MISIONES: ¡SÍ A LAS REPRESAS!

por Miguel Schmalko

Con una certidumbre avalada por los hechos objetivos que nos demuestran la construcción de represas alrededor del mundo, conviene en primer lugar, desmitificar las aseveraciones de muchas Organizaciones No Gubernamentales (ONG) en los siguientes aspectos.

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1. “No se construyen mas represas en el mundo”. No se construyen en los lugares no aptos para hacerlo. En aquellos lugares adecuados, la construcción tiene un ritmo arrollador, fundamentados en la necesidad de generar energía limpia, que al margen de la elevada inversión inicial, tienen un costo insignificante de mantenimiento durante el promedio de 50 años de la duración de una represa. Las 50.000 represas que existen en el mundo avalan esta afirmación.

2. “Las Represas generan enfermedades”. En general, las enfermedades que se mencionan como consecuencia de las represas, son manifestación y consecuencia de la marginalidad, pobreza e ignorancia y se manifiestan por la proliferación de mosquitos en las entradas de agua sin circulación que modifica el hábitat natural de algunas especies ictícolas, pero permiten el desarrollo de otras de aguas quietas, donde los pecesillos pequeños se alimentan de las larvas de mosquitos.  La aparición del primer caso de dengue comprobado en Misiones, se produjo en las cercanías de San Pedro, zona alejada de cualquier represa. En cuanto a la esquistosomiansis o la enfermedad trasmitida por los caracoles infestados, no existe antecedentes de la misma en la Argentina, si bien nuestro vecino Brasil existen zonas comprometidas. La misma requiere de aguas quietas para su desarrollo y las lagunas sin corrientes en su curso, son adecuadas para su propagación.

Veamos ahora cuales son los argumentos que avalan la construcción de represa en Misiones o en cualquier lugar del país:

1. La hidroelectricidad generada por las represas es el sistema de generación más limpia, menos contaminante y de un bajísimo costo de mantenimiento que amortiza el alto nivel de inversión inicial que requiere su construcción, cuya duración mínima se establece en 50 años, si bien hay represas construidas hace 84 años, continúan funcionando normalmente;

2. Es el sistema más eficiente para generar energía, pues utiliza la corriente de agua de los ríos y arroyos,-disponibles en forma permanente-, para generar electricidad sin utilización de combustible fósil o nuclear, elementos contaminantes y no renovables;

3. Pone a disposición de los habitantes, agua de consumo para potabilizar, y el volumen necesario para el regadío en la planificación de una agricultura sustentable, eficiente, y de alta productividad;

4. Permite regular la cuenca del río, conteniendo importantes volúmenes de agua en época de sequía y permitiendo el rebasamiento en época de inundaciones;

5. Mitiga la sequía, al elevar el nivel de la cuenca de los arroyos por el freno que pone el río principal en la desembocadura.
En los embalses formados por el muro de contención que se puedan construir a lo largo del arroyo según el nivel de inclinación, se pueden disponer de agua para riego, desarrollar una piscicultura sustentable y establecer áreas recreativas, promoviendo deportes náuticos, como natación, remo, etc., etc.,. Este formación de diques en Ríos y Arroyos interiores en la provincia, permitirá recuperar las napas subterráneas que han perdido importante volumen de agua por la persistente sequía que hemos tenido en el 2010 y 2011, dotando nuevamente al suelo de la humedad necesaria para el crecimiento de su masa agrícola, forestal y los campos para el desarrollo ganadero.

6. La gran masa de agua formada sobre las Represas de Yacyretá e Itaipú, representan millones de metros cúbicos, cuyo volumen y peso, sean probablemente un abastecedor importante del Acuífero Guaraní

Los principales proyectos de Represas en Misiones, Corpus sobre el Paraná y Garabí/Panambí sobre el Río Uruguay, al tratarse de Represas a construir sobre Ríos Internacionales, escapan al control de los misioneros y las del Río Uruguay están avaladas por Tratados Internacionales firmados por nuestro país y que tienen preeminencia constitucional sobre leyes y disposiciones relacionadas con el referéndum que se quisiera imponer.

El Gobierno Provincial, tanto desde el ejecutivo y el legislativo, quieren la construcción de las Represas, pero temen perder votos en las próximas elecciones si se manifiesta públicamente por el gran despliegue que realizan las organizaciones contrarias a las Represas por los medios de difusión. El Gobierno debería iniciar un programa de esclarecimiento sobre los beneficios que pueden aportar para Misiones las mencionadas Represas que amén de los otros beneficios enunciados más arriba, producen energía, componente esencial para el desarrollo de una región o país y sin la cual, el costo de la adquisición de la misma, insumirá una porción importante del presupuesto provincial y de las cooperativas, restando la posibilidad de fomentar la instalación de Parques Industriales y de nuevas industrias privadas.

Aunque nos remitiéramos a la Represa de Yacyretá, el peor ejemplo del manejo de una Represa en la Región, podemos señalar que sin el ímpetu dado en los últimos años para la terminación de la obra y el llenado del embalse a cota 83/84, hoy los habitantes de Posadas, Candelaria, Garupá, Fachinal, etc., no tendríamos la hermosa Costanera en la que se solazan los habitantes de la región, ni el by-pass Garita Arco que descongestionará el Transporte Pesado que satura y destruye las calles de nuestra ciudad; ni la autovía que nos comunica con Candelaria con sus majestuosos puentes sobre los cursos de agua; ni la Ruta Costera que priorizará el Tránsito Pesado destinado al Paraguay; etc., etc.,.

Si las ONG no pueden impedir la construcción de las represa, tienen que asumir el importantísimo papel en lo que estipulan las disposiciones de los tratados suscriptos o a suscribirse y actuar decididamente en la formulación que reivindique la necesidad de construir las obras complementarias, previas al inicio de la construcción de la represa, para que se observen el pago de una justa indemnización a los afectados, así como dotarlos de una vivienda digna, en lo posible cercana al río del cual han obtenido su medio de vida; observar que las obras se construyan con el menor impacto ambiental posible para la conservación de la flora y fauna autóctonas, etc., etc.,.


Miguel Schmalko es Consejero y ex presidente de la Federación Económica Brasil-Argentina-Paraguay (FEBAP).

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