CALRIN CENSURA UN BLOG

¿Puede sorprender la reacción del multimedia que viene alertando acerca del
peligro que significaría para el país, y la humanidad toda, la sanción de
una nueva Ley de medios de comunicación que reemplace a la que rige desde la
última dictadura?

En verdad, no.

Porque este grupo económico hizo del cinismo, el doble discurso y la
hipocresía su razón de ser.

Incluso, en esta arremetida contra el derecho de expresión de 10 hombres y
mujeres de prensa, va por más. A través de su bufete de abogados, pretende
que el dominio creado a tales efectos, el  quetepasa…, pase a ser de su
exclusiva propiedad, alegando que el nombre de la marca le pertenece y que
por lo tanto sólo puede ser utilizada por ellos.

El estudio que lo representa es nada menos que el de la dinastía Saénz
Valiente, a su vez conectado con el despacho letrado de José Alfredo
Martínez de Hoz, su hijo (del mismo nombre) y el primogénito del doctor
Mariano Grondona, es decir, Marianito Florencio.

Nos preguntamos si tras esta movida para acallarnos, intentarán pedirle al
Tribunal Internacional de La Haya que intervenga ante la Real Academia
Española, exigiéndole que elimine de todos los diccionarios de habla
castellana la palabra Clarín… pues sólo el Grupo está en condiciones de
usarla. (A propósito de España: allí existe el sitio diseccionando el país,
por el diario de Madrid que realiza un trabajo similar al nuestro sin
censuras, más allá de que a la empresa editora no le cause ninguna gracia).

Cuando allá por marzo último escuchamos al ex presidente Néstor Kirchner
referirse en términos jocosos hacia el diario (el ya popular “¿Qué te pasa
Clarín…?, ¿Estás Nervioso?), junto a un grupo de jóvenes periodistas
decidimos crear el dominio para impulsar un espacio de análisis y reflexión
que diera cuenta de la influencia que ejerce sobre nuestra comunidad lo que
denominamos como Mediocracia, esto es: el sistema mediático constituido por
los grandes grupos periodísticos que monopolizan en Argentina el negocio de
la información y tratan de imponer el discurso y el pensamiento de los
grupos de poder.

Lo hicimos aprovechando las nuevas herramientas de comunicación que se
disparan desde la tecnología de estos tiempos, porque como tantísimos
compatriotas carecemos de los medios económicos para poder solventar alguno
de los espacios periodísticos tradicionales, como son el diario, la radio o
la televisión.

Como exponentes del pensamiento nacional nos asiste ese derecho de
manifestar nuestras opiniones y así lo hicimos desde el sitio.

Todos saben, y el Grupo Clarín más que nadie, que no lanzamos un blog con
fines comerciales. 

No “vendemos” publicidad; no lucramos, no cobramos por escribir porque la
nuestra es una tarea militante de esclarecimiento.

En fin, como miles de amigos y colegas, no hacemos de nuestro ejercicio
periodístico un negocio para posicionarnos como un emporio, un grupo de
poder que después impone a la clase dirigente en su conjunto condiciones
para que defienda sus apetitos e intereses económicos.

De allí que nos resulte absurdo, extravagante, patético y ridículo que el
Grupo pretenda que nosotros queremos valernos de su nombre para facturar…

Claro, como esa es la filosofía que lo anima, piensa que todos los demás
buscamos esa misma guía para nuestra vida.  

Lo que hicimos a lo largo de estos cuatro meses fue, simple y sencillamente,
informar, contar lo que un medio como Clarín no cuenta; revelar sus
relaciones con grupos de poder locales y extranjeros para que el pueblo sepa
un poco más acerca de cómo, por qué y quién escribe la historia.

Demostramos con ejemplos concretos la manipulación informativa que lleva a
cabo; la manera de instalar noticias; la vida interna en su propia
redacción, cuando se obliga a los periodistas a decir lo que la empresa
necesita decir.

Nunca Clarín, en todo este tiempo, nos ha pedido explicaciones acerca de la
veracidad de lo que publicamos.

Y tampoco lo hace en este caso.

No, el argumento es que -usamos su marca…

¿Habrá, entonces, que pedirle a todos los medios que se abstengan de
mencionar, por ejemplo, la palabra Coca Cola, cuando refieren la lucha de
los compañeros trabajadores camioneros que pelean contra la multinacional
para que se les reconozcan sus derechos?

En todo caso, debería ser el propio ex presidente Kirchner quien nos demande
por haber utilizado una expresión de su autoría.

Porque efectivamente, como ya dijimos, el copyright del quetepasaclarin le
corresponde a él.

Sabemos que el Grupo decidió recurrir a la Justicia en los primeros días de
julio. No parece ser casual la fecha, pues en esos días habíamos reproducido
las declaraciones del ex director del diario La Razón, José Pirillo, *revelando
que el CEO del grupo, Héctor Magnetto, le había confesado en su momento que
los dos chicos (hoy jóvenes) adoptados por de una de las propietarias del
holding, Ernestina Herrera de Noble, son hijos de un matrimonio argentino
secuestrado y desaparecido en tiempos de la dictadura.

Tampoco parece ser casual que este acto de censura que ejerce Clarín se haga
efectivo en los días previos a la salida de un libro que revela las
relaciones del diario con sectores del gran capital mundial, y la alianza
que tejió con el sector sojero agroexportador para impulsar en nuestro país
el regreso a un modelo colonial, sin industrias ni movimiento obrero, con
cabida para apenas 15 de los 40 millones de argentinos.

Decidimos provisoriamente “salir de la pantalla” porque la Justicia nos
advirtió que, de seguir haciendo uso de nuestro dominio en Internet, se nos
aplicará una multa diaria de $ 500.* Como no tenemos los recursos para hacer
frente a esa eventual erogación es que optamos por aceptar la orden
judicial.

Se nos ocurre que si hubiera que escribir el guión de esta historia para
llevarla a la pantalla, la primera imagen que aparecería -trillada y todo-
sería la de un ring.

En un rincón nos vemos a nosotros mismos… Con toda la fuerza espiritual y
las ganas de seguir revelando qué pasa en el lado oscuro de la luna (en el
lado oscuro de Clarín).

Y eso, aunque no tengamos ni la estructura ni el poder mediático que se
necesitaría para confrontar con posibilidades de éxito.

En cambio, en el otro rincón vemos la opulencia de los poderosos, su
soberbia.

No hay equivalencia posible.

Estamos hablando de dos categorías morales totalmente antagónicas. Pero no
nos importa, aceptamos el desafío.

Porque a nosotros nos empuja no sólo una actitud virtuosa, sino la gran
fuerza moral de millones de argentinos que, cada uno en su puesto de
combate, también salen a pelearla todos los días contra quienes pretenden
someterlos.

Por eso nos vamos a parar en el centro del ring.

Y como ocurriera el año pasado, en medio de los aprietes de los Kirschbaum,
los Roa, los Blanck y otros para no dejarnos expresar nuestras ideas y
pensamientos, allí intercambiaremos golpes otra vez…

Hoy estamos nuevamente fortalecidos por el apoyo y la solidaridad de miles
de blogueros compañeros y hermanos; de una fabulosa cantidad de colegas que
desde sus publicaciones escritas o programas radiales de FM’s barriales
están alentándonos a no abandonar la lucha; de dirigentes sociales; de
estudiantes; de trabajadores de fábricas y hasta de centros de jubilados.

Del pueblo, en una palabra.

En cambio, mírenlos a ellos… Dan pena: achanchados de tanta gula, con sus
arterias tapadas por la grasa del dinero que se engullen. Je…, los amantes
de la libertad se convierten en violadores…

Pero en fin, la Justicia dirá cómo sigue la confrontación.

Nosotros no bajamos la guardia y de última, si el gran gurú de la prensa
independiente logra imponer la censura, seguiremos en la lucha.

Y seguiremos desafiando al Grupo aunque cambiemos un poquito la pregunta: ¿Qué
te pasa, Clarinete?

Claudio Diaz
www.nacionalypopular.com

Enlace permanente a este artículo: http://ellibertadorenlinea.com.ar/2009/08/11/calrin-censura-un-blog/