El oprobioso muro de centenares de kilómetros levantado contra el Pueblo Palestino y el cierre permanente de los pasos fronterizos que ahoga las posibilidades de trabajo y aprovisionamiento de este pueblo indefenso, reduce a Gaza, la zona mas densamente poblada del mundo, en un miserable ghetto inviable para la vida.
Al resto de los pueblos del mundo nos sirvió de consuelo y de esperanza ver que mas de 100.000 israelíes marcharon por las calles de Tel Aviv en contra de las acciones terroristas de su propio gobierno.
Nos causó sorpresa y estupor que el Señor Burstein, que ha sido víctima y que ha experimentado en su propia familia el horror de la violencia y de la muerte, no haya tenido por esos días ni un solo gesto de pesar, de piedad, de pésame.
Toda la violencia que vi por esos días en las calles de Buenos Aires, fueron los grafittis y los zapatazos arrojados por un grupo de 20 familiares de palestinos que utilizaban esos gestos como forma de canalizar su impotencia y su bronca contra la Embajada de Israel. Nunca vi armas como señala el Señor Burstein, ni nada que se le asemeje.
El Gobierno Argentino a través de su cancillería condenó la invasión militar de Israel a Palestina. Inexplicablemente a 7 días vistas de ese hecho, el por entonces Señor Jefe de Gabinete de Ministros Doctor Sergio Massa recibía al Embajador del país agresor, Daniel Gacit, mientras le hacia un corte de mangas al Embajador Palestino Doctor Farid Suwwan.
Por entonces con la impolítica franqueza que me caracteriza dije, sin miedo a equivocarme, el señor Sergio Massa era un lamebotas de Estados Unidos e Israel. Lamentablemente el devenir de la historia me volvió a dar la razón.
Juzgar de sicario a alguien es afirmar categóricamente que ese imputado es un asesino a sueldo. El Señor Burstein me dijo asesino a sueldo al servicio de Irán.
Quizás ya hoy no hable como familiar damnificado, sino como un connotado dirigente sionista. Es absolutamente repudiable que se intente utilizar a las víctimas de la AMIA que nos duelen a todos, y por los que siempre exigiremos verdad y justicia, para justificar la barbarie del ejército israelí en Palestina.
Quiero que quienes pusieron la bomba en la AMIA se pudran en la cárcel, pero debe ser la justicia y los investigadores argentinos que nos digan quienes son los culpables, no quiero ver en este asunto las manos sucias de sangre de la CIA y el MOSSAD.
Son muchos los investigadores argentinos, varios pertenecientes a la comunidad judía en nuestro país, que dicen que las pruebas que existen en el expediente son endebles y forzadas. Mas allá de las calidades del famoso testigo C, que según la Republica Islámica de Irán es un miembro manipulado del grupo terrorista MKO, quien a su vez tiene captura internacional solicitada oportunamente desde Teherán, es de desear que este episodio no sea utilizado por Estados Unidos e Israel como argumentos para iniciar nuevas guerras. El MKO asesino en Irán a través de actos terroristas a mas de 1.000 iraníes en mas de 30 años de Revolución Islámica.
Hace pocos días tuvimos la infausta visita de Avigdor Lieberman, canciller israelí, que propone como solución al problema palestino ahogarlos en el Mar muerto o ponerles una bomba atómica como en Hiroshima y Nagasaki. Traigo este personaje a escena porque estoy convencido de que los halcones de Israel, mas allá de la opinión de Barak Obama en este tema, están dispuestos a hacer lo que no se animó Bush, que es atacar militarmente a Irán, lo que generaría una catástrofe mundial de consecuencias imprevisibles.
Hoy ya no están ni Vernon Walters ni Alberto Fernández, aunque Tomas Shannon sigue al frente de los asuntos latinoamericanos de los Estados Unidos. Concientes de que en el imperio las políticas trascienden a los hombres que presiden, es que volvemos a decir que no utilicen a la Argentina para justificar un ataque de Israel, y quizás EEUU, contra un país lleno de petróleo en sus entrañas como Irán.
Hasta no tener certidumbres jurídicas serias nada de condena, nada de rupturas con Irán. Y respecto de la cuestión palestina soy de los que siguen pensando que la mejor fórmula para la paz es “ dos pueblos, dos estados” , a pesar de que el Estado de Israel, junto con Estados Unidos y Gran Bretaña nunca apoyaron la soberanía argentina sobre las Islas Malvinas, Georgias y Sandwich del sur en la Asamblea General de las Naciones Unidas.
Amamos profundamente al pueblo judío, así como amamos a todos los pueblos de la tierra que trabajan por la paz, porque aspiramos a un planeta de hermanos y a la vez con la misma fuerza rechazamos las acciones bélico guerreristas de los dos últimos gobiernos de Israel.
Si es cierto que Irán planificó y ejecutó los atentados de la Embajada de Israel y de la AMIA lo que correspondería a una nación digna seria declararle la guerra a Irán. Por lo pronto es bueno que nuestro pueblo sepa que si nuestro presidente solicitara en la próxima Asamblea de las Naciones Unidas, la declaración de la República Islámica de Irán como estado terrorista por parte del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas y rompiéramos relaciones con este país, estaríamos brindándole en bandeja a los halcones de la ultraderecha que gobiernan el Estado de Israel las razones políticas para un ataque militar.
Yo no conozco a ningún argentino, absolutamente a ninguno, que quiera ir a una guerra con Irán. A esta altura no hay condenados en la causa AMIA y solo tenemos el débil y contradictorio testimonio del famoso testigo C prohijado por la CIA y el MOSSAD.
Mas allá de las rigideces del derecho internacional, Argentina e Irán en honor a una vasta tradición que los une, deberían poner a trabajar a sus dos Cortes Suprema de Justicia en una salida jurídica viable, que nos permita encontrar la verdad, tal como lo imaginamos alguna vez con el canciller Mutaki en Teherán.
También es bueno recordar que el principal proveedor de armas en la guerra impuesta por EEUU contra Irak entre 1982 y 1989 fue la Argentina, a través del gobierno de Raúl Ricardo Alfonsín, que proveyó a Irán con 7 envíos inmensos por barcos, de armas livianas y pesadas producidas por Fabricaciones Militares Argentinas.
Es por esto que la avenida central de la ciudad de Teherán, lo que seria hoy nuestra Avenida Corrientes, se llama Avenida Argentina.
Difícilmente a partir de esta realidad política enorme que acabo de enunciar y que hizo que Irán le ganara a Irak en una guerra que le costo 200 mil muertes, alguien pudiera en cualquiera de los gobiernos sucesivos de la Revolución Islámica planificar atentados, 4 años después en un país hermano y amigo que ayudó a ganar la guerra.
Solo la verdad nos hace libres. Quiera Dios que judíos, musulmanes y católicos, podamos seguir viviendo en unidad y compartiendo con sensatez este destino que nos cobija, que es hermoso y que tiene mañanas celestes y blancas, que es nuestra amada República Argentina.
Posdata: Esta saliendo en el día de hoy la carta intimación que abre los procesos civiles y penales contra el Señor Sergio Burstein.
Luis D’Elía
El Libertador en Línea
