“Las 18 ciudades representarán una de las mayores contribuciones urbanas al crecimiento de un país de la región, aportando 6% al crecimiento total de América latina”, dirá el trabajo de McKinsey Global Institute (MGI), “Construyendo ciudades competitivas: La clave del desarrollo de América latina”, al que accedió DyN y que será publicado por McKinsey Global Institute y McKinsey Latinoamérica.
En la lista de ciudades argentinas, detrás de las tres primeras, luego se encuentran Mendoza, Salta, el eje Mar del Plata-Batán, el Gran Santa Fe, La Plata, el Gran San Juan, el Gran Resistencia, la conjunción Santiago del Estero-La Banda, Corrientes, el corredor Jujuy-Palpalá, San Miguel de Tucumán, el Gran Paraná, Neuquén-Plottier y Formosa.
“América latina es, hoy por hoy, la región más urbanizada de todas las regiones en vías de desarrollo del mundo con una población urbana que se espera represente 85% en 2025”, explica el informe. “Al concentrarse en mejorar la productividad de sus centros urbanos, América latina podría triplicar su PIB y alcanzar $ 16 trillones de dólares para el ano 2025. Cerca de la mitad de este crecimiento de la región, provendrá de 123 ciudades localizadas en las cuatro economías principales”, agrega.
Este nuevo informe de MGI presenta un análisis detallado del desempeño de ocho de las diez ciudades más importantes de la región en términos de PIB, entre las cuales Buenos Aires figura en tercer lugar, después de San Pablo y México DF.
También se refiere que con un PIB que para 2025 se estima será mayor al PIB actual de todo el Perú y un PIB per cápita comparable con el ingreso per cápita actual del Reino Unido, la ciudad de Buenos Aires “se consolidará como el tercer mercado más atractivo de la región” en términos del número de hogares denominados “globales”, es decir, hogares con ingresos anuales superiores a $20.000.
El estudio identifica las acciones específicas que cada una de las principales ciudades latinoamericanas debería emprender para lograr su potencial de crecimiento.
“Buenos Aires se posiciona, indiscutiblemente, como ciudad benchmark en varias de las dimensiones medidas por el Índice de Gestión Urbano creado en función de cien indicadores cuantitativos.
Sin embargo, la capital del país aún tiene frente a sí grandes desafíos para alcanzar mayor competitividad de cara al 2025”, explica el informe.
En la dimensión económica, por ejemplo, el informe presenta varias recomendaciones entre las cuales destaca la necesidad de mejorar el ambiente de negocios para lograr mayor volumen de inversión extranjera.
En tanto, en la dimensión social, uno de los grandes retos parecería radicar en aumentar la calidad de la educación y salud públicas.
En la dimensión de sustentabilidad, que es “donde la ciudad presenta la mayor área de oportunidad de mejora”, el desafío principal guarda relación con el reto ambiental, particularmente en lo que se refiere a la reducción del consumo de agua, el reciclaje y la disminución de emisiones CO2.
Por último, en la dimensión de gestión y finanzas públicas, el tema que más destaca como imperativo para Buenos Aires es elevar el índice de transparencia relacionado con la percepción de la corrupción que, desafortunadamente, sigue siendo percibida como una de las más altas entre todas las ciudades de la muestra.
De igual forma, “lograr una gestión fiscal más sustentable y responsable figura entre las medidas de importancia”, añade. “Concentrarse en la construcción de ciudades más competitivas mediante la aplicación de éstas y otras acciones, adoptando y adaptando, en aquellos casos en los que sea posible, las iniciativas que otras ciudades a nivel mundial han emprendido exitosamente es la clave que le permitirá a la Argentina y a la región lograr su potencial de crecimiento y posicionarse positivamente en la economía mundial post recesión”, concluye el informe de McKinsey Global Institute.
