ESPERAMOS MÁS DE 60 AÑOS, PERO LO ESTAMOS LOGRANDO ENTRE CASI TODOS


Editorial de Gacemail a propósito de la televisión que tenemos hoy en la república Argentina.

por Gacemail

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Nada mejor que empezar el 2013 con alegría, con esperanza, con sueños y con trabajo.

Logros y expectativas: no muchas veces sucedió en la televisión que ambas cosas vayan juntas.

Hoy más que nunca se abren canales y productoras, se ganan premios, se exportan formatos… Se producen y realizan contenidos que se emiten en todo el país, de alta calidad, innovadores, diversos e inexistentes hasta hace poco en las grillas de televisión. 

Ya nuestra televisión no pasa toda por  la Reina del Plata: está en toda  la República.

Cada vez  más colegas, amigos, actores, guionistas, productores, alumnos y ex alumnos se largan a dirigir y producir sus ideas…, y consiguen pantallas porque aumentó la demanda del mercado.


La gran cantidad de concursos nacionales, federales y locales incrementó la oportunidad a miles de  profesionales y  técnicos de la televisión a realizar ficciones,  a investigar historias, a producir programas de ciencia, de matemáticas, de filosofía…, programas nunca hechos.

Los nuevos canales  han provocado  el hecho de que los tradicionales de la TV abierta y de cable se reciclen, muevan sus grillas, produzcan más y mejores programas para no quedar rezagados.


Las  universidades, las provincias, los barrios, las comunidades, los pueblos originarios, las asociaciones civiles, las fundaciones y las cooperativas ya no están sin aire o sin voz, ya no dependen de Buenos Aires.

Todo esto nos enriquece ya que nos brinda mayor pluralidad, más diversidad, más participación, mayor compromiso y también más responsabilidad y más igualdad. Todos tenemos las mismas posibilidades porque todos somos iguales. Solo nos diferencian las buenas ideas y cómo las contamos, cómo las abordamos y cómo vemos la realidad. Ahí está la gran diferencia con respecto al pasado:todos podemos y tenemos la posibilidad de contar nuestras historias, nuestras vidas.

Llevó mucho tiempo en la  Argentina  tener una muy buena televisión. Por algo somos el cuarto exportador de contenidos y tenemos un mercado requerido y buscado no solo por  la calidad de los técnicos y los profesionales. Pero luego de más de 40 años, hay ahora una política de Estado, un Estado, que entiende la importancia  estratégica del mundo de la comunicación, la cultura, la educación y el entretenimiento como herramientas de cambio, de identidad, de estímulo, de formación, de información y de debate.

Los que venimos desde hace más de treinta años trabajando en la TV, vemos que algunos hace poco que llegaron (ni siquiera  eran de la TV) y otros tampoco saben de TV: saben de negocios, mercados y clientes.

Hace 60 años,  Blackie  trataba de tener un canal público de primer nivel y hubo otros más  a lo largo de los años. Y hoy es una realidad. Un canal público de calidad, de capacidad, de crecimiento y de múltiples logros.

También hay que destacar los nuevos canales y los nuevos espacios para la producción.


Encuentro, el canal del Ministerio de Educación, es otro proyecto soñado desde los años sesenta
. Paka Paka es un orgullo: se trata del único canal de la Argentina destinado a niños y jóvenes. Tecnópolis y la ciencia y la investigación… INCAATV, el canal de cine argentino y latinoamericano… TDA, BACUA, Sistema de Medios Públicos, CEPIA, educ.ar, AFSCA, DOC Latinoamérica, MICA… Todos estos espacios fueron planteados primeramente  por los pioneros, pensadores y maestros fundadores de nuestra querida televisión, que algunos boicotearon, olvidaron o neutralizaron… Porque confundieron negocio con cultura, entretenimiento, información, inclusión, educación, pensamiento, identidad, historia, tradición… No es nada nuevo lo que se está haciendo: era una deuda.  

Tenemos a todas las universidades privadas y públicas produciendo, concursando…

Tenemos productoras independientes co produciendo y canales emitiendo contenidos de diversas provincias del país.

Tenemos a actores dirigiendo sus series, a su gusto, con amigos, ganando premios y vendiendo al exterior, algunos realizando las segundas temporadas, otros la tercera y otros la quinta…

Entonces, la realidad es que es muy sano competir, como es sano y necesario que la televisión sea un servicio para todos y que llegue a todos. Y que puedan ser protagonistas la mayor cantidad de voces e imágenes. Esto nos hace crecer; el debate y el pensamiento nos madura.

Preguntas frecuentes:

1.      ¿Por qué nunca se pusieron en práctica y siempre estuvieron en los postulados estos organismos y estos servicios? ¿A quiénes se benefició así? ¿Quiénes se callaron la boca en sucesivos gobiernos democráticos y dictaduras?

2.      ¿Por qué tanta resistencia a los cambios democráticos y participativos?

3.      ¿Por qué se privatizaron ciertos contenidos esenciales y básicos, necesarios y democráticos?

4.      ¿Por qué los canales abiertos y los de cable se transformaron en repetidoras de canales líderes, a quienes beneficiaron? ¿Qué servicios cumplieron?

5.      ¿A quiénes favorece la falta de un sistema de medios públicos, ciudadanos y sociales?

Queremos respuestas serias, sinceras y fundamentadas acerca de por qué se tardó sesenta años en producir los cambios.

No hay más elencos, directores, programas, guionistas y temáticas cautivos, ni esclavos televisivos por falta de espacio, financiamiento, alineación o afiliación. Se terminó la esclavitud y la servidumbre del sector privado.

Todos podemos elegir y está muy bueno hacer, firmar y ser los titulares de nuestras producciones y emprendimientos.

Desde TEA Imagen, les queremos agradecer a los padres, a los ex alumnos, a los alumnos,  a nuestros colegas de la TV, a los actores, a los músicos, a los empleados, a los  profesionales, a los docentes, por recomendarnos,  por confiarnos la educación de sus hijos, a quienes recibimos como si fueran los nuestros.

La calidad de la educación, la actualización y la innovación son un gran desafío. En eso, nunca defraudaremos.

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