la tierra— de la que Uruguay no es ajeno.
Señalando que no existe internacionalmente la voluntad de poner freno a esa practica, no manifestó al crecimiento del valor de los terrenos si es el aumento de la productividad el que traslada ese valor a la producción de la tierra. “Esto es positivo —dijo— porque es una suba hija del trabajo”.
No le parece natural al presidente de Uruguay que sea legítimo buscar en la tierra un refugio del capital para “esguardarse o especular, no producir, sino especular”. Y mencionó a dos empresas, Taurion SRL y Monte Fresnos SA, propiedad de un inversor estadounidense, que en conjunto poseen predios que van de las 11 a miles de hectáreas. Lo que —dijo—”no tiene sentido” salvo que se opere en el mercado de valores, creándole al productor local “desafíos de cifras imposibles” que conforman verdaderos nidos de parásitos al empresario que trabaja.
El acoso sexual
Chistes de mal gusto, silbidos, miradas, gestos abusivos, dibujos y mensajes serán en Uruguay considerados mecanismos de acoso sexual susceptibles de sanción e indemnizaciones a las víctimas.
El protocolo de actuación para erradicar y sancionar los casos de abuso sexual entre funcionarios del Ministerio del Interior y empresas contratadas por éste fue aprobado y considera atención médica y psicológica a las víctimas.
El poder ejecutivo define como acoso sexual “todo comportamiento de naturaleza sexual realizado por una persona de igual o distinto sexo, no deseado por la persona a la que va dirigido y cuyo rechazo le produzca o amenace con producirle un perjuicio en su situación laboral o en su relación docente, o que cree un ambiente de trabajo intimidatorio, hostil o humillante para quien lo recibe”.
La propuesta es “prevenir, erradicar y sancionar” las prácticas de acoso sexual, tales como, verbalmente chistes, sugerencias, comentarios, insinuaciones o peticiones de relaciones sexuales. Entre las no verbales ocupan lugar miradas lascivas, silbidos, gestos, exhibición de imágenes o partes del cuerpo, uso de dibujos, gráficos o fotografías.
Finalmente el “acoso físico” serían los contactos no deseados, acercamiento excesivo e innecesario, roces, tocamientos, besos y abrazos forzados y cartas, llamadas y mensajes.
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