EL YAGUARETÉ CEBADO

Es cierto que nuestra provincia cuenta con una enorme cantidad de parques nacionales, provinciales y municipales, pero no todos ellos cuentan con las condiciones mínimas indispensables para albergar en su territorio a este feroz cazador, que está acostumbrado a delimitar su coto de caza.

No obstante voy a ofrecerles este relato, para lo cual me permito hacer un poco de historia del lugar donde los hechos han ocurrido.

Esto se remonta a la época en que los primeros inmigrantes, llegaron por barco, navegando las aguas del río Paraná, hasta el lugar que hoy se llama Puerto Pinares, Eldorado, Misiones – único modo y medio para hacerlo – con las intenciones de colonizar toda la zona denominada “Alto Paraná”. Esto nos lleva hasta la década de 1.920.

La mayoría de los principales partícipes necesarios, han fallecido, es posible que todavía queden algunos muy ancianos, y hay quienes se dignan a transmitir la tradición oral de los hechos; pero lo real del caso es que:

“…una vez finalizada la Primera Guerra Mundial, personas de los países más afectados por aquella cruenta conflagración, huyeron del dolor y la miseria, tratando de encontrar nuevos horizontes para sus vidas.

Existen algunas fotografías que muestran una vivienda precaria instalada en la localidad de MONTECARLO, Misiones allá por el año 1.925.

Esos pobladores eran de origen teutón, y este tipo de inmigración se llevó a cabo siguiendo cuatro vías principales. Las tres primeras opciones eran dispuestas por Don Adolfo Julio SCHWELM

(Quien hoy es recordado en aquella ciudad del interior, que en el KM. 2 de la Avenida San Martín, fue erigido un Parque Ecológico que lleva su nombre y además los pobladores del lugar dispusieron recordar la fundación del pueblo el día (29/09/1.918) fecha de cumpleaños de Schwelm)

¿Cómo hizo Don Adolfo, para ubicar a sus compatriotas inmigrantes dentro de las tierras asignadas para adjudicar. Evitando conflictos futuros?

Siguió indicaciones facilitadas por otro Carlos muy importante, de apellido CULMEY, quien conocedor de los conflictos religiosos existentes en Alemania, aplicó en el reparto de tierras estrategias traídas desde Brasil, que eran las siguientes:

  • Optó por ubicar a los más pudientes, en la zona de ELDORADO”.

  • A los Protestantes, los envió a colonizar tierras a MONTECARLO”

  • A los que profesaban la Religión Católica, los remitió a Libertador General San Martín; hoy denominada Puerto Rico”.

Con estas simples medidas evitaron contiendas de origen religioso en las nuevas tierras.

  • A ellos que se instalaron en esos agrestes, pero muy feraces territorios y que sufrieron horrores por las picaduras de insectos desconocidos, heridas infectadas, uras (son moscas que depositan sus huevos en la ropa y la larva crece dentro del cuerpo de la persona o el animal, produce una terrible picazón y se hincha el lugar donde penetró) que les salían en todo el cuerpo, por utilizar la ropa sin planchar, piojos, piques, garrapatas, avispas, arañas, víboras, etc. tuvieron que aprender de los nativos a usar la farmacia del monte para mitigar sus males.

  • Muchos de los Alemanes que llegaron a esa zona allá por 1.919, provenían directamente de Alemania.

  • A ellos se les agregaron los alemanes – brasileros; quienes cuando se iniciaron las hostilidades en 1.937; fueron perseguidos por el gobierno de Brasil y llevados a Campos de Concentraciones; habida cuenta que aquel país integró desde el principio, el grupo de Naciones Aliadas.

El nombre de la población donde se afincaron los de origen Protestante era: Monte de los Carlos y esto dicen que surge del hecho que allí había un alto cerro, donde una parte pertenecía a Don Carlos CULMEY; otro era de Don Carlos SEGUÍN y posiblemente el tercero era Don Carlos KRAUS O KRUSE. Con el tiempo y la mala costumbre de los lugareños, esa frase se cambió en una sola palabra compuesta y con apócope, que abreviada resultó como es hoy: Montecarlo.

Desde estos lugares como asentamientos principales, dieron origen a otras poblaciones como: San Alberto (1920); Capioví (1920); San Gotardo; Caraguatay (1926); Salto Encantado (1937) anterior a Aristóbulo del Valle, Guatambú.-

Es cierto que el verdadero Misionero todavía no existe, todavía estamos buscando aquello que nos brinde identidad – estamos unidos al resto del país; pero ya mostramos facetas distintas con características e historias que son bastante diferentes a las de las otras provincias argentinas.

Por una cuestión de clima podríamos aceptar que nos denominen lentos; pero no somos tranquilos y las actividades deportivas y/o culturales presentan signos de distinción.

  • Me permito recordar a:

1º) Don Sichowski, (Apóstoles) Torno de precisión hecho a mano. Cavó un canal de más de novecientos metros de largo y más de un metro de alto, para llevar agua que moviera su molino, obtuvo luz y una zaranda de arroz y de yerba mate.

2º) Ralf Hossinnger (Campeón Mundial de volovelismo) construyó solo su planeador, con él ganó torneos mundiales.

3º) Ralph Haupt (El mago de la selva) Motores de carrera en T.C.

4º) Don Boop (Montecarlo) Construyó un enorme reloj de madera, desde su muerte, ya no funciona, pero cada lustro siguen surgiendo mensajes secretos dejados para sus nietos, de su puño y letra.

5º) Allou (Iguazú – Imágenes de la Selva) Sin destruir nada, tomó trozos de troncos y raíces de árboles y les dio formas y vidas nuevas.

En la localidad de Montecarlo funciona una Escuela Privada bilingüe

(Castellano – alemán), que depende de la Comisión Directiva de la Sociedad Cultural Germano – Argentina. Tenía varias cosas admirables.

El Director del Establecimiento, Don Jesús Armando Castro, (ya se jubiló) mendocino, bien morocho, era apodado por los docentes de la

zona como “SCHWARTZ – DEUTSCHLAND” (Alemán negro), por el color oscuro de su piel; pero es justo mencionar que; era un hombre muy bueno, muy capaz, inteligente y honesto, que gozaba de un gran prestigio dentro de aquella comunidad. Y sería justo resaltar que en mis años de Supervisor Escolar, en aquella localidad y las Colonias circundantes, eran muchos los buenos ejemplos de docentes dedicados por completo a su labor educativa, que eran apreciados por los vecinos.

Montecarlo cuenta con un Parque al que denominan Juan VÖRSTICH, allí está instalada una parte del Museo que donara don Juan FÖERSTER, allí está ubicado el Laberinto vegetal más grande de Latino América; se realiza la Fiesta Provincial de la Flor y la Fiesta Nacional de la Orquídea.

El Parque cuenta con más de seis hectáreas, donde se ubican los STANDS y se pueden observar casi un millar de especies arbóreas diferentes, de las que cuentan con identificaciones botánicas, científicas y técnicas más del 15 % de ellas. El lugar tiene la alegría natural que producen los trinos de las aves y el rápido andar de las ardillas y roedores.

Depende de esa comunidad el ZOO – BAL – PARK (Zoológico, balneario y parque) situado cerca del pueblo, creación de un empresario muy conocido en la zona, don Federico KRUSE, quien atiende y mantiene ese lugar, con el generoso aporte de los visitantes.

No me agrada como balneario y tampoco como parque; pero debo decir con verdadero orgullo que: como Zoológico, es algo que no puede ignorarse, pasar por aquella localidad y no visitarlo; es perderse la posibilidad de conocer a una parte de la fauna misionera, que en los manuales de estudios, ya figuran como extinguidos. Eso para las personas como yo, que me jacto de reconocer la fauna autóctona de mi provincia; aseguro sin estridencias, que es un placer ver que todavía sobreviven por que Don KRUSE LOS TIENE CAUTIVOS. Allí están cuidados, protegidos, alimentados y gozan de buena salud. También cuenta con otros animales que de un modo u otro fue adquiriendo y lo más destacable son los casi doscientos pavos reales que en su mayoría transitan en libertad por todo el predio y cuyas estridentes llamadas de amor resuenan fuertes, acompañadas por movimientos y el abrir y cerrar de sus abanicadas colas.

 

Y quiero terminar este relato de Montecarlo y sus 20.000 habitantes; situada sobre la Ruta Nacional Nº: 12, a 186 KM. de distancia de nuestra ciudad Capital, mencionando a dos hermanos que se dedican a criar ganado vacuno de raza en la zona.

Cierto vez, cansados de perder reses, todos los días, debido a los continuos ataques perpetrados por un yaguareté hembra y su cría, fueron a la Intendencia para solicitar ayuda, con el objeto de cazar a esos grandes felinos. Sus nombres son: SIGUERST y HORST WAIDELISCH; ellos contaron a los presentes todo el enorme perjuicio que le estaban ocasionando los depredadores.

Después de escucharlos con atención otro de los colonos presentes, un poco en broma y un poco en serio, les dijo:

  • ¡Che, que no se diga! Ustedes dos son grandes cazadores. ¿Por qué no los atrapan, los ponen en una gran jaula, los alimentan con la misma carne de los animales que mataron y los exhiben a todos los curiosos que desde muy lejos van a venir para verlos? Seguro que con la plata que van a recaudar cobrando la entrada, se van a resarcir de todo el daño que les han ocasionado.

  • Pero ¿Será que nojotro’ podemo’ hacer esto?

  • ¡Y si los pueden cazar y no los lastiman! ¿Por qué no podrían?

  • ¡Muchas gracias vecinos! Dijeron al retirarse.

Los hermanos WAIDELISCH desaparecieron de los lugares que sabían frecuentar.

Tres meses después, aquel vecino que los había aconsejado en la Municipalidad, se encontró con uno de ellos en la Cooperativa y lo saludó:

  • ¡Hola Horst! ¿Cómo anda la caza de los yaguaretés?

  • ¡Bien ché, yo diría que muy bien. En realidad, un poco joden con sus fuertes rugidos, pero que vamos hacer, así nomá` son la’ cosa’! ¿Viste?

  • ¡Pero que bárbaro, no me diga’ que cazaron la hembra y su cría!

  • ¡Si señor, te digo que cazamo’ la hembra y su cría. En total tenemo’ cinco bicho’! Lástima grande que no vencimo’ atrapar a un macho bien grandote, estaba mal herido y lo tuvimo’ que matar. ¡Ché, si tené’ plata, vení a verlo’ en nuestra chacra. Eso sí, cobramo’ bien baratito’ la entrada, como vo’ no’ enseñaste.

Desde entonces, hasta los alumnos de los distintos Establecimientos Escolares de la zona saben visitar la “Chacra de los Tigres”. Como la llaman los pobladores. Desde muy lejos se escuchan los fuertes rugidos de los reyes del monte misionero.

Hasta cierto organismo provincial de importancia, en su momento acercó a los Hermanos WAIDELISCH un ejemplar que encontraron herido y luego de ser curado, no tenían donde llevarlo y se lo entregaron a aquellos que consideraron son las personas que, por necesidad y supervivencia se transformaron en expertos y hoy son los que más conocen en nuestra provincia acerca de la vida y el comportamiento de estos grandes felinos.

En las grandes jaulas que fabricaron se pueden observar ocho bellos ejemplares de este felino que está en vías de extinción.

 

Hasta la próxima vecinos

 

COCO

 

PD: Desgraciadamente Horst Waidelisch fue muerto por uno de los yaguaretés que tenían, por un accidente producido al cambiar de jaula a los animales para proceder a limpiar el habitáculo; quedó mal cerrada la puerta ingresó uno de los felinos más grandes y lo agredió.

Esto sucedió a finales de febrero del año 2009.

El Ministerio de Ecología pasará a secuestrar a los tigres.

 

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