Pero concomitante deben tener castigos los que mal informan con informaciones falsas de modo inocente o ex profeso. Al primero por estúpido, al no confirmar lo que va a exponer como información, al segundo por mal intencionado. Doy un ejemplo porque es mi tema. Recogieron algunos medios la denuncia puntual de una asociaciación protectora de animales, que a los perros llegados al IMUSA, sigla del Instituto de Sanidad Animal de la Muncipalidad de Posadas, se los mataban a palazos. Y acompañaban la noticia con una foto mostrando a filipinos en Filipinas matando de ese modo a esta especie animal. Una falacia armada, pues los colegas veterinarios que manejan esa institución actuan con la ética y honestidad de su juramento Hipocrático. Sacrifican a los perros afectados con Leishmaniasis, reservorio de la enfermedad que ataca al hombre por medio de un mosquito vector, mediante el sacrificio asistido y humanitario tal como recomienda la OMS. (Organización Mundial de la Salud)
La noticia recorrió el mundo al circular por Google. De esa forma, no solo la gente del IMUSA y los actuales administradores de la comuna posadeña quedaron afectados, también los posadeños, porque la misma demostraría nuestra indiferencia e insensibilidad. Otra falacia.
Entre los extremos de tratar de acallar al periodismo y esta mentira informativa se debe encontrar el equilibrio de la verdadera información.
Te recuerdo el cuento de de Perón sobre el perro y el león , correspondiente a una parte de mí artículo que El Libertador en Línea publicara con este título: «ANALOGÍA SANITARIA y el león», que en este momento cobra vigencia.
«Yo no he de olvidar jamás una lección que recibí cuando aún era niño. Discutía yo con una persona mayor sobre la veracidad de cierta información por haberla leído en un diario. Esa persona tenía un perro al que llamaba León. – Mire amigo – me dijo, y dirigiéndose al perro lo llamó: – León, León, León -, y el perro vino. ¿Ha visto?, me dijo. –Le digo León y viene; pero no es león, es perro. Desde entonces, cuando leo o me dicen algo, lo primero que hago es discurrir por mí si ello es o no. No sea cosa que digan que es león y luego resulte perro». Lo mismo hago yo cuando leo diarios, libros de historia o lecturas de los historiadores revisionistas tan de moda en la actualidad. Después de leer trato de discurrir. No sea que me hagan pasar gato por león».
Dr. Rubén García.
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