LA UNILA Y LOS VECINOS DESCONOCIDOS

La universidad funcionará provisoriamente en un espacio cedido por la usina hidroeléctrica de Itaipú en Foz do Iguaçu, ciudad que está en el Estado de Paraná y hace frontera con Argentina y Paraguay. Es una zona turística y emblemática de encuentro entre países vecinos. Aunque se trata de una ubicación  temporal, la Binacional Itaipú la dotó de un área de casi cuarenta hectáreas para la construcción de la universidad.

La concretización de la idea camina mucho más rápido que el tiempo que llevó su aprobación, la previsión para la incorporación de los primeros alumnos es para el segundo semestre de 2010. Se prevé incorporar diez mil estudiantes en cinco años cuya formación se encuadrará dentro de un proyecto de integración latinoamericana.

Algunas de las ofertas de graduación serán: Sociedad, Estado y Política en América Latina; Relaciones Internacionales e Integración Regional; Comunicación, Poder y Medios Digitales; Tecnología e Ingeniería de Energías Renovables; Gestión Integrada de Recursos Hídricos; Interculturalidad e Integración. Estas propuestas interdisciplinarias responden al contexto de integración y por la selección de los temas es improbable que puedan caer en la modalidad de educación a distancia, que inhibe la proximidad y el debate en el aula.

La creación de esta institución de educación superior es producto de un impulso secular. El murmullo de la integración no se podrá oír hasta que alguien levante el tono de voz.

El escenario es curioso: un libro importado de la Península Ibérica puede ser más barato que uno similar procedente de un país vecino; existen en Brasil decenas de canales de televisión por cable ofertando paquetes de contenido totalmente estadounidense, algunos en inglés y sin doblaje o subtítulos, sin embargo no existe ninguna oferta de canales de televisión de Argentina, Paraguay o Venezuela. La propuesta de Lula justifica que en sectores del desarrollo, la integración beneficia a los pueblos de América Latina.

La UNILA es una novedad en su categoría, porque a pesar de su financiamiento por el Estado Federal brasilero, y su localización en este territorio, la enseñanza en sus aulas será en español y portugués, la mitad de los profesores serán brasileros y lo otra mitad provendrá de los países de la región. Doscientos cincuenta profesores serán permanentes y doscientos cincuenta visitantes.

El reconocimiento de nuestras diferencias expande nuestra capacidad de autoconocimiento y la conciencia de nuestro lugar en el mundo. Algún día las propuestas de los que nos gobiernan tendrán que caer. Tendremos propuestas que no estén cotizadas en céntimos, dólares o euros, de éstas estamos ya hartos.

A lo largo de su gestión, el presidente brasilero llegó a un récord con la creación de trece universidades federales, lo que va más allá de la cifra anterior alcanzada por Juscelino Kubitschek de diez instituciones. La educación ha sido un tema importante en las discusiones nacionales en los últimos tiempos.

Para completar el tema de la integración, Lula propone un parlamento común y una moneda única entre los países de la región pertenecientes al MERCOSUR. El escenario de crisis económica mundial, de desvalorización del dólar e intervención imprudente de los Estados Unidos en América Latina (acuerdo de uso de bases militares en Colombia, apoyo tácito al golpe en Honduras, envío de tropas en lugar de médicos a Haití) favorece las propuestas de integración.

Las conquistas en el ámbito de la educación y de la integración son visibles, aunque Brasil derrame lágrimas por un ojo mientras limpia las que cayeron del otro. Cada conquista acostumbra a cubrir un retroceso en proporción de uno a uno. El mérito mayor de este acontecimiento que reseñamos es el de unir los avances de expansión de las universidades públicas a los proyectos de integración. Somos vecinos que no nos conocemos bien.

Bruno Peron  
http://www.barometro-internacional.org

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