POR UNA NUEVA LEY NACIONAL DE SALUD

Pero de ese 9% el Estado solo aporta el 1,9% ( la Organización Mundial de la Salud recomienda el 5%) y la gente de su bolsillo gasta más del 3,5%. Bajar ese gasto de bolsillo que impacta más entre los pobres solo se puede lograr aumentando el gasto estatal. Sería una manera concreta de redistribución y combate a la pobreza. En los medios de comunicación, hasta el comienzo del dengue, el 90% del espacio dedicado al sistema de salud se refería a los fondos de las obras sociales y las cuotas de la medicina prepaga. El sector público competía como modesto tercero en las referencias a través de la glosa de algún conflicto sindical. Este sector, cenicienta de la consideración mediática y del aporte presupuestario, soportó y soporta el 90% de la carga en la emergencia sanitaria.La primera enseñanza es que con un sector público en tan bajo nivel de prioridad política no se pueden enfrentar los desafíos sanitarios de la época. Otra evidencia es que no tenemos Ministerio de Salud de la Nación. La presunta federalización y municipalización de la salud en los 90 fue solo un artilugio para transferir desde el Estado nacional a las provincias la mayor parte del gasto social. El ministerio nacional quedó reducido a una oficina sin capacidad de gobernar el sistema. Es el propio Ministerio de Salud el que no tiene peso a raíz del desguace intencional de las políticas neoliberales. La segunda gran enseñanza de esta crisis es la imperiosa necesidad de terminar con la anarquía del sistema de salud recuperando el rol del Estado Nacional.Lo que piensa el actual ministro acerca de quienes son los actores de mayor importancia en el sistema de salud quedó expresado en su agenda. Sus dos primeras reuniones fueron con la CGT y los dueños de las prepagas. Los representantes de los trabajadores de la salud del sector público no fuimos escuchados ni recibidos, aun cuando llevamos sobre nuestras espaldas todo el peso de la epidemia.Al comienzo de la epidemia de gripe porcina el ministerio de salud convocó a médicos comunitarios que trabajan en negro y que llevaban en mayo 4 meses sin cobrar. Luego el centro nacional de referencia pasó a ser el Hospital Posadas donde el 90% de los profesionales que atienden la gripe en el área de emergencia trabajan en negro. No puede haber políticas de salud decentes sin trabajo decente en salud. Los primeros reportes nos hacen presumir que un importante porcentaje de los pacientes fallecidos por gripe porcina no había recibido medicación antiviral.¿Por qué se tardó tanto en establecer la norma de tratamiento amplio para todos los casos sospechosos? Sencillamente porque no teníamos oseltamivir disponible para todos. Brasil en cambio había acumulado en su laboratorios estatales 10.000.000 de dosis en abril. Sin producción pública de medicamentos, sueros y vacunas estamos a merced de lo que las multinacionales nos quieran entregar. El debate social debe culminar en nueva Ley Nacional de Salud que exprese los lineamientos de la reforma necesaria fortaleciendo en sus aspectos operativos y presupuestarios al sistema público de salud. Lo resumimos en tres palabras: Volver a Carrillo. Es por ello que como representantes de los profesionales del sector público de salud hacemos un llamado al Poder Ejecutivo, a los partidos políticos y a las organizaciones de la sociedad civil a incluir el tema de la reforma sanitaria entre las prioridades de la agenda política. No queremos ir a otra guerra sin generales, sin escudos y sin armas. La pérdida de esta oportunidad se pagará en enfermedad y muerte evitables de miles de argentinos.

Jorge Yabkowski

ACTA Presidente de la Federación Sindical de Profesionales de la Salud de la República Argentina (FeSProSa). Miembro de la Mesa Nacional de la CTA.)

Enlace permanente a este artículo: http://ellibertadorenlinea.com.ar/2009/09/15/por-una-nueva-ley-nacional-de-salud/