Fue durante la habilitación del Patio Bicentenario, ubicado al costado de la Casa de la Independencia.
Al inicio de su discurso pidió al país «un momento de pausas de manos unidas, de mirada fija en el horizonte donde se deje ver el rojo blanco y azul como un árbol gigantesco de la sombra eterna de la patria paraguaya».
Agregó que los próceres de mayo merecen que hoy se construyan “los cimientos de una casa linda fértil, en desarrollo, un regalo para los próceres será una comunidad política que elevo la mirada, que fijó la vista en un futuro mejor, sin el sectarismo estéril y la ofensa indigna».
El mandatario paraguayo pidió un momento de máxima sensibilidad patriótica para “construir un mañana de unidad paraguaya que no tensione las fuerzas propias de la democracia joven que vivimos, unidad que no acalle la voces de la discrepancia , unidad para distinguir con claridad, unida leer con responsabilidad que permita proponer con celeridad las grande prioridades nacionales que deben marcar los rumbos de un Paraguay soñado”,
«Que nos cuesta sentarnos la mesa del dialogo, agotarnos en el debate con la herramienta de la palabra honesta, comprometida, para lograr un mapa del destino nacional desde la participación ciudadana y los representantes de las instituciones del Estado”, aseguró Fernado Lugo.
Previo al mensaje el mandatario firmó el libro de visitantes ilustres de la casa de la Independencia, en el que inscribió, “Paraguay Bicentenario felicidades, desde esta histórica casa mi ruego y grito para que ninguna nación tenga la osadía de arrebatarnos lo que tan valientemente nuestros héroes y próceres nos legaron”.
