El Golpe de Estado Parlamentario Expres, cocinado entre gallo y medianoche para destituir al Presidente de la República Fernando Lugo, se va desnudando poco a poco.
Por Rodolfo Romero 
Todo indica que se fraguó la masacre de una manera alevosa. Y la reciente declaración del Presidente de la Unión Industrial del Paraguay – UIP -, felicitando al Parlamento por el golpe dado, indica claramente que los tiburones programaron y financiaron el crimen.
Además, el mencionado señor de la UIP, indicó en su intervención que se salvó al país de un gobierno que no quiere la gente, y que es necesario elegir a los nuevos representantes, en las elecciones a efectuarse en Abril de 2013, a personas que continúen en la misma línea. Esto indica que están financiando la candidatura de los próximos parlamentarios.
Y es bueno saber, que la Constitución del Paraguay, en realidad consagra un sistema parlamentario disfrazado, ya que es el Congreso que en realidad gobierna, y que no dejó gobernar a Fernando Lugo.
Sobre el crimen de Curuguaty, el P. Francisco Oliva realiza una labor de esclarecimiento sobre la materia en forma sistemática, y por ello nos parece necesario transcribir su último artículo, que es muy contundente, y representa una denuncia valiente, que lo hace con el ya acostumbrado coraje cívico y pastoral que lo caracteriza. Veamos el artículo que apareció en el periódico ULTIMAS NOTICIAS de fecha 11 de diciembre del corriente año:
Un letrero de letras grandes:
Apareció fugazmente en la TV hace una semana en la misa de la Fiesta de Caacupe. Quizás por su contenido no se mostró más y no todos lo vieron. Lo cual no nos extraña por el cerco mediático a que estamos sometidos.
Cada letra estaba en un papel grande y a cada una la sostenía una persona.
Decía: “¿Qué pasó en Curuguaty?”.
Es la pregunta que todos los días nos hacemos más y más ciudadanos. Desde el ministerio público no conocemos la acusación y ya han pasado seis meses. Curiosamente el ejecutivo ya tiene clara la condena y a lo contrario lo tacha de “solemne disparate”.
Pero, el Pueblo sigue acumulando interrogantes. En 1º de diciembre presentaba en uno de los artículos trece de ellas. Y, detrás de todas, cada vez toma más fuerza la presunción de que de las 17 muertes en Curuguaty, exceptuando, dos que aparecen presumiblemente como ejecuciones extra judiciales, las otras (de campesinos y policías) fueron presumiblemente causadas por armas automáticas manejadas por sicarios, aunque misteriosamente hayan desaparecido los casquillos y guarden silencio sobre las balas encontradas en las auptosias.
¿Será posible tanta maldad de crear una masacre con 17 asesinados por el sólo objetivo de crear una acusación para el juicio político?. Es horrible y me cuesta trabajo creerlo, pero hacia ello me llevan las evidencias que se van encontrando.
¿Será posible que los autores morales estén entre algunos políticos que buscan el rekutu para con los fueros librarse de la condena?. Todos sabemos que pasados los años en un caso de trampa electoral (no sangriento), un político se gloriaba de haberlo cometido. Esto es peor, ¿es posible?
Hoy se cumplen seis meses de las 17 muertes de Curuguaty. Si fueran inocentes los 12 presos por esta causa ¿bastará con dejarlos libres?. La Justicia exige más: los verdaderos culpables a la cárcel.
Consideramos de extraordinaria importancia lo que esta pasando en el Paraguay, y felicitamos al P. Oliva por su valor testimonial y honestidad pastoral.
Necesitamos saber la verdad. Es necesario denunciar la gran mentira y toda la farsa que representa el gobierno de facto. Y que sean castigados los verdaderos culpables, y no los inocentes.
La conciencia de los criminales no podrá resistir su propia infamia.
Fuente: Periódico Rebanadas de Realidad
http://ea.com.py
