«Ya cumplí una etapa, ahora están ustedes allá, mi tarea ahora es otra», dijo el líder histórico de la Revolución Cubana cuando Chávez le propuso viajar a Caracas.
«El asumió que su tarea es más pensar, escribir, sugerir», señaló Chávez, quien había pedido a Fidel Castro participar en la VIII Cumbre de la Alternativa Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América (ALBA), que concluyó anoche en La Habana.
«A mí me tiene bombardeado con cartas, algún día quizás se publiquen», añadió el presidente venezolano.
Durante el pasado fin de semana y el lunes Chávez se reunió varias veces con Castro y aseguró que el ex gobernante cubano está en capacidad física y mental para haber asistido a la Cumbre del ALBA.
«Salió a despedirme hasta la puerta, y (cuando) me voy a montar al carro le dije: vamos a hacer una cosa, móntate ahí y te llevo. En los ojos le vi que se montaba’, relató el Chávez a la televisión local.
La presencia de Fidel Castro también había sido evocada por el presidente boliviano Evo Morales, quien antes de llegar a La Habana para asistir a la Cumbre dijo que esperaba verlo en la reunión porque estaba «muy recuperado».
Según Chávez, durante su encuentro del sábado Castro advirtió que si la «revolución bolivariana cayera, el imperio yanki se adueñaría de todo el continente, y seguramente Cuba sería la excepción».
Castro, de 83 años, no aparece en público desde que en julio de 2006 una grave crisis de salud le obligó a dejar el poder en manos de su hermano Raúl, cinco años menor de edad.
XINHUA
